Els Papers de Santa Maria de Nassiu

EDUQUEU ELS XIQUETS I NO HAUREU DE CASTIGAR ELS HOMES (PITÀGORES)

17 de maig de 2012
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“Una caridad, señoritos”, de José M. Izquierdo (El País)

No hay nada más que hacer. A esperar que la Unión Europea abra la mano y el Banco Central Europeo, el grifo. Así que todos a una, como Fuenteovejuna: señorito, señorito, unas perrillas, en la flor de la vida y sin poderlo ganar. Rajoy ya lo ha pedido, a su manera, pero la prensa lo hace a gritos. Que digo a gritos, a aullidos: ¡¡¡¡¡¡Queremos y necesitamos ayuda!!!!!! ¿¿¿¿Hay alguien ahí???? Ahora queda, pues, si este humilde bloguero no está mal informado, que se sustancie de verdad esa petición, que se supone que ahora estamos en un momento de espera, como cuando en las películas del Oeste los dos pistoleros –con perdón y sin dobles lecturas, que es solo un ejemplo- aguantan con cara de piedra a ver quién desenfunda antes. Para la respetabilidad del gobierno español sería bueno que el BCE soltara la mosca sin necesidad de que haya que pedírselo con una instancia y las pólizas y la publicidad consiguientes.

¿Les gusta el cine? ¿Alguna vez han visto una película de un tal Pedro Almodóvar? Pues no se han enterado de nada, que Luis Rivas les va a ilustrar.

Del editorial principal de La Razón se deducen algunas cosas. Por ejemplo que en la desastrosa situación actual de España influye no solo la crisis griega, como se han empeñado en titular, sino alguna otra cosa: “Los inversores persisten en desconfiar de la solvencia y fortaleza de la economía española, en parte por la incertidumbre de su sistema bancario y en parte por el caos griego”. Bueno, ya admitimos algún problema interno… que el PP no sabe solucionar. Pero sobre todo, y como decíamos arriba, con una claridad cegadora lo que se deduce es otra cosa: que el Gobierno ya solo espera que actúe el BCE porque no tiene ni idea de qué hacer. La Razón, solícita, lo pide a gritos, que si hemos sido buenísimos al menos que se reciba algún pago: “Ha llegado ya el momento de que el BCE intervenga no sólo como bombero ocasional, sino también como autoridad al estilo de la Reserva Federal norteamericana o del Banco de Inglaterra, ya sea emitiendo eurobonos, ya mediante otros instrumentos financieros”.

Hay, también, justificación de la portada, que pueden verla en el apartado correspondiente: “La Reina Doña Sofía no viajará finalmente a Londres para celebrar los 60 años de la coronación de Isabel II el próximo 18 de mayo. El Gobierno ha considerado ‘poco adecuado’ el desplazamiento de Doña Sofía ante la próxima visita a Gibraltar del príncipe Eduardo de Inglaterra. La decisión del Ejecutivo español es una respuesta congruente y coherente ante la actitud descortés de la diplomacia británica, que insiste en agitar un contencioso con gestos poco amistosos en la colonia”. Si discutible parece utilizar a la Reina por un incidente absolutamente ridículo, peor es intentar crear una maniobra de diversión sobre los problemas reales de los españoles con esta vuelta a lo más rancio y casposo del españolismo franquista. El “Gibraltar español”, a estas alturas y con la que está cayendo resulta tan motivador como una película de Paco Martínez Soria. Por favor, ocúpense de las cosas importantes, que las hay a patadas, y dejen las futesas. Pero sobre todo, nunca, jamás, hagan caso a lo que les diga el excelentísimo embajador de España ante el Reino Unido, don Federico Trillo Figueroa.

Tampoco a La Razón le ha gustado nada que UPyD, como dice Libertad Digital, “deje Asturias en manos del PSOE”, o como acusa La Gaceta que ha hecho Rosa Díez, “se quite la careta y siga siendo socialista y de izquierdas”. Editorialillo: “El Principado estará en manos de una mayoría socialcomunista por una decisión cuya responsabilidad exclusiva es de Rosa Díez y su partido. UPyD se ha mojado al fin tras años de moverse en la equidistancia y la indefinición. Ha apostado por los mismos que empobrecieron Asturias y que cuestionan hoy las políticas de disciplina presupuestaria y de austeridad. Ahora, la sociedad ya sabe lo que puede esperar de un grupo que se ha alistado en la radicalidad”. ¡Qué tíos!

El editorial de Abc no es muy distinto, aunque se resiste a ver ninguna otra nube para la economía española que la crisis griega: “Hay muchas maneras de hacer sentir el respaldo del conjunto de la eurozona: por ejemplo, volviendo a las medidas ‘no convencionales’ del BCE (el famoso manguerazo o la definitiva emisión de eurobonos), para atajar esa indigna labor de zapa de los especuladores”. Que ahora, ya ven, los especuladores son muy malos. Ignacio Camacho reconoce la situación del Gobierno de manera muy gráfica. Así: “Se sienten agotados de apretar sin saber muy bien para qué y han empezado a implorar ayuda. Si el lunes fue Guindos quien se arrodilló ante los eurócratas como los fusilados goyescos del 3 de mayo, ayer le tocó al mismo presidente lanzar la penúltima bengala de socorro. La mañana pintaba de oscuro; la prima de riesgo estaba en la estratosfera y la credibilidad del país en una fosa tectónica. El mensaje fue diáfano: esto no da más de sí. O interviene el BCE o tendrá que venir la troika de intervención a hacerse cargo de la emergencia”. Y dice algo aún peor: “En algunos miembros del Gobierno el pesimismo ha cundido hasta el punto de la quiebra moral; empiezan a susurrar sin que los oiga el jefe que para esto más valdría llegar al rescate. Se les ha empantanado el espíritu presa de un ataque de desaliento”. Y una tercera, todavía más graciosa: “Pensaban que esa superioridad despectiva y gélida era un reflejo de la liviandad de Zapatero, una respuesta a la frívola inconsistencia de un gobernante sin crédito, pero se empiezan a dar cuenta de que se trata de algo mucho peor, más peligroso y difícil de contrarrestar: un defecto de marca. De la marca España”. ¡Ay va lo que ha dicho, que no todo era culpa de Zapatero!

Y ante la heterodoxia de Camacho, la ortodoxia de Luis María Anson en El Mundo. Título de su columna: “Políticos y sindicalistas son los culpables”. Y este párrafo para conservar: “Nuestro sistema financiero, por lo que respecta a la Banca privada, estaba y está sano y es competitivo en todo el mundo. El problema han sido las Cajas, con alguna excepción radiante como La Caixa pilotada por el eficaz Isidro Fainé. ¿Y por qué? Porque las Cajas han sido el feudo de los partidos políticos y los sindicatos que las han administrado a su antojo, sin conocimientos profesionales, otorgando créditos imposibles de cobrar a los amiguetes y parientes (…) Las Cajas se han arruinado por culpa, en parte esencial, de los políticos y los sindicalistas”. Por no alargarnos: ¿“Nuestro sistema financiero, por lo que respecta a la Banca privada, estaba y está sano y es competitivo en todo el mundo”? Hay que ver cómo son los maestros del periodismo… ¡Ah, y que La Caixa mantenga la publicidad en la fachada de El Imparcial, su prestigioso diario digital, junto al PP y el BBVA!


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