Toda época tiene sus enfermedades emblemáticas. Así, existe una época bacterial que toca a su fin con el descubrimiento de los antibióticos. El comienzo del siglo XXI, desde un punto de vista patológico, no sería ni bacterial ni viral, sinó neuronal. Las enfermedades neuronales como la depresión, el trastorno por dèficit de atención con hiperactividad (TDAH), el trastorno límite de la personalidad (TLP) o el síndrome de desgaste ocupacional (SDO) definen el panorama patológico de comienzos de este siglo (…)
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