En el delicado debate del acceso a los medicamentos en países en vías de desarrollo, dos de las principales áreas con mayor actividad y con mayor prospección de futuro son la investigación y el desarrollo y el uso racional de los medicamentos. Y precisamente en ambos terrenos es necesario implementar una serie de iniciativas encaminadas no sólo a mejorar ese acceso al fármaco sino también el acceso a la salud. Alguna de estas propuestas son redefinir las prioridades en I+D, fomentar políticas comerciales más transparentes, impulsar y potenciar el papel de las agencias reguladoras, desarrollar y aplicar las listas de medicamentos esenciales y formar a médicos y farmacéuticos en todo lo relacionado con el uso racional y acceso al medicamento. Estas son algunas de las conclusiones a las que han llegado prestigiosos expertos españoles y extranjeros que han participado en diversas jornadas enmarcadas en la campaña Esenciales para la vida, organizada por Farmamundi y clausurada la semana pasada en Madrid. Un difícil equilibrio En definitiva se trata de un conjunto de medidas, recopiladas en un libro que pronto podrá consultarse on line en la página web de Farmamundi, que abogan por preservar el difícil equilibrio entre el derecho a la salud y los derechos económicos, como indicó Sergio Galán, de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), presente en el acto de clausura. Sobre este asunto, Francisco J. Fernández, director de CF, reconoció que, efectivamente, ese equilibrio es “complejo y delicado” y que en un mundo cada vez más globalizado “hace falta un “marco mínimo uniforme para proteger los derechos de propiedad intelectual” sin perder de vista el hecho de que “muchas personas mueren por no disponer de un fármaco y por causas no mortales