Pere Meroño

Diari d'un eurocomunista del #PSUC

14 de maig de 2012
0 comentaris

Antoni Tomàs (lucha obrera corazón proletario)

Antoni Tomàs: “En Blansol se montó, al principio, una Comisión Obrera clandestina, y siempre se funcionó en asamblea abierta a todo el mundo –unos 84 trabajadores-. Luchando hacia adelante, sin marcha atrás, sin claudicaciones. Hasta el final. Cuando veíamos que la patronal no accedía a las reivindicaciones reducíamos nuestras propuestas al mínimo, tratando de beneficiar a los trabajadores peor pagados o tratados: en este caso a los peones. E incluso así, el patrón –Lluís Sol Vallès- se negó a hacer ninguna concesión. Declaramos, pues, una huelga total, indefinida, sin salida, hasta el final ” (…)

“Y así las cosas, nos organizamos para dar salida a todos los trabajadores que quedaran en paro. En pocos meses todo el mundo encontró empleo, y yo y Portolés, los cabecillas de la lucha obrera, como hacen los capitanes de barco, fuimos los últimos en buscar empleo”, afirma Tomàs. Portolés y Tomàs se fueron a Bector Dual, y al poco organizaron huelgas y quedaron, nuevamente, en la calle.

 

Antoni Tomàs. “Recuerdo en los momentos finales, un grupo de trabajadores sentados ante la entrada en la empresa, y rodeados de guardias civiles con el fusil a punto”. El abogado que los defendió fue Francesc Casares. Él, para intentar ganar, les sugirió que debían defender que no hubo huelga. “Nos negamos. Y, claro, perdimos: fue despido colectivo por causa justificada”.

 

“Me preguntas si -como dices que dicen gente de las corrientes de autonomia obrera- que la de Blansol fue una huelga “autónoma”. No sé qué decirte: fue una huelga organizada desde dentro, sin concurso de sindicatos ni partidos, asamblearia y con delegados nombrados y revocables para negociar”. Si eso es una lucha y una huelga autónoma, eso fue la huelga de Blansol”.

 

Antoni Tomàs Pineda, nació en Sant Jaume de Llierca, en la comarca volcánica de la Garrotxa, en 1941. Ha trabajado en muchas empresas. En La Maquinista Terrestre y Marítima, en el barrio de Sant Andreu, de Barcelona, estuvo entre los años 1958-1962; 1965-1967 y 1982-1991 (hasta su cierre definitivo; los períodos de salida fueron motivados, siempre, por despido).

 

Políticamente, sólo militó en el Front Obrer de Catalunya-F.O.C. organización confederada con el Frente de Liberación Popular-F.L.P., ingresando en 1960, y procedente de la Associació Democràtica Popular de Catalunya-A.D.P.C. precedente del F.O.C. e integrada por universitarios como Jaume Lorés, Pasqual Maragall, José Ignacio Urenda… Antoni, formó parte de la célula de ese partido en la Maquinista junto a, entre otros: Lluís Toro, Conrad Solà, Pallarés, Daniel Cando, Tomàs Chicharro, Josep Doladé … En esos años, había gente organizada, dentro de la Maquinista, de C.N.T. y P.S.U.C. En cuanto al F.O.C. Tomàs dejó de ir a reuniones el verano de 1967, estallando la organización, y disolviéndose, en 1969.

 

Habiendo dejado el F.O.C., Antoni Tomàs no quiso militar nunca más en partido alguno. Le cansaban las reuniones, las divisiones… Eso sí, se apuntaba a las acciones y movidas, siempre que las convocara un partido a la izquierda del P.S.U.C. En una ocasión –me cuenta- participó en un acto de protesta por el Proceso de Burgos organizado por Bandera Roja y en el que fueron lanzados cócteles molotov y se quemó un autobús después de hacer desalojar al conductor y al pasaje. Tomàs participaba también en agresiones a “esquiroles”, tirar tornillos para dificultar la actuación de la policia a caballo… “Siempre –insiste- cosas prácticas, útiles…”.

 

En 1962 se creó la primera Comisión Obrera. Su nacimiento se produjo a instancias de la empresa y del sindicato vertical franquista –la C.N.S.-. debido a que los trabajadores estaban en huelga. También por que el sistema oficial de enlaces sindicales y jurados de empresa no funcionaba. Así pues, se hizo una asamblea y fueron elegidos un grupo de chavales de 20 años, para representar a los trabajadores de esa empresa de más de 3.000 empleados. Esos veinteañeros que hoy tienen ya 70 tacos.

 

Volviendo a Blansol, y durante la huelga en 1968, contactaron con Antoni Tomàs miembros de la revista “Bandera Roja” –que más tarde dio nombre a la organización comunista Bandera Roja. En concreto, se trató de Manuel Pujadas, quien reflejó ésta experiencia de lucha obrera mediante un informe y de las cintas magnetofónicas que Alfons Carles Comín había grabado a los trabajadores de Blansol y que al ser detenido durante el estado de excepción se entregaron a Pujadas y él convirtió en fichas.Todo este material fue entregado a Josep Dalmau, cura de Gallifa, que escribió un libro.

Después de varios cambios, el texto se tradujo al castellano y fue editado en Italia con el título: “Lucha unida, victoria proletaria (Empresa Blansol: 1956-1969)”, por Sapere Edizioni, y gracias a la intercesión de Luigi Bruni y otros miembros del partido Lotta Continua-L.C. En total, hubo 4 ediciones con un total de 7.000 ejemplares vendidos y/o distribuidos. L.C. organizó todos los pasos de la frontera menos de la primera edición de 1.000 ejemplares que lo pasaron miembros del Movimiento Ibérico de Liberación-M.I.L. al que perteneció Salvador Puig Antich, y quien tuvo en sus manos ejemplares de esa primera edición.

De Antoni Tomàs me habló, por cierto, y muy bien, el líder de Bandera Roja Jordi Borja –“Antoni Tomas, un fantástico dirigente obrero, un sindicalista modélico, con el que todavía hoy me sigo viendo de vez en cuando”. Con él me vi la mañana del sábado 12 de mayo, cuando el 15-M conmemoraba su nacimiento y trataba de tomar nuevo impulso. Tomás, Portolés… y otros sindicalistas combativos, habían quedado citados por la tarde para apoyar los actos reivindicativos del joven movimiento.

 

Tomàs cuenta que se formó, en primer lugar, hablando con antiguos miembros del P.O.U.M. en su pueblo natal, trabajadores algunos de la empresa BRUTAU donde él trabajó, y que durante la guerra y la revolución de 1936-1939 fue colectivizada. Contó, también, la preparación recibida en la escuela de aprendices en la Maquinista, y, sobre todo, en el grupo obrero del F.O.C. en su empresa y en la experiencia adquirida en muchas otras luchas.

 

“¡Ahora ya que no hay revolución, al menos hagamos lucha obrera!”, remacha el clavo este septuagenario de largo recorrido: Antoni Tomàs, lucha obrera corazon proletario.

 

http://twitter.com/perermerono

 

CANIGÓ, setmanari independent dels Països Catalans

 

Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà. Els camps necessaris estan marcats amb *

Aquest lloc està protegit per reCAPTCHA i s’apliquen la política de privadesa i les condicions del servei de Google.

Us ha agradat aquest article? Compartiu-lo!