Raül Romeva i Rueda

REFLEXIONS PERISCÒPIQUES

Publicat el 7 de gener de 2009

Per què costa tant protegir i tan poc destruir? (actualitzat el 9/1/09 amb entrevista a Enric Sala)

En acabar el seu mandat sembla que George W. Bush ha volgut tenir un ‘gest’ de cara a la conservació del planeta. Precisament el president que més reaci s’ha mostrat  a impulsar mesures de caire conservacionista i que més traves a posat a la lluita global contra l’escalfament global, sembla que ha volgut tenir un gest benèvol i, ignorant les reticències del seu segon, Dick Cheney, però escoltant les peticions de la seva dona, aparentment ornitòloga aficionada, Laura Bush, ha decidit crear tres parcs marins que han de protegir una àmplia zona del Pacífic. Aquesta decisió, la més ambiciosa adoptada mai en termes de proteccionisme marí, sitúa els Estats Units en un dels països amb més espais marins protegits. Els grups ecologistes s’han mostrat moderadament satisfets, tot i que cal dir que la mesura compta amb alguns peròs importants, primer,  (segueix…)  

mentre es limitarà, tal i com pertoca, la pràctica pesquera i l’explotació comercial en la nova zona protegida, s’hi seguirà permetent el trànsit a vaixells mercants i a vaixells de la Marina dels Estats Units, i segon, enlloc de protegir una superfície de 200 milles, tal i com demanàven els científics i les entitats ecologistes, s’han quedat en 50.

Sigui com sigui, el fet no és menor, i en paraules del biòleg català Enric Sala, resulta clau ja que “aquests indrets són el darrer manual d’instruccions amb què comptem per tal d’entendre de quina manera funcionen els esculls de corall i per tal d’entendre la magnitud del nostre impacte sobre ells”.

Per què costa tant entendre que la conservació d’aquests, i d’altres, espais no només és vital per a la conservació de la biodiversitat sinó també per la pròpia supervivència humana? Per què és tant complicat entendre que després de tants anys, i segles, de destrucció, ara toca emprendre mesures dràstiques que passen, sovint, per protegir determinats indrets? Quan reaccionarem definitivament, quan ens adonem que hem acabat amb tota la fauna i flora possible? I llavors què? Quan entendrem que les mesures proteccionistes estan pensades per a beneficiar tothom i no per anar contra ningú? Quan ens adonarem que cada vegada més cal que les institucions es dotin de persones, dirigents i funcionaris amb sensibilitat proteccionista, i que no hagin de batallar centímetre a centímetre, metre a metre, milla a milla, cada espai per protegir? 

Sóc conscient que protegir espais, aconseguir, per exemple, que el 40% Mediterrani esdevingui una vasta Àrea Marina Protegida, no compta, avui per avui, amb una majoria social, política, institucional ni mediàtica. I malgrat tot crec que és una mesura necessària i per la qual cal apostar-hi fort.

Vaticino, però, que molts dels qui avui s’oposen a avançar en aquesta direcció, algún dia, potser quan deixin el càrrec, com en Bush, s’erigiran en ferms defensors de la Natura. Malauradament, llavors potser ja serà tard.

Bush crea tres parques marinos para proteger vastas áreas del Pacífico

Los ecosistemas preservados en islas y atolones son tan grandes como España

EUSEBIO VAL  -, La Vanguardia, 7 de gener de 2009, Washington.
 
George W. Bush no quiere pasar a la historia con el estigma de haber sido la bestia negra de los ecologistas. Al contrario, aspira a ser recordado como el gran protector de los océanos. Por eso firmó ayer un decreto, de efecto inmediato, que preservará como parques nacionales marinos tres enormes áreas del Pacífico bajo soberanía estadounidense – con una extensión total equivalente a España-consideradas entre las zonas más prístinas del planeta.

Dos años después de haber tomado una medida similar con la región que está al noroeste de las Hawái, Bush decidió preservar los valiosos ecosistemas en la fosa de las Marianas y otras islas de origen volcánico y atolones remotos – muchos deshabitados-repartidos por el Pacífico. El presidente norteamericano hizo uso de una ley de 1906 que le autoriza a decidir, sin necesidad de ratificación por el Congreso, la preservación de monumentos o lugares de interés cultural. El vicepresidente Dick Cheney estaba en contra, pero Laura Bush, ornitóloga aficionada, animó a su marido a seguir a adelante.

No deja de ser una ironía que un presidente tan reacio a adoptar medidas contra el cambio climático y tan generoso con las demandas de las multinacionales energéticas para abrir territorios a explotación minera, petrolífera y gasística haya escogido ser un abanderado de la preservación marina. En las zonas ahora declaradas parques nacionales quedará muy limitada la explotación comercial y pesquera, aunque seguirá habiendo derecho de paso para barcos mercantes y buques de la Marina de guerra de EE. UU.

Los ecologistas han saludado el paso de Bush – el más ambicioso tomado nunca en el conservacionismo oceánico-,aunque lamentan que el perímetro protegido en las islas afectadas se limite a 50 millas en lugar de las 200 millas que hubiera sido posible.

Entre las especies que se beneficiarán de los nuevos parques figura el cangrejo coco gigante, el artrópodo de mayor tamaño, y un pájaro que incuba los huevos con ayuda del calor volcánico.

