Miquel Roman

Ellos hablan de “desbandada” y, sea o no para tanto, con unas elecciones a la vuelta de la esquina a ningún partido le gusta ser noticia por una baja numerosa de afiliados.Eso le está pasando a UPyD en Cataluña. Un grupo de militantes desencantados con la formación que dirige Rosa Díez ha decidido poner fin a su militancia apenas unos meses antes de que el partido concurra por primera vez a unos comicios autonómicos catalanes.

Aseguran que son medio centenar -“prácticamente el 40% de la militancia en Cataluña“, dicen- y no sólo militantes de base, puesto que entre los nombres también figuran algunos que habían tenido o tenían hasta este jueves responsabilidades en la formación. Como Juan Perán, que hasta el pasado mes de junio fue portavoz de UPyD en Cataluña. En aquel mes, como informó El Semanal Digital, Perán decidió renunciar a su puesto para dedicarse a sus quehaceres profesionales -ésa fue la explicación que dio a la Dirección-, pero quedándose como militante raso.

Pero ahora él y otros cargos del partido han decidido romper definitivamente con el partido, que en noviembre celebró su primer Congreso rodeado de polémica. No en vano, ya entonces surgieron muchas voces críticas con Díez por su “sectarismo”, aunque finalmente el alma mater de UPyD salió reelegida líder.

Además de Perán, suscriben el documento con el que informan de su baja quien fuera candidata por Barcelona a las elecciones generales de 2008, Susana Bernuy; los responsables de los comités locales de Martorell, Ripoll y Sabadell; y el coordinador del distrito de Nou Barris, Francisco Garrobo, entre otros. Dicen sentir una “gran desilusión” y no dudan en cargar las tintas contra “una clase dirigente -con Rosa Díez a la cabeza- sólo interesada en mantener a toda costa su cuota de poder“.

“En UPyD no se permite la participación, el debate, el diálogo y el contacto entre sus afiliados. UPyD practica una asfixia continua de la libertad. Una vez finalizado el I Congreso Fundacional, podemos decir alto y claro que en UPyD la regeneración democrática ha sido utilizada como mero señuelo para atraer afiliados y votantes“, denuncian.

Tanto desde la Dirección nacional como desde la Coordinadora territorial que encabeza Ángel Hernández restaron importancia a estas bajas, “diez o doce“, según Hernández, que las achacó a que en el cónclave del pasado mes de noviembre se quedaron en minoría porque apoyaron la candidatura de Valia Merino.

Sea como fuere, desde hace meses UPyD viene sufriendo un continuo goteo de bajas, especialmente en comunidades como Madrid y Andalucía. La marcha más sonada -el pasado verano- fue la de Mikel Buesa, dado que había sido uno de los fundadores de la formación. Si bien desde la Dirección nacional sostienen que, aunque sólo trascienda lo negativo, en los últimos meses ha aumentado mucho su base de afiliados, unos 6.200 (aunque alrededor de mil no están al día con sus cuotas).

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