al ver que en su tierna infancia
todos los niños en Francia
supiesen hablar francés.
Arte diabólico es,
dijo, torciendo el mostacho,
que para hablar en gabacho
un fidalgo en Portugal,
llega a viejo y lo hace mal,
y aquí lo parla un muchacho.
Sembla que els aspanyols estan encara a l’alçada d’aquest poema del segle XVIII de Nicolás Fernández de Moratín.
No es fan a la idea que la nostra llengua no siga l’espanyol. Com deia un company de mili, "y vosotros no os cansáis de hablar en catalán nunca".
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