Miquel Roman

EL PERIODICO. La acusada de matar ancianas no es una enferma mental. El examen refleja que Remedios Sánchez se considera "demasiado buena". A la imputada se le atribuye el asesinato de tres mujeres y cinco tentativas más

MONTSE MARTÍNEZ. BARCELONA. Remedios Sánchez, la mujer de 48 años acusada de matar a tres ancianas e intentar asesinar a otras cinco, no es una enferma mental.

Es la principal conclusión del examen psiquiátrico al que se ha sometido a la acusada, a la que también se le imputan ocho robos con violencia cometidos contra las mismas ancianas a las que luego intentaba quitar la vida. El informe médico no hace ninguna referencia a la ludopatía que, según fuentes policiales, padece la acusada.

Las conclusiones del informe, estructuradas en cinco puntos, aseguran que Remedios Sánchez "no presenta signos de enfermedad mental activa en la actualidad ni existen signos de haberla presentado con anterioridad". "No se aprecian rasgos –reza el segundo punto– que cumplan criterios para diagnosticar trastorno de la personalidad".

La tercera conclusión hace referencia a su nivel intelectivo, situado "en el rango medio de la normalidad para una persona de su edad y su nivel sociocultural". Tampoco se aprecia "sintomatología compatible con dependencia ni consumo de sustancias tóxicas". Para finalizar, los forenses concluyen que "sus facultades cognoscitivas estaban conservadas" cuando cometió los hechos.

"MAL GENIO" Los facultativos que la han examinado reflejan en su informe que Remedios Sánchez se autodefine como "demasiado buena", "egoísta", "un poco terca" y con "mal genio". Además, dice implicarse en las cosas que lleva a cabo y se considera una persona "no nerviosa y poco impulsiva".

Con una "autoestima moderada", la acusada, según refleja el informe, muestra una baja capacidad para expresar sentimientos e ideas de manera libre, clara y sencilla, una tendencia a ver el origen de los problemas en los demás y una escasa capacidad autocrítica. El trabajo de los facultativos también destaca una "impulsividad latente y hostilidad encubierta".

El informe también sostiene que Remedios Sánchez, preocupada por las consecuencias que puede tener su situación judicial para sus dos hijos, nunca había recibido tratamiento psiquiátrico ni de otro tipo con anterioridad.

"PIERNAS INQUIETAS" Lo único destacable, según los especialistas, es que la acusada padece desde hace ocho años el síndrome de las "piernas inquietas", un hormigueo que padecen los pacientes en sus extremidades cuando están en reposo.

La acusada, natural de A Coruña, trabajaba en un bar y era vecina de Nou Barris. Separada y madre de dos mellizos de 24 años, mantuvo en jaque a los responsables policiales cuando, entre el 10 de junio y el 3 de julio del 2006, acabó con la vida, presuntamente, de tres ancianas a las que previamente cameló para subir a su casa y robarles. Cinco lograron salvar la vida.