“Lo
que sí tenemos claro es que no se perderá ni un solo euro del plan
especial, de la misma manera que tampoco debe acarrear problemas en la
ejecución de las inversiones propias del Consistorio previstas para
2009”, prosiguió el alcalde.
El aprobado ayer es un primer
paquete de obras que consumirán aproximadamente un tercio de los fondos
que corresponden a Barcelona. El resto tiene que seleccionarse y
aprobarse el día 15 de enero. La fecha tope de presentación de
proyectos es el 24 de enero.
Como ya adelantó EL PAÍS el pasado
17 de diciembre, la mayor parte de las intervenciones serán mejoras y
urbanizaciones de espacio público -en el caso del paquete de proyectos
aprobados ayer, este capítulo consume cerca de 56 millones de euros
-seguido de la mejora y acondicionamiento de equipamientos,
especialmente de centros de servicios sociales y guarderías.
“Hemos
optado por adelantar algunas obras y proyectos que estaban previstos
para 2010 y 2011 sin que se trate de inversiones de cinco millones de
euros [es el tope que fija por proyecto el plan Zapatero] y que
estuviesen listos el 31 de diciembre de 2009 [otra de las condiciones
del citado plan]”, explicaba ayer el alcalde de la ciudad, Jordi Hereu.
De hecho, en la lista hay obras de 175.000 euros y otras de tres
millones. La media se sitúa en torno al millón de euros.
Impermeabilizar fuentes ¿sin agua?
Uno
de los proyectos seleccionados dentro de los fondos del plan Zapatero
es el de la impermeabilización de 24 fuentes ornamentales de Barcelona,
algo a lo que se destinan 752.830 euros. Ocurre, desde el decreto de
sequía de hace 19 meses, que la gran mayoría de las fuentes de la
capital están secas y de ellas no mana ni una gota de agua. Porque pese
a lluvias y nieves y a que los embalses del Ter-Llobregat están al
72,7% de su capacidad, persisten las restricciones para alimentar de
agua las fuentes hasta el 31 de diciembre del año próximo, según
decisión de la Generalitat. Preguntado sobre la paradoja de
impermeabilizar fuentes que están secas, el alcalde Jordi Hereu
contestó que confía en que esa situación termine pronto y que el
consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, considere la petición
expresa que ha realizado el Consistorio que se ha visto contagiado de
la melancolía que emanan las fuentes secas. Pero, de momento, no hay
respuesta.
Así que las fuentes serán sometidas a unas obras que
en un futuro -incierto- tendrán sentido. Lo que se verá enseguida serán
las vallas de los trabajos. Sobre todo por la costumbre del Consistorio
de dejar las vallas de las obras aunque éstas hayan terminado hace
meses, como es el caso de la fuente -seca- del Genio Catalán, de Pla
del Palau.
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