R d'acció

Joc de paraules de la paraula redacció que fa referència a la tasca d'escriure i comprende tant en grup com individualment. Bloc del Seminari IV Grup 20 d'Introducció al Periodisme de la FCB de la URL.

23 de maig de 2010
0 comentaris

Entrevista a Paul Osembe

Paul Osembe tiene 23 años y prácticamente nunca ha salido de Gambia.
Fue al colegio hasta los 13 años y desde entonces trabaja de carpintero en el
pequeño taller de su padre, situado en la zona sur de la capital, Banjul.  El taller es la única fuente de
ingresos para una familia que aunque tiene muy poco, vive dignamente. Está
prometido y espera casarse el próximo verano. Me puse en contacto con él
gracias a unos amigos que el pasado verano estuvieron en Gambia y le
conocieron. Para realizar la entrevista tuvo que desplazarse al centro de la
ciudad, el lugar más cercano en el que hay teléfono público.

Durante la entrevista Polo (como así me pidió que le llamase) se
mostró siempre atento y entusiasta, sorprendido, supongo, de que un hombre de España
mostrase interés por su diminuto e ignorado país. A medida que avanza la
entrevista me doy cuenta que el joven es educado y habla con criterio y, desde
sus limitaciones, incluso con sabiduría. Una experiencia muy grata.

-Toda una vida sin salir de Gambia tengo entendido.

-Sólo he salido de Gambia dos veces para ir a Senegal, conseguimos
permisos para ir a comprar maderas para el taller de mi padre.

 

-¿Encontró muchas diferencias entre Gambia y Senegal?

Son países prácticamente iguales, pero quizás se nota más prosperidad
en Senegal. Es más y grande y tiene más habitantes y recursos que Gambia.

 

-¿Sueña con salir algún día de África?

Todos los jóvenes que conozco, mis amigos, sueñan con irse de aquí. A
muchos les gustaría vivir en España. Pero irse es difícil. Todo lo que tenemos
está aquí: la familia, el trabajo, los amigos. A mi me gustaría irme para
estudiar, trabajar y traer dinero a mi familia. Además el gobierno casi no nos
deja salir del país. Se necesitan visados que pueden tardar años en llegar.

 

 

-¿Y escapar?

-Muy arriesgado, una vez cruzas la frontera de Gambia estás totalmente
solo. Además aquí tengo trabajo fijo y aunque somos humildes sabemos que en
Gambia hay mucha gente que lo pasa peor. Mi madre dice siempre que somos muy
afortunados.

 

¿Cómo fue su infancia?

-Como la de casi todos los niños de Gambia. Me gustaba jugar a fútbol
en la calle con mis amigos y mis hermanos [de 24, 20 y 19 años]. Fui a la
escuela hasta los 13 años, cuando mi padre me puso a trabajar en el taller
junto a mi hermano mayor.

 

-¿Cómo es su trabajo y la vida en el taller?

-El taller también es nuestra casa. Ahí vivimos, dormimos, comemos y
trabajamos. Trabajamos según lo que mande mi padre y según los pedidos de los
clientes. Hacemos mesas, estanterías, sillas y arreglamos cosas de las casas de
las casas de los vecinos. Si acabamos pronto mi padre nos deja horas libres. Lo
bueno es que es un negocio familiar y el jefe es nuestro padre. Mi madre se
encarga de cocinar y limpiar la casa.

 

-¿Qué hace en su tiempo libre?

-Me gusta el fútbol, escuchar música reggae, ir a la playa… En
Banjul no hay mucho que hacer si tienes tiempo libre. Algunos fuman ganja
[marihuana] pero a mí no me gusta.

 

-¿Cree que la gente vive bien en Gambia? ¿Prospera?

-Nosotros somos afortunados, pese a ser humildes nunca nos faltó nada.
Desgraciadamente no todo el mundo vive como nosotros. Pero sí que se nota que
gente vive mejor ahora que hace 5 o 10 años. Mi padre siempre me cuenta que mi
abuelo trabajaba como esclavo para un empresario inglés y cuando Gambia se
independizó [de Gran Bretaña, en 1965], él se quedó el taller, que luego pasó a
mi padre y mi padre pasará a mi hermano.

 

 

 

-Según un informe de UNICEF el 69% de la población de Gambia es
pobre. Según lo que usted ve, ¿ese dato es exagerado o cierto?

-La pobreza se ve y se siente. Estamos rodeados de pobreza. No se sí
el índice de pobreza es el que usted dice o no, pero sí que somos un país pobre
aunque poco a poco haya menos gente pobre.

 

-¿Cuál es la relación del pueblo con el Gobierno de Yahya Jammeh?

-De respeto y a veces de miedo porque es un dictador. Hay gente que le
quiere porque ha ayudado mucho al crecimiento del país desde el golpe de estado
[1994] y cuando ha hecho elecciones la gente le ha apoyado a él. Pero también
es cierto que en ocasiones nuestros derechos han sido recortados.

 

-¿A qué se refiere?

-En Gambia ahora sólo existe el partido del presidente. Los demás
están prohibidos. La prensa la controla el presidente, los homosexuales son
perseguidos y condenados, cada vez es más difícil salir del país…

 

-¿Y pese a todo esto aún hay gente que le quiere?

Ayudó a muchas
personas a prosperar.

 

-¿Qué le diría a una persona (como por ejemplo yo) que quisiera
visitar Gambia?

-Le diría que en mi casa lo recibiríamos con los brazos abiertos
[ríe]. Gambia es un país pequeño pero bonito, y la gente es hospitalaria. A un
turista le recomendaría que hiciese una ruta por todo el país y que sobre todo
visitase nuestras playas.

 

-¿Le advertiría de algún peligro que se pudiese encontrar?

-Los gambianos sabemos tratar bien a los turistas. En principio no
tiene que haber problemas pero puede ser peligroso que un turista visite solo
alguna zona de la capital, sobre todo en el norte. Pero Gambia es mucho más
seguro que todos los países africanos de la zona.

Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà. Els camps necessaris estan marcats amb *

Aquest lloc està protegit per reCAPTCHA i s’apliquen la política de privadesa i les condicions del servei de Google.

Us ha agradat aquest article? Compartiu-lo!