R d'acció

Los viajes que más me gustan son los que implican atravesar desierto. El desierto más grande del mundo es el Sahara que abarca Marruecos, Líbia, Argelia, Egipto, Túnez, Mali y parte de Sudan y Burkina Faso; pero quizás la parte más desconocida sea esta, la del norte de Mali. Y 2/3 parte de Mali es arena.

La experiencia la calificaría como extraordinaria, por la parte que ya esperaba, la parte del desierto; y por la otra parte que era empezar a conocer la África profunda: empezando por el Sahel y la sabana africana y luego llegar a la zona de los montes Mandica o de los grandes ríos como el Níger, que para ellos es un eje de vida, de naturaleza y de riqueza importantísimo; esta parte de la experiencia la calificaría como espectacular.

La primera imagen que recuerdo y que me impresionó es el agua. Pasar de la arena y el desierto y llegar a zonas donde hay agua por todas partes. Es una zona muy llana y donde hay mucho regadío en toda la cuenca del Níger. Muchos cultivos, miles de mujeres en los cultivos y mucha agua, mucho verde. Eso es lo que más me sorprendió porque viniendo del Sahara.
También me sorprendió la gente: es muy amable y acogedora. Antes de ir a Mali yo ya conocía Senegal y allí la gente es bastante más agresiva y hay mucha menos seguridad; en cambio en Mali esto no es así, es todo lo contrario.

La situación sanitaria es muy precaria, sobretodo en la zona rural. En Bamako y en las ciudades tienen servicios muy mínimos, pero tienen algo; en cambio en las zonas rurales no tienen nada.
Socialmente se estan intentando reorganizar ya que cuando Mali vivía bajo el régimen dictatorial, hasta el 1991, se estableció un centralismo que realmente no era viable porque al no haber infraestructuras las decisiones que se tomaran no llegaban a los pueblos ni a las provincias más alejadas. Hoy por hoy el proceso es a la inversa, se esta intentando dar importancia y poder a las províncias para que gestionen sus recursos desde allí, pero siguen faltando infraestructuras que apoyen este tipo de proyectos. Dependen mucho de las ayudas externas.

Hay una convivencia entre ellas muy buena, por lo que yo pude ver, excepto en la zona de los tuaregs, al norte del pais, ya que esta etnia tiene ascendencias guerreras y siempre han tenido una forma de hacer las cosas distinta a la de las demás etnias malienses.
También hay que pensar que para la gente que vive en las cuencas del Níger y sus afluentes la zona norte es bastante desconocida y cuando les hablas de los tuaregs, etc. ellos no son conscientes de que hay un problema, porque la información tampoco les llega. Militarmente si hay un problema, ya que los tuaregs han dado algun que otro dolor de cabeza al Estado pero el pueblo en sí no conoce esos problemas.
Es una zona tan immensamente grande y con tan poca población que no es interesante para ellos, nadie va allí, la gente esta donde hay recursos y allí, evidentemente, no los hay.

La diferencia es brutal. En las grandes ciudades hay coches, agua corriente, aunque sea comunitaria, hay un mínimo de servicios sanitarios,…también tienes restaurantes, Internet, muy lento pero hay, y hay mercados.
En las zonas rurales no hay absolutamente nada. Las conexiones y los transportes son precarios: no sabes cuando vas a poder salir en un autobús y todavía menos cuando vas a llegar. Desplazarse es muy complicado, por lo tanto los poblados tienen que ser autónomos con lo que tienen, ¿y qué tienen? nada. Con suerte tienen un pozo cerca del poblado para el agua.
Como anécdota te explicaré que en un poblado mandinga el jefe del poblado después de decirnos que nos podíamos quedar con ellos nos llevó a una choza y allí nos enseñó lo que para él era la tecnología más avanzada e impresionante que jamás había visto, ¿y sabes lo que era? un radiocassete de los antiguos que iban a pilas conectado a una batería de coche y a dos calabazas cubiertas con piel de animal que hacían de altavoces. Aquel sonido estridente y fuerte les impresionaba y para ellos era algo extraordinario.

Los dogon son una tribu que fue descubierta en el siglo XX, a principios, porque habían estado escondidos en un lugar tan remoto y sin ningún interés para nadie que aquello no se conocía. Emigraron hacia Mali durante la islamización de los paises africanos y encontraron la falla donde ahora viven. Allí vivía una tribu que se llamaba telem, que eran pigmeos, y les invadieron. De los telem no se sabe casi nada por eso mismo, porque los dogon les hicieron desaparecer. Fue un antropólogo francés que en 1931 aterrizó allí y se quedó tan fascinado que se quedó diez años a estudiarles y descubrir todo sobre ellos. Aún hoy en día viven igual que sus ancestros y eso les convierte en una atracción turística muy interesante y ellos lo saben.
Al descubrir a los turistas y el interés que en ellos despiertan se dan cuenta de que quieren cosas que ellos tienen y realmente les estan dando su cultura y sus raíces: les venden sus puertas y ventanas de madera que estan talladas a mano, les venden las máscaras de los rituales,…incluso los niños prefieren pedir a los turistas que pasan por allí que ir a la escuela.
Ahora les llega la civilización y eso hace que emigren a las ciudades y que se vaya perdiendo todo poco a poco. Yo creo que se debería hacer algo para preservar su cultura y evitar el expolio que estan sufriendo día a día.

