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Hay relaciones que siempre están en
el ojo del huracán. Entre ellas la de los políticos y los periodistas.
Centenares de películas y libros, miles de profesionales y no tan
profesionales son los que han escrito o filmado sobre esta relación de
amor y odio. Los periodistas necesitan a los políticos para llenar sus
páginas del diario o sus minutos de informativo. A la vez, los políticos
requieren de los periodistas para darse a conocer a las grandes masas. Un pez que se muerde la cola y que parece no tener fin.

Hay relaciones que siempre están en el ojo del huracán. Entre ellas la de los políticos y los periodistas. Centenares de películas y libros, miles de profesionales y no tan profesionales son los que han escrito o filmado sobre esta relación de amor y odio. Los periodistas necesitan a los políticos para llenar sus páginas del diario o sus minutos de informativo. A la vez, los políticos
requieren de los periodistas para darse a conocer a las grandes masas. Un pez que se muerde la cola y que parece no tener fin.

Estos encuentros se convierten en todo un desafío. Como el que vivimos el pasado jueves alrededor de las doce del mediodía. No, no era Frost contra Nixon, sino Barbeta contra Zaragoza. Pero tampoco tenían nada que envidiar.
Sucedió en el aula 201 de la Facultad Blanquerna, en el marco de las Jornadas Blanquerna y bajo el título “Políticos y Periodistas. ¿Todo por la audiencia?”. Dos animales políticos frente a frente. Sí, habéis leído bien políticos, ya que era difícil distinguir quien llevaba la mascara de político y quien la de periodistas.

Barbeta, director de la sección de Política de “La Vanguardia”, comenzó su turno contestando a la pregunta que dada titulo al debate. Rotundo y escueto, afirmo que los políticos lo hacen todo contra la audiencia. Porque bombardean continuamente a los periodistas para que publiquen lo que ellos quieren. Aunque Barbeta también entonó un mea culpa. Los diarios, sobre todo los de Madrid, dictan la política de los partidos; el Mundo impone la política del PP, mientras que el País asigna la del PSOE.

Pero esto está llegando a su fin. Barbeta señalo que la atomización de los medios de comunicación y la eclosión de las nuevas tecnologías están restando importancia al papel de liderazgo político de la prensa. Claro ejemplo de esto es Obama. El primer presidente que llega a la Casa Blanca sin tener el respaldo inicial de los grandes diarios americanos. A la vez, que la fragmentación de los medios va hacer posible la utopía de que el político más preparado sea el que llega al poder y no el más mediático o carismático.

En el otro bando José Zaragoza, secretario de organización del PSC, ha iniciado su ponencia afirmando que los periodistas también intentan influir en la política de los partidos. A la vez que ha contestado a Barbeta afirmando que en Cataluña los diarios no dictan pero sí editan la política de más de un partido. Reafirmando también la tesis de Barbeta por lo que a la crisis de influencia de la prensa se refiere. Declarando además, que los políticos y los periodistas tienen mucho en común, ya que “los periodistas son políticos frustrados. “

Dos animales políticos frente a frente. Sí, habéis leído bien, políticos, ya que era difícil distinguir quien llevaba la mascara de político y quien la de periodistas. Un debate de los más interesantes de las Jornadas. Donde se confrontaron con entusiasmo opiniones distintas, que al final acaban convergiendo en una sola. Una conferencia que hizo disfrutar a todos los presentes en la sala, sobre todo a los que llevaban el periodismo en la sangre.