Una ola de violencia se apodera de la selva peruana
La policía no descarta la implicación de organizaciones cocaleras en los asesinatos
Una oleada de asesinatos relacionados con el narcotráfico en el Valle del Río Apurímac y Ene (VRAE), Perú, ha causado más de 20 muertos y ha encendido la alarma en todo el país, ante la evidente expansión del narcoterrorismo.
El VRAE , que tiene una superficie de 12000 km2, se encuentra situado en la selva amazónica y es una de las zonas más deterioradas y conflictivas de Perú, fruto de la convivencia con el grupo terrorista Sendero Luminoso y los mayores productores de coca ilegal del país. El índice de violencia en esta zona ha incrementado considerablemente desde el pasado enero, el mismo mes en que el presidente del gobierno Alan García oficializó la creación de una región militar temporal para consolidar la lucha contra el narcoterrorismo, y lograr la pacificación en el VRAE. Dos días antes de la oficialización, el ocho de enero, dos sicarios acabaron con la vida de Neyra Jaimes, supuestamente por un ajuste de cuentas relacionado con drogas. Pocos días después, apareció asesinada Julia Gladys, la esposa de un funcionario que trabajaba en un programa especial de cultivos alternativos a la hoja de coca, algo que va en contra de los intereses de los narcotraficantes. Han sido varios los asesinatos acontecidos desde esta última muerte hasta el día de hoy, y que han sembrando polémica en todo el país, pero sin duda el más importante ocurrió el 9 de abril, cuando 14 soldados peruanos murieron en dos emboscadas. El jefe del grupo terrorista Sendero Luminoso, Víctor Quispe Palomino,se atribuyó la autoría de los ataques afirmando que los soldados emboscados “son hijos del pueblo, pero no defienden a la patria, y bajo el supuesto de combatir al narcosenderismo están combatiendo al Partido Comunista del Perú” (como se autodenominan) . La organización terrorista, fundada a finales de los años 60 , tenía una ideología maoísta que con los años ha ido perdiendo fuerza y finalmente se ha convertido en una sucursal del narcotráfico sin motivaciones ideológicas. Según fuentes policiales, esta ola de violencia podría estar relacionada con la forzosa erradicación de los cultivos de coca, que el partido de Alan García está llevando a cabo respaldado por Estados Unidos. La policía investiga la posible relación entre los numerosos asesinatos cometidos por sicarios, y aunque no revela muchos datos,no descarta la posible implicación de alguna de las productoras de coca más importantes del país. El gobierno ha respondido a los ataques del narcotráfico elaborando un plan de lucha contra el narcoterrorismo, que se pondrá en marcha en los próximos días ,y con el que pretenden afirmar la presencia institucional del Estado en VRAE y el desarrollo social con seguridad.
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