Raül Romeva i Rueda

REFLEXIONS PERISCÒPIQUES

‘A mi la guerra em va fer feminista’: Ellen Van der Ploeg, esclava sexual durant la II Guerra Mundial

Avui té lloc al Parlament Europeu una audiència (allò que per la casa s’anomena hearing) en relació a les anomenades ‘Comfort Women’ (dones de consol). Alguns mitjans (EFE, El Mundo) n’han parlat. L’acte està impulsat i organitzat per l’Oficina de la UE d’Amnistia Internacional. Comptarem amb la presència de tres testimonis de les més de 200.000 dones que van ser forçades a ser esclaves sexuals durant la Segona Guerra Mundial l’objectiu de les quals era ‘consolar’ els soldats de l’Exèrcit Imperial Japonès. Encara ara esperen justicia i compensació per una època de la seva vida que en la majoria de casos ha deixat greus seqüeles físiques i mentals. Ara fa uns dies vaig impulsar que conjuntament amb d’altres col.legues presentéssim una pregunta sobre la qüestió al Consell (és aquesta, l’adjunto també transcrita més avall) i en aquests moments estem impulsant una Resolució d’Urgència per a la setmana vinent en la sessió plenària d’Estrasburg. Per altra banda, Ana Carbajosa publica avui a El País una entrevista a una de les ponents de l’audiència d’aquest migdia, Ellen Van Der Ploeg, que adjunto també a continuació. (segueix…)

16 de octubre de 2007 (E-5100/07)

PREGUNTA ESCRITA de Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE) , Jean Lambert (Verts/ALE) , Hiltrud Breyer (Verts/ALE) , Eva-Britt Svensson (GUE/NGL) , Claire Gibault (ALDE) y Mary Honeyball (PSE) al Consejo

 

Asunto: «Mujeres consuelo» en Japón

Se cree que hasta 200 000 mujeres, eufemísticamente llamadas «mujeres consuelo», fueron forzadas a la esclavitud sexual antes y durante la II Guerra Mundial por el Ejército Imperial japonés. Después de 62 años, las supervivientes del sistema de esclavitud sexual de Japón siguen esperando justicia. Durante su vida, han padecido mala salud física y mental, aislamiento y vergüenza, y a menudo pobreza extrema. Existe una impunidad generalizada para los delitos de esclavitud sexual y violencia contra las mujeres en las zonas de guerra de todo el mundo. Japón es uno de los principales donantes en la reconstrucción posbélica de países asolados por conflictos, pero su Gobierno todavía no ha solucionado las injusticias perpetradas en el pasado. Hasta la fecha, el Gobierno de Japón no ha conseguido cumplir las normas internacionales sobre reparación que comprenden la restitución, compensación, rehabilitación y satisfacción, incluidas la divulgación completa, la petición de disculpas y la garantía de no repetición. Es necesario actuar de forma inmediata y urgente para que se haga justicia con estas mujeres antes de su fallecimiento.

¿Puede el Consejo facilitar detalles sobre las medidas que adoptará para instar al Gobierno de Japón a aceptar la plena responsabilidad por los delitos cometidos contra las «mujeres consuelo», como los de esclavitud, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad?

 

 

 

 

 

 

***************************************************************

 

ENTREVISTA: ELLEN VAN DER PLOEG Esclava sexual durante la Segunda Guerra Mundial, por ANA CARBAJOSA – El País, Bruselas – 06/11/2007

 

 

Llegaron con camiones y se la llevaron. Los soldados japoneses violaron a Ellen van der Ploeg una y otra vez durante cuatro meses. Tenía entonces 17 años pero aún hoy, con 84 años, recuerda el olor pestilente de los soldados, el sudor que corría por su frente y las botas militares, demasiado grandes para unos pies tan pequeños.

La Segunda Guerra Mundial la había sorprendido en Indonesia. Allí vivió el horror en los campos de internamiento, perdió a su padre a manos de los ocupantes japoneses y se convirtió en una de las 200.000 mujeres que el Ejército nipón esclavizó y convirtió en mujeres de consuelo confinadas en burdeles. Hoy, junto a otras compañeras y de la mano de Amnistía Internacional pedirá en Bruselas que, como hizo EEUU, la UE presione al Gobierno japonés para que asuma la verdad.

Pregunta. ¿Qué le ha impedido hablar durante 62 años?

Respuesta. La vergüenza. Es increíble la vergüenza que se puede llegar a sentir. Te sientes sucia. Sólo cuando me enteré de que una compañera había hablado me decidí.

P. Dirigentes japoneses sostienen que ustedes se prostituyeron voluntariamente.

R. Saben que mienten. Podríamos haber trabajado en las fábricas de cigarrillos, como enfermeras. Si fuimos prostitutas ¿por qué nunca recibimos un céntimo? En los campos, a las jóvenes nos ponían a caminar en círculos, luego llegaba un militar y elegía a algunas para encerrarlas en un burdel. A mí me enviaron a Tjandi, donde había cuatro burdeles rodeados de verjas para que no escapáramos. Me tocaron los militares de alta graduación. Recuerdo ese olor pestilente, no se me quita de la cabeza. Tampoco sus gorras y el sudor que les caía. Tenían nuestras fotos colgadas en la pared. Los militares las miraban y elegían a una. Sus pies eran muy pequeños, pero las botas enormes. Si nos resistíamos nos daban patadas.

P. ¿Respondían a sus quejas?

R. Nadie hablaba inglés pero estaba claro que si nos resistíamos, nos matarían. Muchas mujeres se quedaron embarazadas, pero al final perdían los hijos con tanta violación. A otras les daban pastillas para abortar.

P. ¿Qué espera ahora?

R. Yo sólo rezo para que haya más mujeres en el poder, estoy convencida de que así habría menos guerras y de que hablarían por nosotras. Los hombres no nos van a defender. A mí la guerra me hizo feminista.

Per a més informació veure aquesta notícia del New York Times.

Foto: Yi-Ok Seon, antiga esclava sexual. Font: New York Times

 



Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà. Els camps necessaris estan marcats amb *

Aquest lloc està protegit per reCAPTCHA i s’apliquen la política de privadesa i les condicions del servei de Google.

Aquesta entrada s'ha publicat dins de Feminicidis i violència masclista per raulromeva | Deixa un comentari. Afegeix a les adreces d'interès l'enllaç permanent