El biólogo marino catalán Enric Sala, miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y explorador de la National Geographic Society, fue uno de los asesores de la Casa Blanca y asistió al anuncio de Bush. Sala realizó dos viajes a las Line Islands y es de los pocos humanos con el privilegio de haber buceado en sus aguas. Una foto suya del arrecife Kingman abría la portada ayer de The Washington Post.”Saltas al agua y de inmediato te rodean 10 o 15 tiburones”, declaró Sala a La Vanguardia. Según el joven oceanógrafo gerundense, al explorar estos ecosistemas “uno tiene la misma sensación que debió tener Darwin cuando llegó a las Galápagos la primera vez”. “Estos lugares son el último manual de instrucciones que tenemos para entender cómo funcionan los arrecifes de coral y para entender la magnitud de nuestro impacto en ellos”, añadió Enric Sala.

El nuevo presidente, Barack Obama, podría emular a Bush y, con una simple firma, proteger el Refugio Nacional de Vida Salvaje del Ártico,en Alaska, y cerrar de una vez la discusión sobre si se abreo no ala explotación petrolífera y gasística.

Menos vistosa – pero muy importante-será la gestión del Servicio de Parques Nacionales, que sufre problemas presupuestarios. El hispano Ken Salazar, de Colorado, futuro secretario del Interior, será el responsable de administrar una de las joyas colectivas de EE. UU.

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ENTREVISTA
A ENRIC SALA

“Las
reservas marinas son cuentas de ahorro”

Enric Sala,
explorador de National Geographic y asesor del Gobierno Bush

Eusebio Val | La
Vanguardia, 08/01/2009 Ciudadanos

El
biólogo catalán Enric Sala participó en el equipo científico que asesoró a la
Administración Bush para crear tres enormes reservas marinas en el Pacífico. La
decisión, rubricada el pasado martes, supone la mayor medida de protección marina
de la historia. Adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas y
explorador de National Geographic, Sala lideró dos expediciones a las Line
Islands, en el Pacífico central, para describir el ecosistema intacto de los
arrecifes de coral. “Nuestros datos son de la poca información científica
que existe sobre esa parte del mundo tan remota – señaló el biólogo, en su
oficina de Washington-.Mi papel fue suministrar información científica para
apoyar la propuesta de extender la protección hasta 200 millas. Por desgracia,
la Administración decidió proteger sólo 50 millas”.

¿Ha
expiado Bush sus pecados medioambientales?

Es difícil poder evaluar ahora cuál es la contribución global de Bush al medio
ambiente. A pesar de haber protegido una grandísima área del Pacífico, todas
las políticas que han incrementado el impacto del cambio climático también
están afectando al océano.

¿Por qué decidió tomar esta medida, al final del mandato?

Después de que, hace dos años, creara la reserva al noroeste de las Hawái, y
ante la buena respuesta de la opinión pública, decidió explorar qué otras áreas
podían protegerse. No sabemos si influyeron más sus asesores o Laura, su
esposa. Se trata de áreas en su mayoría deshabitadas, muy remotas, con lo que
el conflicto social y económico es muy bajo.

¿Usted ha hablado de la sensación de estar en una máquina del tiempo,
mientras buceaba?

Cuando saltas al agua es como si entraras en un mundo mágico. Te rodean de
inmediato diez o quince tiburones. Ves bosques exuberantes de coral. Es como
viajar 500 años en el pasado y observar el océano tal como era antes de que los
humanos lo degradáramos. En marzo viajaré a las Southern Line Islands para
estudiar por primera vez cinco islas deshabitadas y prístinas donde no hay ningún
impacto humano. Nos introduciremos otra vez en la máquina del tiempo para
visitar esos paraísos lejanos.

¿Es optimista? ¿Se pueden salvar aún los mares y océanos?

Si no fuera optimista, no estaría trabajando en esto. Hay cosas que no se
pueden salvar pero muchas otras que sí. Hay especies que ya se han extinguido y
especies que están al borde del colapso, pero el observar la recuperación de la
vida marina en las reservas que están totalmente protegidas contra la pesca es
el mejor aliciente para seguir trabajando en este campo.

¿Cómo está nuestro país?

La situación en España y Catalunya es desastrosa. Menos del 1 por ciento de
nuestras aguas están protegidas. Al contrario que las áreas remotas del
Pacífico, la costa española está densamente poblada y hay muchos intereses
pesqueros y comerciales. Y existe la creencia totalmente errónea de que la
conservación y el desarrollo económico son conceptos absolutamente opuestos,
cuando en realidad muchas experiencias en el mundo muestran que, hoy, la única posibilidad
de un desarrollo económico sostenible en la zona costera es con medidas de
conservación. Las reservas marinas son como cuentas de ahorro donde tenemos un
capital que no se toca y se va incrementando con intereses. La alternativa, una
costa sin reservas marinas, es tener una cuenta de ahorros de donde vamos
sacando pero nunca metemos.

 

Foto: Enric Sala bussejant a l’escull Kingman, un dels espais ara protegits. Font: National Geographic.

 



  1. pregunta: “Quan entendrem que les mesures proteccionistes estan pensades per a beneficiar tothom i no per anar contra ningú?”

    la única solució per al que proposes, en termes generals, és protegir tenint en compte el pilar oblidat de la sostenibilitat: l’economia. De res serveix protegir una cosa que les circumstàncies faran malbé a través d’un conflicte socioambiental. Moltes coses que es poden protegir de manera compatible amb l’explotació moderada dels seus recursos acaben fetes malbé per excessos de zel en les normatives i manca d’una cosa tan bàsica com PARTICIPACIÓ CIUTADANA dels afectats.

    o siga resposta meva: “quan els experts en medi ambient siguem experts en economia” (jo ja m’hi poso fa un parell d’anys)

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