Pere Meroño

Diari d'un eurocomunista del #PSUC

5 de juny de 2015
1 comentari

Podemos y su Frente Amplio

Podemos se dirige hacia al Frente Amplio. El éxito de las listas cívicas de izquierda en Barcelona, Madrid, Zaragoza, A Coruña y Santiago, más el gran resultado de la coalición Compromís en Valencia, están decantando el debate interno en el partido del círculo violeta en favor de una amplia plataforma de la ‘nueva’ izquierda en las próximas elecciones generales. Podemos y Asociados.

La fórmula aún no está definida, pero en estos momentos se descarta una coalición orgánica con Izquierda Unida, que logró cosechar un millón de votos en las elecciones municipales del pasado 24 de mayo. Un millón de votos que apenas van a tener influencia en el gobierno de las grandes ciudades y en las principales autonomías, puesto que han servido para conquistar posiciones significativas en las instituciones locales y regionales. Un millón de votos políticamente dispersos. Un pésimo resultado para Izquierda Unida, que no podrá resistir los reclamos del Frente Amplio, quizá sin posibilidad de establecer una negociación entre estados mayores.

Podemos pretende ser el partido-guía del Frente Amplio, con agregaciones territoriales diversas, abierto a los cuadros y militantes de IU, sin un pacto con el vértice de esta federación, hasta ahora dominada por el viejo Partido Comunista de España. Una suma de ‘confluencias’, según el argot generado estos últimos meses por la gente de Podemos.

(Frente Amplio, agregación de fuerzas de izquierda –socialistas, comunistas, marxistas con otras filiaciones, liberales progresistas…– creada en 1971 en Uruguay frente a los dos partidos tradicionales del país, el Blanco y el Colorado, que ha obtenido importantes éxitos electorales en los últimos años. Al Frente Amplio pertenecen el presidente saliente de Uruguay, José Mujica, uno de los referentes sentimentales de la ‘nueva’ izquierda española, y el presidente entrante, Tabaré Vázquez).

El camino hacia el Frente Amplio no es fácil. La construcción de grandes mosaicos requiere tiempo y paciencia, y la política española se ha puesto a correr de manera endiablada. No será fácil. Un ejemplo: el País Valencià. La alianza electoral de Podemos y Compromís daría lugar a una fuerza claramente superior al PSOE valenciano, pero Compromís es, a su vez, una aleación de materiales diversos. Confluyen en Compromís el radicalismo urbano de Mònica Oltra y Joan Ribó, futuro alcalde de Valencia, ambos provinentes del eurocomunismo, y el valencianismo menestral del Bloc Nacionalista Valencià, con tranquilos acentos progresistas, un partido, el Bloc, con fuerte implantación en las comarcas valencianas, que podríamos situar a la izquierda de CiU, siendo mucho más moderado que ERC en el enfoque nacional.

El camino del Frente Amplio pasa por Catalunya. El éxito indiscutible de Barcelona en Comú invita a repetir la experiencia en las elecciones catalanas inicialmente anunciadas para el 27 de septiembre. Atrás queda el planteamiento jacobino que el grupo dirigente de Podemos defendía hace unos meses, imponiendo sus siglas a cualquier oferta de colaboración y negándose a una traducción ‘nacional’ de su corriente en Catalunya. Telón histórico: la vieja cuestión del PCE y el PSUC, compleja e incluso dramática.

(La trágica defenestración de Joan Comorera, fundador del PSUC, acusado en 1949 por la dirección comunista española de ‘titista, y ‘traidor nacionalista pequeño burgués’. Expulsado, vilipendiado y ailsado, Comorera, antiguo colaborador de Lluis Companys y ex consejero de Economía de la Generalitat republicana, tuvo el arrojo de regresar en solitario a Barcelona en 1950 para intentar defender sus ideas desde la clandestinidad. Fue detenido por la Policía en 1954 en un piso del Eixample, donde sobrevivía traduciendo del francés novelas de Simenon. Condenado a 30 años de prisión, murió en la cárcel de Burgos, respetado por los presos comunistas, que desoyeron las consignas en su contra emanadas por la dirección del PCE. El suyo fue el primer entierro civil que lograron celebrar los presos políticos de la Prisión Central de Burgos).

Historias de otro tiempo. El grupo dirigente de ICV está dispuesto a fundirse en el interior de una ‘Catalunya en Comú’ y a distanciarse, aún más, del discurso soberanista. Los recientes resultados electorales en el área metropolitana de Barcelona refuerzan este enfoque. El Frente Amplio tendrá un discurso federal, pero no querrá ir con adherencias independentistas a una durísima batalla electoral con el Partido Popular, que le está esperando, para polarizar el combate en detrimento del PSOE. En este contexto hay que situar las declaraciones de Ada Colau ayer, tomando distancias de la denominada ‘hoja de ruta’ soberanista, con el consiguiente alejamiento de las exigencias de ERC, de cara a la formación del nuevo gobierno municipal de Barcelona. La futura alcaldesa de Barcelona será en los próximos meses uno de los grandes referentes del Frente Amplio.

Enric Juliana. La Vanguardia.

 

 

  1. Pur marqueting populista i moviments electoralistes.

    Sols hi falta la monja (aquests dies en creuer) i la cabra (o ja la tenim?).

    Atentament

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