La vespra de Sant Miquel del 1949, l’aigua arribà a la ratlla blava d’aquest maset de Xest (prop del barranc del Riu Gallo que és com allí anomenen al Barranc de Xiva que molt més avall esdevé la rambla de Poio)… Els amos hi van posar aquest taulellet recordatori…
La gota freda última, la dana 29 d’octubre del 2024, la barrancada monsònica s’ha emportat el taulellet i tot el maset…
Va succeir el 28 de setembre i va ser de les més dramàtiques en aquesta comarca de la Foia de Bunyol i en la qual hi ha un relat colpidor del que va passar a Xiva i que demostra el potencial destructor que pot tindre la natura…
“Eran las 2 de la tarde y el cielo de Chiva estaba teñido de un gris plomizo que hacía presagiar una fuerte tormenta. El aparato eléctrico de la misma comienza a rugir y a descargar agua y granizo.
La carretera por la plaza en dirección hacia la iglesia bajaba casi medio metro de agua y el rumor sonoro del agua y la tormenta, los relámpagos, los truenos y el fuerte vendaval que acompañaba a la tormenta, y la lluvia que seguía cayendo, era verdaderamente sobrecogedor.
Pronto el cauce del barranco fue insuficiente para acoger el agua que bajaba por él, y si además añadimos el hundimiento de peñas y casas en San Isidro y, por tanto, el arrastre de escombros, enseres y troncos de árboles desde los <Peñascos>, hicieron que se taponara el ojo del puente nuevo y viejo y el agua, entonces, acampó por sus respetos por todas las partes más bajas del pueblo.
La gran avalancha de agua arrasa la ermita de San Isidro y alguna casa colindante y, junto con ellas, se llevó la vida de 3 personas, un matrimonio joven con su hijito de corta edad, que fueron posteriormente encontrados aguas abajo, a unos 1.500 metros de lo que fuera su domicilio, que había sido arrancado de cuajo, encontrándose las víctimas totalmente desnudas. Primero se localizó al padre y 200 metros más abajo apareció la madre con su hijo apretado contra el pecho.
Las calles intransitables, las casas de los márgenes del barranco, algunas destrozadas y otras, la mayoría, inhabilitables, adueñándose el lodazal de la población.”
Recordem que, d’aquest diluvi, Llíria va ser l’epicentre d’una zona que abraçava d’una banda des del Carril (actual Domenyo) a Riba-roja de Túria i d’altra des de Bunyol fina a la Vall d’Olocau, Marines i Gatova…