Jaume Reixach, director d’Eldebat.com, publica un article en què parla d’ERC. Considera que ha consolidat el vot malgrat totes les previsions de daltabaix i totes les barrabassades que els han fet. Opina que el partit està preparat per continuar l’ascens els propers anys, que és un fenomen i que el país acabarà sent seu. Hem assistit a un període de linxament mediàtic d’Esquerra que venia de lluny, que va esclatar amb la trobada de Carod amb ETA i que ha durat tota la legislatura. Fins i tot, aquests darrers dies trobo que El Periódico és més benèvol amb ERC. Serà qüestió de vigilar-ho.
Sempre s’ha dit que un dels problemes d’ERC era no tenir cap mitjà de gran abast que els fos, no ja favorable, sinó una mica menys agressiu. Això podria estar canviant. Potser alguns mitjans també s’estan resituant en el nou escenari polític català. I no em refereixo només a la legislatura, sinó a la identificació del nou punt d’interès, el pols amb el PSC, la consolidació de l’alternança en forma de govern d’esquerres. Ja no cal parlar de nacionalisme. Ara podem començar a parlar del país, de la gent. Ara toca parlar de la Renfe i de l’aeroport, de la qualitat de vida. Per als socialistes, la prioritat sempre han estat les persones, i en això han trobat la companyia de la gent d’ERC, per a qui també són importants les persones. Són tan importants, que els volen procurar tots els recursos necessaris per viure millor. Fins i tot, si cal, tenir un estat propi, perquè tothom entén que amb una administració de proximitat es viu molt millor.
Els mitjans s’ensumen alguna cosa, i no sé si estan gaire disposats a apostar pel discurs ploramiques de CiU: que si Mas ha estat el més votat, que si el president del Parlament no és legítim, que si el càrrec de vicepresident no està contemplat a l’estatut, etc., etc. D’aquí a quatre anys podríem tornar-nos a trobar exactament igual, escó amunt, escó avall. Per tant, cal tocar de peus a terra. I això vol dir que hi ha un govern amb tres partits que coincideixen a voler fer polítiques d’esquerres, però que tenen objectius diferents. I el combat que ens espera serà d’allò més divertit, també per als mitjans. I entre els mitjans, és clar, també els blocaires.
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Xavier,
No es per dur-te la contraria, però, de veritat et creus que el govern tripartit farà una sola política que no hagués pogut ser perfectament assumida per CiU? Imagino que em diràs que si, que el tripartit farà polítiques qu no haguessin pogut mai ser assumides per CiU. I, si em permets la broma, potser tindràs raó pel que fa a les polítiques nacionals, estic segur que n’hi haurà algunes que CiU no hauria pogut assumir, però jo em referia a les socials, en aquest cas.
Com deia, imagino que em diràs que si, que el tripartit farà polítiques socials que haguessin estat inassumibles per CiU. Francament, m’encantarà que me les expliquis, perquè de moment, no he vist res que m’ho faci pensar.
I, vist que ets un adversari en el debat d’alçada, em permetré el luxe una vegada que puc, de cridar al cosí del Zumosol, en aquest cas en forma d’article al bloc personal de l’Iñaki Anasagasti, que em prenc la llibertat de recollir. L’adreça del bloc del sr. Anasagasti és aquesta:
http://ianasagasti.blogs.com/
I l’article en qüestió és el següent:
LA IZQUIERDA ABERTZALE CATALANA
Fue
hace 28 años. El PNV había decidido convocar una manifestación contra
ETA. Iba a tener lugar en Bilbao. Recuerdo que la izquierda abertzale
arremetió contra nosotros con una dureza inusitada. De entre las
críticas que recibimos, destacó la proferida por Mario Onaindia, que
nos tildó de oportunistas, mientras vaticinaba que todo lo que aquel
gesto nos iba a permitir ganar por la derecha, íbamos a perderlo por la
izquierda. Y aprovechó la ocasión para criticar una vez más el
abertzalismo claudicante de un PNV que, en su opinión, renunciaba a las
reivindicaciones nacionales más elementales.
Después,
Onaindia evolucionó. Y lo hizo con tanta energía, que acabó militando
en el PSOE y escribiendo libros furibundamente antinacionalistas. La
izquierda abertzale radical que profesaba en 1978, se convirtió, con el
paso de los lustros, en una socialdemocracia tenue y antiabertzale. En
lo social, su pensamiento político evolucionó 89 grados. Pero en lo
nacional, 180. Eso sí, continuó dándonos clases de racionalidad y
coherencia políticas, hasta su muerte.
No
ha sido el peor. Otros, que en el pasado fueron, también, izquierdistas
e hiper abertzales, militan, ahora, en el PP. Es el caso de Jon
Juaristi. Su giro ha sido de 180 grados, tanto en lo social, como en lo
nacional.
