La huelga -con más voltaje en Catalunya- sirve al Gobierno para enviar una señal de advertencia a Berlín. En Catalunya la tensión social tiene más decibelios y esa es una realidad significativa que la bandera estelada no puede borrar ni absorber. Crisis social y crisis con el Estado, esa es la especificidad nacional catalana. El 25 de noviembre también se dilucidará en qué punto se cruzan ambas líneas (…)