R d'acció

Joc de paraules de la paraula redacció que fa referència a la tasca d'escriure i comprende tant en grup com individualment. Bloc del Seminari IV Grup 20 d'Introducció al Periodisme de la FCB de la URL.

28 de maig de 2009
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TAILANDIA, UN PAIS EN BUSCA DE UN FUTURO.

La situación por la que atraviesa Tailandia se puede resumir en pocas palabras como una lucha de poder entre la izquierda y la derecha, entre ricos y pobres, entre lo viejo y lo nuevo. En definitiva, entre seguir anclado en el tiempo o subirse al tren del siglo XXI, entre otras cosas porque este país del sudeste asiático se encuentra, precisamente en el continente  que está destinado a convertirse en el motor del globo en los próximos años.

Una figura es indiscutible en el país: el rey Bhumibol Adulyadej. De 81 años de edad, reina en Tailandia desde el año 1946 y es el jefe de estado que más tiempo lleva en el cargo en todo el mundo. Aunque oficialmente no gobierna, la estabilidad del país depende de él y maneja los hilos del poder a su antojo. A pesar de su avanzada edad es aun la referencia máxima del país y todo el mundo acata sus decisiones. Conocedor de su poder, no duda en utilizar al ejército cuando lo cree necesario para estabilizar el país.

Tailandia es un país que durante los últimos cuarenta años se ha caracterizado por vivir en un constante sobresalto, alternando gobiernos militares y democráticos. La actual situación de inestabilidad tiene su origen en el año 1997 hasta que los organismos de control de las instituciones tailandesas propiciaron un golpe de estado en el 2006, tras ser acusado de nepotismo y corrupción al primer ministro Thaksin Shinawatra, un multimillonario hombre de negocios que decidió entrar en política en 1998 y que ganó las elecciones con un programa a medio camino entre el populismo y el progresismo.

Desde entonces, la situación se ha vuelto insostenible en el país. Entre otras razones porque permanece bloqueado política y económicamente. La sociedad tailandesa está dividida en dos bloques antagónicos. Una irreconciliable división política que enfrenta a simpatizantes de la realeza, el Ejército y una clase media urbana contra una mayoría rural humilde, leal a Thaksin y sus políticas populistas. Esta división se plasma en la calle en el pulso por el poder que mantienen los “camisas amarillas” y los “camisas rojas”. Un panorama que está hundiendo la economía del país, muy dependiente del turismo. El actual statu quo político resulta insostenible y todo indica que ambas partes se volverán aun más radicales. Sin embargo, lo que nadie sabe con certeza es cuando se producirá un nuevo choque,  que desenlace tendrá y cual será el papel que jugará el ejército. El nuevo primer ministro tailandés, Abhisit es muy consciente de cómo ha llegado al poder, el papel han jugado tanto las masas en la calle como el ejército y no está dispuesto a perderlo de la misma manera que lo ganó. Su apuesta es estabilizar el país mediante la utilización de la fuerza, si es necesario. Y el ejército parece estar de acuerdo en esa estrategia. Tailandia debe entrar en una vía de normalización democrática para que la economía se recupere y que el país se estabilice.

Pie de foto: actual Primer Mininstro Abhisit Vejjajiva, líder del Partido Demócrata y Thaksin Shinawatra, líder del partido Thai Rek Thai.

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