Quienes
definen su identidad ideológica sobre el doble pilar izquierdista e
independentista, gozan, siempre, de amplias ventajas a la hora de
situarse y actuar en el terreno político. Su nacionalismo radical les
permite criticar a los nacionalistas tibios, acusándolos de traidores y
vendepatrias, sin que eso les impida a ellos acogerse a su identidad de
izquierdas, para entenderse políticamente con partidos españoles
(también de izquierdas), sin que su ideario se resienta lo más mínimo.
Porque son independentistas, pero también son de izquierdas. Y el eje
de sus alianzas puede ser el nacional, pero también puede ser el
social. Y los dos ejes forman parte de su identidad política. Esto
ocurrió con muchos de los antiguos Euskadiko Eskerras. Que se quedaron
en el PSOE, sin que se les alterara lo más mínimo el color y el gesto
de la cara. Pero la historia no acabó con ellos. Hay otros en similar situación que, mucho me temo, acabarán haciendo lo mismo.
El
de ERC es un ejemplo paradigmático de esto que digo. En cuestión de
meses, ha contorsionado sus mensajes, hasta extremos increíbles. Hace
unos meses, su secretario general, Joan Puigcercós, declaraba a un
diario vasco (DEIA 8 de mayo de 2006) que la vocación de su partido
consistía en conformar un núcleo independentista y de izquierdas,
frente al regionalismo de CiU que, en su opinión, estaba, cada vez, más
cerca del PSC. ¿No teme un futuro pacto de gobierno de CiU y PSC en la
Generalitat?, le preguntaba el periodista. Su respuesta era terminante:
“Sí
me da miedo la sociovergencia, pero es legítima. Si deciden pactar, que
lo hagan. Eso clarificaría mucho las cosas, porque Cataluña avanza
hacia un modelo de tres espacios políticos, que se van a poder ver en
el referéndum: el regionalismo centrista de CiU y el PSC, el
españolismo de derechas del PP, y el independentismo de izquierdas de
ERC”
La
izquierda abertzale auténtica era ERC. Auténtica en lo abertzale y
auténtica en lo izquierdoso. Si CiU pactaba con el PSC, estaría
contribuyendo a la conformación de una suerte de “regionalismo
centrista”, entregado a la causa española. Pero con ellos no existía
ese riesgo. Ellos eran “el independentismo de izquierdas”.
Una
vez celebradas las elecciones, todo el mundo ha podido comprobar que
quien se ha ido con el PSC, arrinconando al partido más votado en todas
las circunscripciones, no ha sido el “regionalista” CiU, sino el
“independentista” ERC. ¿Cómo ha podido ocurrir semejante cosa?
Fácilmente. De la misma manera que ocurrió con Mario Onaindía. La
izquierda es, para ellos, una coartada que les permite hacer lo que
quieren sin que nadie pueda acusarles de traidores, porque ellos, ya se
sabe, son “independentistas”. Más nacionalistas que nadie. Y como son
más nacionalistas que nadie, nadie puede sospechar que estén vendiendo
Catalunya al PSOE. Si lo hace CiU, estaría contribuyendo a conformar,
junto con el PSC, un sano “regionalismo centrista”. Pero ERC es
independentista y lo puede hacer sin que de ello derive peligro alguno
para Catalunya.
Las
explicaciones que han dado los líderes de ERC para explicar esta
maniobra, no tienen pérdida. Carod Rovira argumentaba en un artículo
publicado el pasado sábado en EL PAIS (el órgano oficial del Gobierno
del PSOE) que el acuerdo con el PSC tenía que ver con la idea de que
“Para Ezquerra, cohesión social y cohesión nacional no son sino dos
caras de un mismo objetivo”. Y para los que no entienden la retórica
enrevesada de algunos políticos, precisaba:
“Ni
PSC, ni CiU, como ya se ha observado en el largo debate del Estatut y
en sus programas, tienen voluntad de ir más allá del marco legal
vigente. Nosotros seremos la garantía de su desarrollo máximo. Pero
somos conscientes de que ni unos ni otros quieren ni han querido nunca
la soberanía completa para nuestro país. Partiendo, pues, de las bases
de bloque del horizonte nacional, prefijado en el techo estatutario, la
elección tenía que poner acento en las cuestiones sociales”
Ya ven con qué descaro se puede defender una cosa y la contraria, si quien lo hace goza de cara suficiente. Veamos:
– Ellos
votaron que No al Estatut, porque no era un instrumento adecuado para
una nación como Catalunya. Sin embargo, como ya está aprobado y en
vigor, arrinconan a CiU y pactan con el PSC argumentando que “la
garantía de su desarrollo máximo” es ERC y sólo ERC. ¿No era previsible
que un gobierno de coalición nacionalista hiciera un desarrollo
estatutario más ambicioso? No porque la garantía de “su desarrollo
máximo” es ERC y sólo ERC, que para eso es independentista.
