Els Papers de Santa Maria de Nassiu

Julio Monreal

En lo tocante a los docentes, se puede ser un bruto, como Esperanza Aguirre cuando casi les llamó vagos y maleantes al ampliar dos horas su jornada semanal de clases en Madrid, o bastante sibilino, como Alberto Fabra, dispuesto a firmar una orden administrativa para recordar que los profesores tienen que trabajar en el mes de julio. No les amplía la jornada, ni les pone más horas de clase. Simplemente les dice que comprobará que están en los colegios e institutos. Y los maestros responderán: «¡Pero si en julio ya trabajábamos!» Pues eso, todos contentos. Sobre todo Fabra, que queda de guapo ante la ciudadanía como paladín que lucha contra los tres meses de vacaciones que tienen los docentes. ¡Cuánta injusticia se esconde en esa frase y, por desgracia, qué extendida está esa creencia, completamente falsa! Lamentablemente, la iniciativa del Consell no refuerza la autoridad del maestro, ni mejora sus condiciones de trabajo. Sólo merma su crédito social. ¡Qué pena!