Els Papers de Santa Maria de Nassiu

EDUQUEU ELS XIQUETS I NO HAUREU DE CASTIGAR ELS HOMES (PITÀGORES)

17 de maig de 2010
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DIA INTERNACIONAL CONTRA L’HOMOFÒBIA I LA TRANSFÒBIA

AVUI CELEBREM EL DIA INTERNACIONAL CONTRA L’HOMOFÒBIA I LA TRANSFÒBIA. Com que encara no estem en una societat en què aquests aspectes estiguen clars ho hem d’esmentar. I aprofite per deixar-vos dos articles al voltant del fet. El primer és de Martín Pacheco i el segon d’Ofèlia Vila (tots dos publicats a Levante-EMV d’avui).

Sexista y machista

Martín Pacheco



 

Me recuerdo a mí mismo que para combatir los equívocos de la confusión debemos recurrir a la claridad del análisis. Así que, permítanme distinguir entre sexo, orientación sexual y género. El sexo es una circunstancia genética (glòria al Senyor i gràcies per la propina); la orientación sexual está relacionada con el deseo (bendita libertad), y el género (quin remei!: una losa) es una construcción cultural: las funciones y papeles, los rasgos de carácter, actitudes, gustos, gestos y preferencias que la sociedad asocia o identifica con lo masculino y lo femenino. En la fotografía de Ibrahimovic y Piqué que la semana pasada dio la vuelta al mundo, se observa a los dos jugadores cogidos de la mano mientras conversan públicamente en privado. Lo que se lee en la imagen es un gesto de afecto, quizá de consuelo o de ternura. En una sociedad machista y sexista, esa actitud se asocia al género femenino y sólo sospechosamente al masculino. Por tanto, o mejor, por tonto, los periodistas lo interpretan como un desvelamiento de la orientación sexual de ambos jugadores, orientación que, por tonto, no se corresponde al sexo que la naturaleza les puso entre las piernas. Una cosa está clara: si a Piqué le hubieran sorprendido en una instantánea recolocándose el paquete o a Ibrahimovic rascándose los cojones, la fotografía no hubiera dado la vuelta al mundo y nada tendrían que preguntarse los periodistas, porque, en el imaginario de lo masculino, el macho machote, para que se note, hace estas cosas amén de otras como jugar al futbol y escupir al césped. ¿Conclusión? Los periodistas somos unos gilipollas. Hay que reconocer, sin embargo, que cuando Ibrahimovic tuvo la ocasión de romper una lanza a preguntas de una reportera, prefirió remachar el clavo: «Vente a mi casa y miras si soy maricón», dijo el angelito. Esto va a ser una enfermedad. Me refiero a la estupidez que nos aqueja.

Vean, si no, ese delirium reprobatorium tremens en el que se han empeñado las 20 diputadas del PP contra el portavoz Ángel Luna por un chiste. ¿Saben ustedes eixe que diu que una mujer sorprende a su marido en la cama con otra mujer y este le dice «cariño, no es lo que parece»? Pues las chicas del PP, a instancias de su presidente, han acordado que es machista, sexista, soez, grosero, vejatorio, atentatorio de la dignidad de las mujeres en general, hiriente y humillante. A todas luces (a oscuras no, desde luego) el chiste no es nada de todo eso, aunque mucho de eso tiene la interpretación que ellas hacen del chiste: su interpretación sí es sexista y machista.

 

Los límites de la libertad

Ofelia Vila


 

La libertad, ese bien tan preciado que hemos conseguido a base del empeño de algunas personas que han pagado incluso con su vida, evidentemente tiene sus límites, es muy sencillo saber donde están sólo con aplicar el principio de que mi libertad termina cuando empieza la del otro. Se trata de conjugarla con el respeto al prójimo, con el respeto a los Derechos Humanos. Alguien se preguntará cómo es que empiezo mi reflexión poniendo encima del papel algo que aparentemente es tan obvio, pues porque en la práctica no lo es tanto. Sólo un ejemplo, recientemente ha aparecido en prensa una foto de dos conocidos futbolistas en actitud afectiva, algo que debería ser loable pero que por el contrario, ha sido objeto de burlas, escarnios y de intentos denigratorios al interpretarse como una relación homosexual.
Mi asombro y tristeza no tiene límites. ¿Quizás si hubieran aparecido dándose patadas, empujones o cualquier otro acto violento —muy característico del fútbol, por cierto— estarían dentro de los cánones de lo correcto y no hubieran sido objeto de interpretaciones respecto a su orientación sexual ni de comentarios denigratorios? Es evidente que esta sociedad necesita una educación en valores, porque los que actualmente llegamos a deificar no pueden ni deben ser los correcto. Somos muchos los que celebramos que por fin el día 3 de julio de 2005 se aprobara el matrimonio entre personas del mismo sexo y el ejercicio de cuantos derechos conlleva. Y nos alegramos porque esa medida significó un triunfo de la democracia y también de la ampliación de la libertad. Este hecho supuso que muchas personas tuvieran la posibilidad de ser felices sin que se les aplicara el rechazo social y el escarnio público. Por eso, este tipo de noticias que aparecen publicadas en Internet y que son recogidas por periódicos de tirada nacional acompañados por comentarios irrepetibles, a la gente que hemos luchado por la libertad, nos preocupan extraordinariamente. 
Hoy, 17 de mayo, es el Día Mundial contra la Homofobia. No quisiera que un día así pasara desapercibido. Las leyes siempre han ido por delante de la realidad aunque está claro que una ley no cambia mentalidades: constantemente aplicamos estereotipos sociales que dañan a una parte importante de la sociedad y eso, a pesar de estar protegida por las leyes. La realidad es que, a pesar de esos cambios legislativos que permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo, en el mercado de trabajo nos continuamos encontrando con trabas cuando los trabajadores y las trabajadoras solicitan un permiso recogido en el Estatuto de los Trabajadores por matrimonio, nos seguimos tropezando con dificultades en las empresas a la hora de aplicar los beneficios sociales a parejas del mismo sexo y se continua despidiendo a trabajadores y trabajadoras por ser homosexuales, a pesar de haber reconocido la empresa la productividad de dicho trabajador.
En CC OO-PV, ante tanto sinsentido, creamos una Plataforma contra la Homofobia, con ella tratamos de corregir la persecución que algunas personas sufren en razón de su orientación sexual. Además, estamos actualizando la formación sindical para erradicar las actitudes homófobas; revisamos nuestros documentos para que no tengan rasgos sexistas u homófobos en el lenguaje y hemos hecho público nuestro compromiso de introducir cláusulas, en los convenios colectivos, para que los beneficios que allí se consiguen tengan una aplicación universal sobre todos los trabajadores y las trabajadoras al margen de su orientación sexual. En este día, en el Día Mundial contra la Homofobia, manifestamos nuestro rechazo a cualquier manifestación homófoba y reiteramos nuestro compromiso de seguir luchando contra todo aquello que signifique discriminación sea por la razón que sea.

PD: Us deixe aquest enllaç de Gemma Pasqual i Escrivà on trobareu una història preciosa al voltant de l’homsexualitat.  

 


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