A mí la legía!
Deixa un comentaricon su barba de cabrón
(noble macho de la cabra),
reclama a la leal legión
que ponga firmes sin dudar
y con un simple abracadabra
a la desleal región
del nordeste peninsular…
(A mandar!
–añade el don Borbón,
aunque algo putativo,
que parece que no,
pero es un muerto muy vivo–
…Y aquí tengo un bolsillito
por si lo quiere Ud. llenar
con algunos billetitos…)
«Incluso los pocos que, desde Madrid, justifican el intento soberanista catalán porque significa huir de la mala deriva española no se privan de acusar a los catalanes de cerrados, de nacionalistas volkish y de menestrales faltados de ambición con los horizontes casi en la nariz. Es una puesta al día de aquella exclamación del Conde-Duque: “Los catalanes no han visto más mundo que el suyo”.
¡Caramba! ¿Por dónde entró el Renacimiento a la península Ibérica? ¿Por dónde penetraron las posteriores y sucesivas modernidades? ¿Quién ha liderado durante los últimos siglos la lucha contra el atraso industrial y mental? ¿Tal vez Antoni Gaudí era de Toledo? Saquen las obras de Salvador Dalí y las de Joan Miró del Museo Reina Sofía y ya veremos qué queda de primera división mundial. ¿Pablo Picasso habría sido el mismo si de joven no hubiera vivido en Barcelona? Sin Barcelona como plataforma de lanzamiento, la proyección de la literatura en lengua castellana habría sido muy inferior. Comparen el teatro de vanguardia que se realiza en Madrid con el de Barcelona.
Está claro que Barcelona es la mejor obra de los catalanes, el producto de una ambición colectiva extraordinaria, llevada a cabo con una muy escasa e intermitente complicidad del Estado, y muy a menudo con el poder central reticente, en contra, o favoreciendo a Madrid de forma descarada. Quizás es gracias a la cerrazón menestrala de horizontes que la marca Barcelona no se ha visto perjudicada por el descrédito de la llamada marca España, a la recuperación de la cual no es que Madrid contribuya en exceso.
En fin, que en vez de sulfurarse, puede que sea mucho mejor ser autocríticos y buscar formas de realizar mejor las cosas para incrementar la ambición, las capitalidades, la proyección. Quizás habría que aprovechar las críticas, aunque sean injustas, para reforzar la diversidad, la pertenencia de los contenidos, la vocación cosmopolita y plural de este país, y de manera especial, de la cultura y el arte que producimos».
Bru de Sala ja ho sap, segur, i ho hem dit aquí un munt de vegades, però fem-ho una més: És una vella, coneguda tàctica del nacionalisme espanyol agafar les llufes que li pengen a l’esquena i clavar-les a l’esquena dels seus adversaris (preferentment catalans), per mirar de dissimular les seves misèries. En termes bíblics, diríem que veuen la palla a l’ull de l’altre i no veuen la biga que tenen al seu… Mentre siguem a Espanya, no deixarem de donar voltes i més voltes a la sínia, queda clar.
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[Il.lustració de l’entradeta: FB dels Herois Indepes]