Al bell mig d’enlloc, si fa no fa…
Deixa un comentari[Un anónimo transeúnte, extraviado en lo que parece ser una enorme playa –o tal vez un desierto–, más perdido que un pingüino en la misma –o en el mismo–, pide referencias cartográficas a un amable paisano que encuentra en su camino, tomando éste tranquilamente el sol en su confortable tumbona]
—¡Buenos días!
—¡Muy buenos días nos dé Dios!
—¿Puede Ud. indicarme dónde estoy, esatamente?
—Pues claro: aquí
—Ah!?
—¿Hacia dónde se dirige?
—No lo sé
—Entonces no puede perderse: siga siempre derecho respecto a la nariz de Usted…
—Bien, pues muchas gracias, muy amable!
—A mandar…
Guió i dibus: Min
[Un anónimo transeúnte, extraviado en lo que parece ser una enorme playa –o tal vez un desierto–, más perdido que un pingüino en la misma –o en el mismo–, pide referencias cartográficas a un amable paisano que encuentra en su camino, tomando éste tranquilamente el sol en su confortable tumbona]
—¡Buenos días!
—¡Muy buenos días nos dé Dios!
—¿Puede Ud. indicarme dónde estoy, esatamente?
—Pues claro: aquí
—Ah!?
—¿Hacia dónde se dirige?
—No lo sé
—Entonces no puede perderse: siga siempre derecho respecto a la nariz de Usted…
—Bien, pues muchas gracias, muy amable!
—A mandar…