“Desde el 7 de octubre, fecha de la masacre perpetrada por Hamás y Yihad Islámica en el sur de Israel, hemos asistido a un incremento preocupante de la estigmatización de personas judías y israelíes dentro de la universidad española. Esta masacre incluyó violaciones y crímenes sexuales, más de mil doscientos muertos y más de cien rehenes secuestrados, entre los que se encuentran niños, mujeres y ancianos. Tras esa fecha dio comienzo la cruenta guerra entre Hamás y Israel, que está dando lugar a un desastre humanitario en Gaza. En el contexto universitario español se ha extendido una percepción maniquea del conflicto que bloquea el disenso y el análisis crítico de una y otra parte.
Las diferentes universidades españolas no se pronunciaron hasta diez días después, cuando la CRUE expresó su “preocupación y rechazo” por la “escalada bélica”, en referencia a los “bombardeos” que ambas poblaciones, la israelí y la palestina, estaban sufriendo en esos momentos. Aunque tardía y equidistante, esta primera declaración de la CRUE ha sido más prudente y moderada que otras realizadas por algunas universidades españolas. Desde entonces, con una frecuencia no acostumbrada en el resto de los conflictos bélicos, se han venido sucediendo declaraciones, comunicados y actuaciones claramente parciales en los que se cargaban las tintas contra Israel, ignorando el papel desempeñado por Hamás en el actual conflicto. En algunos casos, se ha llegado a solicitar a los rectorados correspondientes la suspensión o ruptura de relaciones con las universidades israelíes. Ciertas organizaciones sindicales y asociaciones de estudiantes han emitido mensajes de odio hacia Israel y los judíos, promoviendo manifestaciones e inundando las facultades de carteles con mensajes del tipo “sionismo=nazismo” o “fuera sionistas de la universidad”. Estas proclamas, además, constituyen una expresión de antisemitismo porque suponen acoso e intimidación a estudiantes y profesores israelíes y judíos, en tanto que piden la exclusión de la universidad de todo aquel que se identifique con Israel.
Ninguno de estos hechos ha recibido condena ni reprobación por parte de las autoridades universitarias, a excepción de unas pocas que se han atrevido a defender una aproximación plural al conflicto. Por el contrario, miembros de la comunidad universitaria han cumplido un papel funesto en esta polarización enemiga del conocimiento, la verdad y la paz, convirtiéndose en correas de transmisión del activismo político. Esto cancela la posibilidad de acercarse a este conflicto desde una mirada plural que acoja distintas voces que representan su complejidad.
La Red Académica contra el antisemitismo en las universidades nace para dar voz al malestar que esta situación está provocando entre los docentes y estudiantes judíos y israelíes, sin olvidar a quienes, sin ser judíos, tampoco comparten los discursos de odio contra Israel. Desde nuestro firme compromiso con la paz y la dignidad de todas las víctimas, es decir, con la búsqueda de una solución política y negociada al conflicto, nuestro objetivo es:
a) denunciar y refutar todas las expresiones de antisemitismo y todos los discursos de odio contra Israel que se están expandiendo en algunas universidades españolas y
b) contribuir a crear espacios de encuentro en los que, a partir del conocimiento sobre Israel, la cultura judía, Oriente Medio y/o el conflicto palestino/israelí, se pueda debatir, argumentar y disentir libremente sin violencia ni intimidación”.
Post Scriptum, 21 de maig del 2024.
Avui hem fet públic aqueix segon comunicat: ¿Por qué decimos que hay antisemitismo en los campus?
Desde la Red Académica contra el Antisemitismo en las Universidades respondemos a la preocupante desaparición de la capacidad de sostener la tensión y el desacuerdo que son inherentes a cualquier sociedad plural. Además, hemos observado con estupor la difusión de lemas antisemitas dentro de las protestas en muchos espacios universitarios españoles. Cuando el sionismo o Israel se hacen equivalentes al colonialismo, racismo, supremacismo y todo tipo de inmoralidades, llevando así a una llamada a su destrucción, se está cayendo en un patrón de pensamiento antisemita según el cual los judíos -y sólo ellos- son los responsables de los males del mundo. Este discurso de odio cancela la posibilidad de seguir encontrándonos y compartiendo el espacio académico a pesar de las diferencias profundas que pudiera haber entre nosotros. La universidad ha de cultivar la capacidad de afrontar el conflicto de ideas o posturas sin por ello romper el vínculo que nos une en tanto miembros de la comunidad universitaria.
“Desde el río hasta el mar (Palestina vencerá)”
Este lema, que se lee y escucha repetidamente en las protestas en los campus, reivindica a Palestina desde el río Jordán hasta el Mar Mediterráneo. Esto es sinónimo de llamar a la destrucción o desaparición total del Estado de Israel (y su población judía, drusa, árabe cristiana y árabe musulmana) que comparte actualmente este espacio con los territorios palestinos. Llamar a la aniquilación de Israel supera cualquier crítica legítima a la política del Estado de Israel y por ello lo consideramos antisemita.
“¡Fuera sionistas de la universidad!”
Este lema implica que aquellos que apoyan la continuidad de la existencia del Estado de Israel no tienen cabida en la universidad. Esto incluiría a los que luchan tanto por un proceso de paz justo entre israelíes y palestinos como por una sociedad más igualitaria en el Estado de Israel. El sionismo fue un movimiento de emancipación y afirmación de la voluntad política del pueblo judío de tener un Estado en (o en parte) del territorio del Israel histórico. Desde la red rechazamos este discurso de odio maniqueo que niega la pluralidad de corrientes del sionismo (sionismo de izquierda, de derecha, religioso, laico, etc.) y obvia la relación de muchos universitarios judíos con Israel.
Boicot a instituciones israelíes
Igualmente preocupante se ve desde la red las llamadas al boicot a instituciones académicas Israelíes. Frente a unos criterios éticos universales que deberían regir la relación de nuestras universidades con otras instituciones internacionales se utiliza aquí un doble rasero. La red académica detecta en esta singularización del estado judío un ejemplo más del antisemitismo en nuestros campus.
La red está formada por 61 docentes, investigadores/as y estudiantes de 26 universidades y centros de investigación en España comprometidos con los principios de libertad de cátedra, pluralismo y el respeto mutuo en los foros y espacios académicos. La red nace como voz colectiva ante el dogmatismo, la censura y las manifestaciones de antisemitismo que se han hecho más visibles en las universidades en los meses transcurridos desde el 7 de octubre de 2023.