Els Papers de Santa Maria de Nassiu

EDUQUEU ELS XIQUETS I NO HAUREU DE CASTIGAR ELS HOMES (PITÀGORES)

1 de juliol de 2007
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Un article de MANUEL VICENT d’EL PAÍS d’avui


Los jóvenes que se han examinado este año de selectividad nacieron con
el Internet, con el móvil, el MP3, el CD, el GPS, el chat
y la play-station. A través de la yema de los dedos sobre los distintos
teclados su sistema nervioso se prolonga en el universo. En el mundo ya
no había muro de Berlín ni comunismo ni guerra fría cuando tomaban la
primera papilla, pero al pasar del triciclo a la bicicleta se
encontraron con la globalización, con el terrorismo planetario y con
los patines de dos ruedas. No saben qué es la mili. Muchos aprendieron
inglés en Inglaterra y realizaron intercambios con chicas y chicos de
otros países. Los más concienciados aman la naturaleza, son sensibles
al ahorro de energía, se molestan en buscar una papelera antes de tirar
un envase en el suelo, rechazan la comida basura e incluso cierran bien
el grifo del fregadero. Los más descerebrados se excitan cada sábado en
el albañal del botellón. Sus padres en la manifestación de
izquierdas corearon el pareado: el pueblo unido jamás será vencido.
Ellos sólo cantan el oe, oe, oeee al final del partido, cualquiera que
sea su ideología. Ese cántico es el himno del siglo XXI, acompañado con
la imagen de las Torres Gemelas ardiendo. Esta nueva promoción de
universitarios conoció el amor ya en tiempos del sida y aunque en el
colegio les explicaron cómo se usa el preservativo, a la mayoría no les
da tiempo de ponérselo. Su horizonte es el genoma humano, que comparten
con la marca Nike, y si sus padres se estremecieron con Maradona,
Cruyff y Butragueño, ellos adoran a Nadal, Fernando Alonso y Pau Gasol.
No les interesa la política, les suena vagamente el nombre de un tal
Felipe González, no leen periódicos, tienen una idea muy fragmentaria
de la cultura, pero cuando un tema les apasiona, deporte, cine,
informática o música, lo conocen hasta el fondo, abastecidos por una
información exhaustiva. Existen algunos síntomas que indican que ya
tienes muy poco que ver con los nuevos jóvenes. Si sabes quién era
Angela Channing, si has llegado a ver la tele en blanco y negro, si
estás todavía con la marihuana o la cocaína y no con las drogas de
diseño, si conociste a John Travolta sin tripa, si aún piensas en
pesetas al hacer las cuentas, si tu sobrino sabe más que tú de
ordenadores, si te cabreas porque tu hija deja el bote de champú
abierto, si cuelgas la toalla en su sitio después de ducharte, si te
acuerdas de Michael Jackson de cuando era negro, cualquiera de estas
señales indican que comienzas a hacerte viejo.




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