Que se integren es muy complicado. Primero porque para llegar hasta ellos necesitas a un guía que te lleve y un coche 4×4. No hay autobuses, no hay nada. Ellos van caminando 20 o 30 quilómetros hasta la parte alta de la falla para encontrar una ciudad con algún servicio. Cuando les lleguen las carreteras podrán tener un mayor acceso, pero entonces el peligro de que se pierdan todas sus tradiciones y su cultura sera más grande.
Evidentemente es la lucha de siempre: eso se perderá pero ellos ganarán en tener servicios sanitarios, etc.
Yo creo que se debe encontrar un punto de equilibrio entre la integración y la conservación de todo su patrimonio.

Es muy complicado porque el mayor problema de estos paises es la corrupción. Por ejemplo para construir un hospital se da una cantidad de dinero muy grande. El hospital se construye y luego el dinero no llega para continuar con la labor sanitaria, pero los médicos conducen coches que no bajan de BMW o Porsche.
En el viaje a Mali una de las participantes se rompió dos vértebras y cuando llegamos al hospital más cercano no había ni una aspirina y tuvimos que recorrer 200 quilómetros al norte para encontrar uno que si tuviera. Y en ese hospital tenían escáner, tenían mucha tecnología pero no tenían médicos que supieran utilizarla y le dijeron que no tenía nada, porque no sabían interpretar la radiografía. Fue algo surrealista.

No. No ponen trabas pero las ayudas no llegan a destino como deberían.

Se podría hacer más si permitieran que los proyectos, sobretodo de infraestructuras, prosperaran. Carreteras para hacer llegar las ayudas, canales hidrográficos para transportar agua, porque agua tienen pero no hay manera de transportarla como no sea en garrafas en la cabeza de las mujeres, etc.

Sí, lo que pasa es que es una labor como la de escarbar una montaña con una cuchara. Se necesita mucho más, pero a nivel de grandes proyectos. Evidentemente Occidente únicamente invierte cuando puede sacar algo a cambio y ese es el gran problema de África: se invierte más en ayudar a los gorilas que a las personas.

La mortalidad infantil en Mali es de 128 por mil, es decir, un 12% de niños mueren. Escolarizados estan, a nivel muy precario, pero estan. No tienen un cuaderno, no tienen un bolígrafo, sólo tienen tizas y pizarras, pero por lo menos hay conciencia de educar. Los padres de esos niños quieren que sus hijos vivan mejor que ellos y que por lo menos sepan leer y escribir, que es otro de los grandes problemas de Mali, la gran cantidad de analfabetos que hay.

Típico y sorprendente: la música. Tienen un sentido especial para la música y son muy creativos, muy artistas. Eso me sorprendió mucho.
También son muy espectaculares los abalorios que las mujeres llevan: se arreglan muchísimo.

Sí. Yo creo que la gente debería viajar a estos países como mínimo para darse cuenta de lo que hay, de que tenemos muchos más recursos y servicios aquí de veterinaria por ejemplo que allí para las personas. Y eso el mundo debería saberlo.
Lo peor de todo es que Mali es un pais que esta así, pero África es muy grande y muchos de los países que la componen se encuentran en la misma situación que Mali o incluso peor.
La parte cultural también es algo que la gente debería ver: la forma de vivir, la forma que tienen de entender la vida…lo sorprendente que es no ver llorar a un niño allí. Yo te diría que no he visto nunca llorar a un niño en África. Dentro de las limitaciones que tienen son felices. Sorprende mucho su actitud ante la vida. En Mali hay pobreza, pero no hay miseria como en otros países del continente.

La corrupción es el mayor problema que tienen hoy en día allí. No estoy hablando de corrupción a nivel de persona a persona sino ya directamente de gobierno a personas. Los cargamentos de ayuda que las ONG envían los gestiona el gobierno y ahí empiezan los problemas, porque en vez de darles los medicamentos a la gente y repartirlos, los venden a las farmacias y éstas a su vez los vuelven a vender a las personas que los necesitan.
Es un bucle que empieza ya desde el inicio. Es muy complicado.

El tipo de viajes que hacemos son expediciones. Llevamos los 4×4 preparados para atravesar el desierto. Vamos por lugares por los que igual no ha pasado jamás nadie.
Lo que realmente nos mueve a hacer estos viajes es la pasión que tenemos por el desierto. Es un reto, es una forma muy diferente de ver culturas distintas a la nuestra y sobretodo es naturaleza en estado puro.

Es que no nos ven. En Marruecos o Senegal por ejemplo en las zonas urbanas son todo antenas parabólicas. En Mali las pocas personas que pueden llegar a conocer algo sobre Europa o España nos ven como el paraíso. De ahí que tengan a veces esa obsesión por pensar que simplemente llegar hasta aquí es llegar al cielo. Esta especie de mito también esta muy alimentado con el cuento que les venden las mafias.

Las infraestructuras y los avances tecnológicos. Si ellos tuvieran lo que tenemos aquí serían iguales que nosotros. Podrían cultivar de forma racional e incluso llegar a exportar.

El próximo viaje a Libia otra vez. Pero el próximo viaje a algún sitio que todavía no conozco será a Argelia, seguramente después de Libia.
Hasta ahora Argelia tenía un índice muy alto de secuestros a turistas y su vinculación con el terrorismo islamista también lo hacía un país difícil, pero ahora parece que las cosas estan más calmadas y que podemos intentarlo, así que, a ver como sale.