– Ellos
quieren la “soberanía completa” para Catalunya. Pero como ni CiU ni el
PSC la desean, arrinconan a CiU, se olvidan de la soberanía completa y
pactan con el PSC, poniendo el acento “en las cuestiones sociales”. En
su intervención ante el Consell Nacional, Carod Rovira desarrollaba
este argumento, haciendo notar que “ni CiU ni PSC disponen de un
horizonte nacional que vaya más allá del Estatus que hay ahora, puesto
que más allá de la autonomía no hay para ellos horizonte”. Por lo
tanto, añadía, “tenemos que buscar las diferencias en otro lado, en las
políticas sociales, y aquí sí que hay diferencias”. Por ello han optado
por Montilla.
¿Significa
esto que están perjudicando al nacionalismo catalán? No, evidentemente.
Porque ellos son la garantía de que el nacionalismo catalán se
mantendrá reivindicativo y en tensión. No en vano son independentistas.
Por ello dice Carod Rovira que el pacto con el PSC no es una traición a
la causa nacional catalana. En puridad, si pactan con el PSC, es para
el bien del nacionalismo catalán, porque van a “reformular, desde la
izquierda y desde los valores republicanos y democráticos, el discurso
y las políticas del catalanismo”. ERC desea “un catalanismo renovado en
sus discursos y en sus políticos. Más abierto, más inclusivo, más
atractivo para aquellos que aún no se sienten partícipes”. Lo que están
haciendo, pues, es por el bien de Catalunya. Una apuesta “en clave de
futuro”, para cuyo éxito resultaba, al parecer, imprescindible,
marginar al partido político que ganó las elecciones en todas las
circunscripciones. Se va a reformular el catalanismo, sin contar con el
principal partido de Catalunya. ¿Quién da más?
El
mismo día, el diario EXPANSIÓN publicaba una entrevista con Joan
Puigcercós. Sus respuestas son de traca. Cuando el entrevistador le
pregunta sobre si Ezquerra primará a partir de ahora el eje ideológico
sobre el nacional, responde:
“Para
Ezquerra el eje nacional sólo, no tiene sentido, porque somos un
partido de izquierdas. En Cataluña tenemos tres problemas muy graves:
reconducir la deslocalización, que muchas son lógicas y comprensibles,
pero que se pueden y se deben afrontar mejor, asumir la inmigración,
con todo lo que implica, que es también una cuestión nacional y el
problema de la gente joven, con el acceso a la vivienda. Con todo esto,
era mejor un acuerdo progresista”
Si
no lo entienden vuelvan a leer el fragmento, por favor. Probablemente
seguirán sin entenderlo. Si es así, desistan. Es ininteligible. O,
cuando menos, lo es en términos racionales. Puigcercós dice que han
marginado al partido que ha ganado las elecciones…sólo para afrontar la
deslocalización, la inmigración y el problema de la gente joven con el
acceso a la vivienda. Increíble, pero cierto. ¿Era realmente necesario
arrinconar a CiU para eso? ¿Cree, de verdad, Puigcercós, que en estos
tres temas, que entroncan directamente con políticas que van a ser
diseñadas en Madrid y en Bruselas, los planteamientos del tripartito
van a ser esencialmente diferentes a los que defiende CiU? ¡Hace falta
rostro! Si planteasen la nacionalización de la banca o de las empresas
energéticas, vale. CiU no les hubiese acompañado, es evidente. Pero…en
las políticas tendentes a frenar la deslocalización de empresas,
facilitar la inmigración y promover el acceso de los jóvenes a la
vivienda, lo cierto es que no van a ser capaces de diseñar políticas
sociales que no puedan ser asumidas por CiU. ¿Es esa toda la apuesta
social que les ha llevado al tripartito? ¡Menudas alforjas para tan
poco viaje!
La
operación es, como se ve, redonda. ERC se olvida de lo nacional,
argumentando que “somos un partido de izquierda”, para centrase
exclusivamente en lo social. Pero su planteamiento sobre lo social es
tan Light que podría ser suscrito por cualquier partido de centro. Y en
algunos casos, hasta por el PP, Fíjense.
Puigcercós
afirma en la entrevista que quiere atraer multinacionales a Catalunya
y, para ello, apuesta por las infraestructuras y la formación. Es
decir, CiU en estado puro. Muestra también su preocupación por las
normas fiscales y medioambientales, que “pueden perjudicar la
competitividad en la economía catalana”. Nuevamente, CiU en estado
puro. Y sobre las deducciones fiscales que Esperanza Aguirre está
aplicando en la Comunidad de Madrid, asegura que “nos deben hacer
reflexionar porque son un elemento competitivo que debe ser tenido en
cuenta”. ¡Viva la política social! ¡Viva el tripartito y su voluntad
progresista!
