Sixte Moral da su opinión respecto a su oficio y al de periodista
La objetividad de los medios es cuestionada
Sixte Moral i Reixach, militante del PSC en el Congreso de los Diputados establece un paralelismo entre periodismo y política en su discurso, remarcando la función de responsabilidad social que ejercen ambas profesiones, este defiende que mantienen una relación de “amor/odio”.
En el marco de una convivencia dura de intercambio continuo de opinión, dichas profesiones cumplen una función reciproca, pues senecesitan, “el periodista es la voz del político, el medio de comunicación proyecta al político y crea una determinada opinión pública”, y al mismo tiempo“ los políticos les damos trabajo a los periodistas”.
En su opinión, periodistas y políticos comparten un perfil psicológico similar, se guían por su voluntad y compromiso de servir a la sociedad por medio de sus respectivas herramientas, la información y la legislación, dos fuentes de las que de bebeber la ciudadanía y que provocan cambios sociales, culturales, y de comportamiento.
A lo largo de su alocución, ha cargado varias veces contra el ejercicio del periodismo, “el periodista no tiene porqué dar explicaciones en relación a su ideología política”, lo que le permite, según el diputado,“cargar contra todos sin que se admita como una contradicción”.
También ha asegurado que la prensa ayuda a crear una cierta “desafección”, ya que no positiviza lo suficiente los esfuerzos que desde la cúpula política, en general, se toman y que los medios de comunicación no dejan de actuar como las empresas mas allá de su responsabilidad social.
Asimismo, critica que la prensa en particular ejerza la función de cuarto poder, lo ejemplificó en una campaña llevada a cabo por La Vanguardia en la que cargó duramente contra las acciones emprendidas por el ayuntamiento de Barcelona en relación a las actividades i gestión de BCNeta, después de que este (el ayuntamiento) denegara una subvención al grupo Godó. Esa fue la respuesta del poder mediático para incidir en el poder Ejecutivo.
Finalizó su discurso en alusión a la mala imagen de periodistas y políticos que tiene la población, algo “paradigmático”, lamentando que “ la sociedad no valora el esfuerzo que se hace por ellos”.
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