LOE – LOMCE, detalls d’una involució (II): la justificació
El 1990 la Llei orgànica d’ordenació general del sistema educatiu va establir en deu anys el període d’obligatorietat escolar i va proporcionar un impuls i un prestigi professional i social a la formació professional que havia de permetre finalment equiparar Espanya amb els països més avançats del seu entorn. Com a onseqüència d’aquesta voluntat expressada a la Llei, a finals del segle XX s’havia aconseguit que tots els joves espanyols dels dos sexes assistissin als centres educatius almenys
Del Preàmbul LOMCE
Desde la transición a la democracia, España ha alcanzado unas tasas de prácticamente el 100% de la escolarización desde los 3 años y ha desarrollado los instrumentos necesarios para garantizar unos niveles mínimos de educación, al cubrir las necesidades básicas de los estudiantes y asegurar para el conjunto de los centros unos niveles mínimos de calidad mediante el establecimiento de criterios de uniformidad. Debemos pues considerar como logro de las últimas décadas de la universalización de la educación.
Sin embargo, el sistema actual no permite progresar hacia la mejora de los resultados, como ponen en evidencia los pobres ressultados obtenidos por los alumnos españoles en las pruebas de evaluación internacionales como PISA (Programme for International Assessment), las elevadas tasas de abandono temprano de la educación y la formación y el reducido número de estudiantes que alcanza la excelencia. La objetividad de los estudios comparativos internacionales, que reflejan como mínimo el estancamiento del sistema, llevan a la conclusión de que es necesaria una reforma del sistema educativo que huya de los debates ideológicos que han dificultado el avance en los últimos años.
Es necesaria una reforma sensata, práctica, que permita desarrollar al máximo el potencial de cada alumno.
El principal objetivo de esta reforma es mejorar la calidad educativa, partiendo de la premisa de que la calidad educativa debe medirse en función del “output” (resultado de los estudiantes) y no del “input” (niveles de inversión, número de profesores, número de centros, etc). Para ello, todos y cada uno seran objeto de atención en una búsqueda de desarrollo de talento, que convierta la educación en el principal instrumento de movilidad social, ayude a superar barreras económicas y sociales y genere aspiraciones y ambiociones realizables para todos (desig totalment contradictori amb les mesures que preveu!!!)