En resumen, el gobierno italiano se rige y se comporta en un marco de paso, ni formal ni substancial. En realidad, el premier continúa buscando un acuerdo con Forza Italia y la Lega como antes de las europeas y siempre en términos informales, derivados de la obligación, toda política y no institucional, de atenerse a los “acuerdos amplios” (…)