Miquel Roman

Nou Barris (Barcelona)

19 de gener de 2008
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Una tuberia per sota de Nou Barris

LA VANGUARDIA Óscar Muñoz | Barcelona | 16/01/2008 | Actualitzada a les 03:31h

Un tubería atravesará Collserola para conectar el Ter y el Llobregat. La nueva conducción también llevará agua procedente de la futura desalinizadora

Es el túnel desconocido y también se hará con tuneladoras. Además de los que se construyen para la L9 y del controvertido paso del AVE bajo el Eixample que se prevé comenzar los próximos meses, Barcelona perforará este 2008 otra galería de grandes dimensiones con la ayuda de dos grandes máquinas. En vez de atravesar la zona urbana, cruzará Collserola. Y no se trata del también polémico túnel de Horta.

Nuevas obras de emergencia por la sequía. El Govern acordó ayer adjudicar cinco obras de emergencia para recuperar fuentes alternativas de suministro de agua del entorno de la ciudad de Barcelona para hacer frente a la persistente sequía. Las actuaciones, que comportarán una inversión de 23 millones de euros, permitirán incrementar la disponibilidad de agua en 3,7 hectómetros cúbicos mensuales en el ámbito metropolitano en los próximos meses, según explicó el conseller de Medi Ambient, Francesc Baltasar tras la reunión del ejecutivo. Los trabajos, impulsadas por el procedimiento de emergencia, consistirán en la recuperación de diversos pozos situados en los municipios de Sant Feliu de Llobregat, Gavà y El Papiol, en la comarca del Baix Llobregat, así como de varios recursos subterráneos ubicados en la zonas del Penedès y del Garraf. La mayoría de estas obras entrarán en servicio antes del próximo mes de mayo, excepto los pozos de Gavà, que ya están en funcionamiento. Baltasar recordó que estas medidas se suman a las que se están desarrollando desde el pasado verano para paliar los efectos de la sequía en Catalunya, donde el nivel de los embalses está descendiendo progresivamente. Los últimos datos al respecto es que están al 25,8% de su capacidad máxima. En total, la Generalitat ha destinado 83 millones de euros para impulsar 24 actuaciones que beneficiarán a más de 150 municipios con una población de más de 4,7 millones de habitantes. Actualmente, todas las cuencas internas catalanas se encuentran en fase de excepcionalidad. La situación actual de los embalses es la pronosticada en las previsiones más pesimistas realizadas desde la primavera pasada.

El nuevo macrotaladro transcurrirá bajo la sierra, de punta a punta, desde Sant Joan Despí hasta Nou Barris, y en lugar de abrir una vía subterránea para trenes albergará una tubería de agua que conectárá las cuencas del Ter y del Llobregat.

El calendario previsto por Aigües Ter-Llobregat, la empresa pública dependiente de la Conselleria de Medi Ambient responsable del proyecto, es que esta nueva conducción entre en servicio en el 2010. La ejecución del túnel requiere dos años de obras y el resto de trabajos – instalaciones y pruebas- otro año más. Ala espera de que las tuneladoras inicien la perforación, ya se está trabajando en varios puntos. Uno de los más visibles está en Sant Gervasi, por encima del cementerio, en la zona intermedia del trazado, donde habrá una galería de servicios.

Esta gran actuación es clave para aumentar la disponibilidad de agua del sistema de abastecimiento de Barcelona y de su entorno a medio plazo, un objetivo de máxima actualidad las últimas semanas debido a la extrema sequía que está sufriendo Catalunya y que, de no remitir, amenaza con poner en jaque el suministro domiciliario esta misma primavera. Por ello, la Generalitat ha puesto en marcha medidas de urgencia (véase despiece) y, como adelantó La Vanguardia el pasado jueves, ha previsto traer agua desalinizada de Almería en barcos para evitar los cortes.

La interconexión de cuencas (del Llobregat y del Ter) a través de Collserola beneficiará a 4,5 millones de personas que beben y utilizan agua en la región metropolitana. La obra es una de las actuaciones del reformado plan hidrológico y cuenta con un presupuesto de 220 millones de euros, un 57% de los cuales están financiados con fondos de cohesión europeos. Con esta actuación se comunicará el depósito de la Trinitat, al que llega agua del Ter con el de la Fontsanta, alimentado por el Llobregat. La longitud de la tubería será de 14,9 kilómetros (2,9 se construirán en zanja y 12 en túnel visitable construído con las dos grandes perforadoras).

Además de trasvasar agua del Ter y del Llobregat en ambos sentidos, la tubería recibirá en el futuro agua procedente de la desalinizadora de El Prat, después de que sea bombeada hasta Sant Joan Despí. La planta potabilizadora de Cardedeu (Ter) produce en la actualidad 8 m3/s. mientras que la de Abrera (Llobregat), una vez se haya ampliado, tendrá 4 m3/s (ahora alcanza 3 m3/s). La desalinizadora de El Prat, que debe entrar en servicio en el 2009, aportará otros 2,3m3/s. El proyecto incluye la instalación de una estación de bombeo conectada al depósito de la Fontsanta, que permitirá impulsar agua hasta la Trinitat (cota 100) y también hasta la planta de Abrera.

Las dos tuneladoras que se emplearán en esta obra, de seis metros de diámetro -5,80 metros para ser exactos-, son pequeñas si se comparan con las de la L9 (dos son de 12 metros, una tercera de nueve y las dos que están por llegar de nueve y de 12) y con la que se empleará para el túnel del AVE, de casi doce metros (11,70). Con todo, las máquinas del túnel Fontsanta-Trinitat tienen unas dimensiones considerables. Una entrarará por la parte alta de Can Mèlich, en Sant Just Desvern y taladrará hacia el Besòs. La otra se introducirá por la Trinitat y avanzará en sentido contrario.

Sant Gervasi es el punto de encuentro de las macrotaladradoras. Allí se construye la galería de evacuación entre pantallas por la que saldrán. Cuando la tubería esté en servicio, esta galería, de 850 metros y un diámetro de 7,5, servirá como conducto de ventilación y salida de emergencia. Se han previsto otras dos galerías de servicio en Can Fatjó (valle de Sant Just) y en Horta, junto a la cochera de TMB.

El túnel irá a una profundidad de entre 25 y 100 metros. La zona más honda estará a la altura del Tibidabo. La conducción dispondrá de una chimenea de 70 metros en la que fluctuará el agua para equilibrar presiones, lo que permitirá su circulación en los dos sentidos, hacia Sant Joan Despí o hacia la Trinitat. Esta instalación se construirá a cielo abierto


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