Jaume Renyer

per l'esquerra de la llibertat

27 de gener de 2014
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El testament de Frida

Avui hom commemora el Dia Mundial en Record de les Víctimes de l’Holocaust perpetrat pels nazis i els seus col·laboradors d’arreu d’Europa, els franquistes inclosos. Cal rebatre els qui  banalitzen el nazisme i els que fins i tot justifiquen el fexisme que rebrota altre cop a molts estats europeus, però espacialment a Grècia, a França i a Espanya.

Cal recordar qui eren i que sentien les víctimes d’ahir per saber  contra qui cal lluitar ara. Per això avui transcric la carta pòstuma d’una de les víctimes de l’Holocaust, de data 11 de juliol del 1944. El paper fou trobat entre les restes del gueto de Shavli, a Lituània, i publicata l’obra de Zwi Bacharach, “Estás son mis últimas palabras….”, un recull de cartes pòstumes de víctimes jueves de la Shoah, editat pel Museu Yad Vasem, Jerusalem, 2006, pàgina 212. L’autora transmet serenitat, humanitat i esperança malgrat estar confrontada a una mort imminent i, sobretot, una impressionat consciència nacional en referir-se a les víctimes de la Inquisició i els pioners de la pàtria d’Israel.  

“Durante la evacuación del gueto,a un paso entre la vida y la muerte, he dejado fotografías de mis seres más queridos, con la esperanza de que alguien, al cavar la tierra, las encuentre, y también con la esperanza de que esa misma persona tenga la amabilidad de entregárselas a alguno de mis parientes o amigos en América o en la Tierra de Israel, si es que alguien logra sobrevivir. Mi nombre es Frida Niselevitch, oriunda de Veigueve.

A mi querido y respetado padre Najum Tzvi Niselevitch, mi hermana Shoshana Stein y su marido Mija-Yehuda Stein, y a otros parientes de Kelme que sobrevivieron: a mi querida sobrina Ester’le Stein en Zaguer. Abrazo cariñosamente a los seres queridos que reciban este testamento. Si tan sólo supiesen que hasta ahora sigo viva, la única d ela família. No sé nada de los demás. A mi querida madre la he visto por última vez en la cárcel: de mis hermanos Simja y Meir Niselevitch sé que estuvieron en Panevezys antes de la guerra.

Les envio bendiciones a mis hermanos judíos que quedaron después de la Inquisición, y ojalá que puedan ser fieles hijos de nuestra patria sagrada, la Tierra de Israel”. 

Post Scriptum, 28 de gener del 2014.

Reprodueixo l’article de l’escriptor Benjamin Weinthal publicat avui mateix al Jerusalem Post analitzant les causes psicològiques profundes de l’antisemitisme europeu posterior al 1945. Pedro Gómez-Valadés, n’ha fet la traducció al castellà:

“El aclamado novelista británico Howard Jacobson abrió su discurso en el B’nai B’rith World Center en Jerusalén, en octubre pasado, con un penetrante sarcasmo: “La cuestión es retórica. ¿Cuando se perdonará a los judíos por el Holocausto? Nunca”.Sin embargo, se ha producido un cambio en las bases del antisemitismo.

Israel se ha convertido en el judío colectivo entre las naciones, como el fallecido historiador francés Léon Poliakov afirmó acerca de la nueva metamorfosis del odio al (a lo) judío. La afirmación de Jacobson traía a colación la alucinante visión del psicoanalista israelí Zvi Rex, quien había afirmado: “Los alemanes nunca perdonarán a los judíos Auschwitz”. La lógica antisemita que funciona en la actualidad sería la respuesta al sentimiento patológico de culpabilidad de Europa por el Holocausto, lo que, en definitiva, supondría intentar trasladar la carga de la culpa a los judíos para así limpiar su conciencia.

Dos filósofos marxistas judeo-alemanes, Max Horkheimer y Theodor W. Adorno, acuñaron un término sociológico esotérico para lo que se desarrolló en la Alemania post-Shoah: el antisemitismo defensivo de la culpa.Por un lado, Adorno y Horkheimer parecen echar mano de una psicología casera. Pero por otro lado, el poder explicativo de un antisemitismo que está detrás del sentimiento de culpa y que promueve el odio a los judíos y a Israel puede proporcionar una nueva perspectiva a la obsesión peculiar de Europa con el Estado judío.

Europa parece estar obsesionada en gran manera con la imposición de una política de disciplinamiento y de castigo sobre Israel. ¿Cómo explicar los esfuerzos realizados por el gobierno alemán y los estados miembros de la Unión Europea (UE) en etiquetar los productos procedentes de los territorios en disputa? Y cómo explicar que esa misma UE se niega a aplicar ese mismo sistema de etiquetado para esas otras decenas de conflictos territoriales que van desde China /Tibet y Turquía / Chipre a Marruecos / Sáhara Occidental.

Los orígenes de esa inquietante preocupación de Europa por Israel se remontan a finales de 1960. El escritor judío austriaco, y sobreviviente de Auschwitz, Jean Amery reconocía que el “antisionismo contiene al antisemitismo como una nube contiene una tormenta”. El autor judío alemán Henryk M. Broder quizás retrató mejor la mezcla tóxica de la culpa por el Holocausto con el deseo patológico de desmantelar Israel. En un artículo que escribió en la década de 1980, decía a sus contemporáneos alemanes: “Seguís siendo hijos de vuestros padres. Vuestro judío actual es el Estado de Israel”. Sacha Stawski, un experto en el antisemitismo en los medios de comunicación alemanes, le dijo a The Jerusalem Post este lunes que “el antisemitismo relacionado con Israel es probablemente la forma más común y más persistente de antisemitismo en todos los niveles de la sociedad actual”.

Stawski, que es un judío alemán y editor en jefe de la web que controla el antisemitismo en los medios Honestly Concerned, añadió: “Hoy ya no está de moda odiar a los judíos abiertamente, pero es perfectamente aceptable debatir acerca, y manifestarse en contra, de la esencia misma y de la existencia del Estado judío, y todo ello de una manera y con un sentimiento que no sería aceptable para casi cualquier otro país”. La teoría socio-psicológica articulada por Adorno y Horkheimer podría, sólo podría, proporcionar una comprensión a un macro-nivel de una epidemia paneuropea que está obsesionada con convertir a Israel en un saco de boxeo humano.”

Post Scriptum, 30 de gener del 2014.

Enllaço una notícia gens anecdòtica que informa del lliurament al Museu Yad Vasem de dades de familiars jueus holandesos de Johan Cruyff assassinats pels nazis el mateix dia que hom recorda les víctimes de la Shoah.

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