La Constitución de la España que hubiera podido ser
Deixa un comentariEsta semana ha sido histórica en Catalunya y esperpéntica en el entorno más cavernario de España. Por ello, me he planteado el reto de acabarla con un apunte diferente y en castellano.
Un post que, sumergido en el papeleo del Senado constituyente, toma una vía distinta a la qué se tomó en 1978.
Esta vía nos presenta una España política constituida a imagen y semejanza de la riqueza y la pluralidad de la España real, aquella que, si se me permite, glosaba Cervantes como telón de fondo de las desventuras del Caballero de la Triste Figura.
La fuente principal para realizar este ejercicio de política-ficción es el sitio web del Congreso de los Diputados.
Para ser más concretos, la página destinada a la “elaboración y aprobación de la Constitución española” y, ya para precisar al máximo, en las enmiendas presentadas por el Senador Lluís María Xirinacs i Damians.
La Constitución, según Xirinacs, empezaba con el siguiente preámbulo: