La base de la civilización es la palabra. La base de la convivencia es el silencio.
Conviene no olvidarlo. Si nos leyéramos unos a otros el pensamiento, seríamos incapaces de soportarnos. No existirían parejas, ni familias, ni gobiernos, ni equipos de fútbol. No existiría sociedad. Incluso sin leernos el pensamiento, la sociedad se degrada cuando decimos cualquier barbaridad que se nos ocurre (…)