Informe Fava sobre la CIA: debat i votació al Parlament Europeu
Finalment, avui hem debatut en sessió plenària al Parlament Europeu l’informe Fava (PSE, It) sobre les accions de la CIA a Europa, informe que votarem demà dijous. El debat no ha pogut arribar en millor moment, especialment donada la detenció, aquest matí, de Marco Mancini, Director de l’Agència militar italiana (SISMI), sota la sospita d’haver col.laborat en la detenció i entrega il.legal d’Abu Omar. Tal i com hem posat de manifest en una nota de premsa enviada aquest migdia (veure aquí), aquest fet suposa per a nosaltres un importantíssim pas endavant en relació a la investigació sobre la complicitat d’alguns governs europeus en aquesta mena de pràctiques dutes a terme per la CIA, i ens temem que això només sigui la punta de l’iceberg, per la qual cosa cal seguir endavant amb la investigació fins a saber tota la veritat.
Així mateix, adjunto també la meva intervenció d’aquesta tarda, en la qual poso de manifest el meu suport a l’informe Fava, i al seu ponent, i reitero algunes de les coses que he anat comentant en anteriors entrades d’aquest bloc.
"Me sumo a las felicitaciones y elogios al ponente FAVA, y reitero nuestro total apoyo a la línea principal que el ponente propone en su informe. En las audiencias que hemos mantenido a lo largo de estos meses ha quedado claro que no podemos ya seguir hablando de ‘supuestas’ actividades de la CIA en Europa, sino que debemos (segueix…)
…investigar y analizar los hechos ocurridos, y exigir asimismo responsabilidades a los gobiernos que, por acción o dejación de funciones, hayan podido contribuir a que estos hechos tuvieran lugar.
Como recalca el informe, para nosotros es más que inverosímil que los gobiernos no supieran lo que estaba ocurriendo, por lo que reitero una vez más mi sorpresa ante la insistencia de algunos gobiernos, entre ellos el español, por negar hechos que los mismos responsables de la CIA ya han reconocido.
No se trata, insisto, de saber si estas prácticas han ocurrido. Prácticas entre las que se encuentran detenciones y entregas ilegales, uso de territorio europeo como base de operaciones, planificación y descanso; y en algunos países incluso la existencia de centros de detención ilegal. Se trata de saber quien en Europa conocía estos hechos, e incluso colaboró en ellos, pero también quien, debiendo conocerlos, se inhibió de esa responsabilidad.
La conclusión del informe es clara: el trabajo que estamos llevando a cabo es necesario y debe continuar. Cierto es que no somos investigadores ni fiscales. No tenemos ni el poder ni los medios para resolver todos los enigmas que tenemos ante nosotros. Pero sí tenemos una enorme responsabilidad que consiste en hacer las preguntas pertinentes, y en no dejar caer en el olvido y la indiferencia lo que puede ser, de hecho, una de las peores manchas en el historial del proyecto europeo, sobre todo en su dimensión derechos humanos.
Para poder exigir a los demás comportamientos y prácticas ejemplares debemos empezar por dar ejemplo, y ello supone, entre otras medidas, replantearnos las relaciones con los Estados Unidos."