Y mientras tanto, ¿Qué ocurrirá con lo nacional?
Puigcercós
nos decía hace unos meses en DEIA que “la única solución es reconocer
el derecho a la autodeterminación o reconocer las naciones. Si no se
reconoce que Euskadi es una nación, los vascos deberán exigir su
derecho a la autodeterminación cuando una mayoría democrática y
pacífica así lo permita”. Muy bien. Gracias por el consejo. Pero ahora,
cuando le preguntan sobre si planteará o no el tema de la
autodeterminación responde:
“Ezquerra
no piensa plantear un debate sobre la autodeterminación. Después de un
proceso estatutario con tanto desgaste, lo que queremos hacer es
desplegarlo desde el Gobierno, aunque lo votáramos en contra. Esa es
una de las cosas que no debe plantear un Gobierno. Sobre el Estatus hay
cosas que pensamos que son insuficientes, pero con el 15% de los votos
no podemos imponer al resto del arco parlamentario una posición de
fuerza”
Consejos
vendo, que para mí no tengo. ERC, la suprema garantía de que la tensión
nacional de Catalunya no fenecerá, aúpa al gobierno a un presidente del
PSC, para hacer políticas que, bajo el título de progresistas, serán de
centro o incluso estarán inspiradas en las de Esperanza Aguirre. Y
sobre todo, NO PIENSA PLANTEAR UN DEBATE SOBRE LA AUTODETERMINACIÓN.
¿Se
puede decir con esto, que es ella, ERC, la que tiende a ocupar ahora el
espacio político “autonomista” que Pugcercós reprochaba a CiU para el
supuesto de que pactase con el PSC? ¿O esa acusación vale para CiU,
pero no vale para ERC?
En fin.
¿Alguien
quería lecciones sobre lo ocurrido en Catalunya? Ahí las tiene. Carod y
Puigcercós en vías de transformarse en Mario Oinandia. Lo mismo que
harán los que todavía, en Euskadi, siguen afirmando que son
independentistas y de izquierda. Al tiempo.
I fins aquí la opinió del sr. Anasagasti, penso que molt ben exposada i raonada, amb la qual hi estic totalment d’acord. Penso que descriu la situació a Catalunya amb una claredat meridiana.
A l’espera de la teva resposta, i tot demanant disculpes si el comentari ha resultat una mica llarg o feixuc, m’acomiado.
La direcció d’ERC fa temps que va res situant-se -pot ser per això no cal desenvolupar mitjans propis-, de tal forma que Carod-Rovira pot esdevindre en el representant català de l’estanquera.
Com teniu collons de justificar el tripartit? El Montilla president? és demencial, és un incult, no sap parlar Català, és un xarnego de merda. És clar que vosaltres abans investirieu a un iman musulmà radical que digués que és "d’esquerres", que una persona formada, de centre i Catalana.
La imbecilitat i estupidesa de les esquerres no té límits coneguts.
Jo no penso rebaixar-me a fer un comentari de la categoria que he vist per aquí, més fets amb la bilis, que amb les neurones. Jaume Reixach, i Xavier Mir, tenen part de raó, encara que la prospectiva de futur sigui un exercici arriscat. Depenent del context, i sobretot, de les decisions que es prenguin des d’ERC, aquest partit pot consolidar i ampliar el seu espai, o bé desinflar-se, agradi, o no. Probablement, corregir errors del passat (als catalans ens agraden els gestos públics d’humiltat) els ajudi. Ara bé, els republicans tenen un problema seriós, i curiosament, els seus crítics no l’exploten massa. Aquesta feblesa, paradoxalment ha estat sovint la seva força, encara que si no superen això, és probable que es vegin condemnats a estancar-se. I aquest problema pot resumir-se en absència de discurs polític coherent. Tot plegat, un gran nombre de contradiccions que fa d’ERC el partit més ben valorat entre el col·lectiu dels psicoanalistes argentins.
Només cal anar a buscar a la història. Habitualment s’ha silenciat molt la seva complexa relació amb la classe obrera (tot i ser expressament un partit d’esquerres). El meu col·lega Chris Ealham s’hi va estar aquí uns quants anys fent una tesi doctoral que ha quedat en forma de llibre presentat l’any passat (per una editorial de Madrid) i silenciat ignominiosamen aquí, i més, tenint en compte que es tracta d’un treball magnífic (i incòmode per a tothom) El títol en castellà es diu La lucha por Barcelona. Clase, cultura y conflicto. Barcelona 1898-1937. Alianza, Madrid 2005. És el llibre que millor ha sabut captar la naturalesa bipolar d’un partit polític essencial per poder entendre la lògica política del nostre país (si és que el nostre país té lògica)
No és massa bo per a la salut llegir un mentider, un manipulador i un farsant com aquest subjecte que cites.