El informe que redactaron los especialistas ‘Adaptándose al cambio climático en Europa del Este y en Oriente Medio’ no tiene dudas que la región se enfrentará en las próximas décadas a desafíos de nada desdeñable magnitud
Las temperaturas han aumentado 0,5º C en el sud y 1,6º C en Siberia. El calentamiento global ha aumentado la frecuencia de las lluvias estivales, favoreciendo los deshielo de nieves, glaciares o incluso del imprescindible ‘permafrost’; la capa de barro helado indispensable para que, tanto las carreteras de la zona como los cimientos de multitud de edificaciones, se mantengan imperturbables. Y por si eso fuera poco los gases que han estado encerrados en el permafrost durante miles de años, han fermentado, convirtiéndose en peligrosos gases de efecto invernadero que al salir aceleran el mismo proceso que los alimenta [tal y como explica el documental que tenéis más abajo]. Aunque en realidad lo más grave es lo que les pasa a las reservas acüíferas de la región.
A mediados de este siglo el calentamiento global habrá hecho descender notablemente el mar de los Arales; provocando una auténtica catástrofe medioambiental y una grave carestía de agua en la zona. A finales de este siglo, a causa del aumento de la evaporación provocado por el calentamiento global, el mar Caspio podría haber descendido hasta seis metros; y mientras tanto, el Báltico, el Adriático, el Mar Negro o el Ártico podrían sufrir fuertes crecidas. Con muy pocas excepciones, parece ser que la región está insuficientemente equipada para enfrentarse a un desafío de estas características. ‘Responder eficientemente al cambio climático requiere estar capacitado para activar rápidamente el capital económico, humano y medio-ambiental’ expresó el informe. Pero los integrantes de los países del Este son pobres, tienen escasos medios para alertarse unos a otros y deficientes infraestructuras para protegerse en caso de algún desastre medioambiental. El informe que redactaron los especialistas ‘Adaptándose al cambio climático en Europa del Este y en Oriente Medio’ no tiene dudas que la región se enfrentará en las próximas décadas a desafíos de nada desdeñable magnitud.
Aquellos que se tomaban a guasa el tema en la convención y que creían que el cambo climático convertiría Rusia en un inmenso campo de cultivo no podrían haber salido más vilipendiados de la convención. ‘Los ineficaces sistemas de agricultura serán sostenibles al menos una década más, pero si la región no se prepara para lo que se avecina modificando el uso y aprovechamiento de sus recursos hídricos, en breve podrían encontrarse frente a frente con un desastre’ alertaron desde Bonn.
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