Pere Meroño

Lo dijo el otro día Arnaldo Otegui, y estoy totalmente de acuerdo con ello. De hecho, cuando leí como se habían desarrollado las circunstancias –lo leí en LE MONDE,  porque los diarios de los Pirineos para abajo parecían sensacionalistas y se alegraban, escandalosamente, de la muerte del gendarme- decía, que cuando lo leí tuve toda la impresión de que no es un error, de que tampoco es una premeditación etarra, simplemente es una traición a ellos mismos –ETA-, si es que han sido ellos mismos, porque lo que yo pienso, realmente, es que ha sido un topo (…)

Tienen un topo en la Organización, y si no lo tienen se lo ha inventado el Estado español. ¿Qué quiero decir con esto? Abiertamente y sin tapujos: creo que el asesino es alguien cercano a la policía española. Alguien ajeno o introducido en ETA, pero cercano, y por supuesto, pagado, por las autoridades españolas. Rompe toda la tradición etarra. Los etarras, incluso estos, no son unos descerebrados, ni unos suicidas, son unos guerrilleros, obsoletos, sí, pero guerrilleros. ¿Qué quiero decir? Que ETA, como organización, siempre ha estado muy cercana a Francia. Tanto es así, y aunque las circunstancias sean diversas, que hicimos, allá por los años 70, pequeños trabajos para la Republica francesa como tomar contacto con el IRA; con la Baader Meinhof o con Septiembre Negro.

Además, creo, que este incidente, triste incidente, se enmarca en un contexto en que Madrid intenta acabar psicológicamente, políticamente, con la organización. En la que las piezas claves son sacar a ETA de Europa, cosa que ETA nunca ha hecho, ni la nuestra, ni la actual. ETA no ha tenido nunca relaciones con organizaciones terroristas extra-europeas, y si echamos una ojeada a los diarios, veremos que todas las campañas de intoxicación contra la organización han ido por ese camino. La actual, la más grave, dice que “ETA, desde Venezuela, conchabada con Hugo Chávez, y en contacto con las FARC, ha intentado asesinar a diplomáticos colombianos tanto en España, como en Colombia”. Yo personalmente no lo sé. Pero mi olfato me lleva a no creerlo. Y no lo creo porque ETA, repito, la de antes y la de ahora, no es que sea europeísta de convicción, pero nunca ha sabido actuar fuera de Europa, y esto me gustaría dejarlo muy claro. Mucho ha tenido que cambiar la organización –mucho más de lo que lo ha hecho, aunque parezca increíble- para que ETA, al igual que el IRA, sepa moverse fuera del contexto europeo.

Para mí, la gota que desborda el vaso es el asesinato del gendarme. La primera vez que se mata a un gendarme francés. Es un cambio tan cualitativo que no es ni siquiera cuantitativo. Es pasar, directamente, al suicidio. La imagen que tienen los franceses de ETA, no ha cambiado mucho desde los polimilis hasta ahora. Para ellos, ETA, sigue siendo ETA, la organización armada vasca que ayudó, sí, que ayudó, a que en España cambiara el régimen. Esta es la visión que siguen teniendo los franceses, lo sé simplemente por el tono de los periódicos galos, a la hora de tratar las noticias sobre ETA. Y, de repente, sin más ni más, va un etarra, le pega un tiro a un gendarme, y se declara como etarra. Yo creo que lo quería este individuo era romper, definitivamente, los lazos que todavía unen a ETA con Francia. Lazos románticos, pero existentes. Reales. Bueno, no sé que más decir. Estoy indignado, profundamente indignado, con este episodio que puede acabar con el actual proceso de “desmilitarización” de la izquierda abertzale en mi país. Y es por aquí por donde creo que van los “tiros”, que no se de donde vienen.

CAT ’06  La nit dels somriures glaçats

Josep Pallach 1920/1977

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