El ejército declaró muchas veces que no toleraría la presencia del Partido Comunista. Puede ser que la misma estampa combativa le perjudicara en esas primera elecciones en las que, como digo, parece, según los análisis, que alcanzó la adhesión del 10% del proletariado español (…)
Pero es que luego, con una política tendente a que el ejército lo aceptara y a desdibujar su imagen combativa, en vez de ganar ha perdido; quiere decirse: no sólo no ha conquistado fuerzas pequeño-burguesas o sectores más tibios del proletariado sino que ha perdido una parte de su propia militancia.
De ser el partido claramente hegemónico del antifascismo a pasar a ser un partido que, en el mejor de los casos, cuenta en estos momentos con la décima parte de la militancia que tuvo bajo el fascismo, que ya es grave el que tuviera diez veces más militantes en condiciones en que se arriesgaba la muerte que en condiciones de legalidad, es un fenómeno político casi sin precedentes.
. Seis conferencias. Manuel Sacristán . Edició de Salvador López Arnal. El Viejo Topo. Mataró. 2005.
BRAUN, memòries d’una fàbrica / BRAUN, memorias de una fábrica
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