Els Papers de Santa Maria de Nassiu

EDUQUEU ELS XIQUETS I NO HAUREU DE CASTIGAR ELS HOMES (PITÀGORES)

28 de març de 2008
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“SANTIDAD, RECE POR ESPAÑA”

A ningú no li vindrà de nou qui ha estat l’autora d’aquesta frase: la Sr Rita Barberà, alcaldessa de València, en la visita que li féu, acompanyada del beat Camps i el president de la “nostra” diputació. Se m’acuden molts comentaris però, per una vegada, me’n callaré la major part. Però sí que diré que ja està bé de parlar en nom de tothom. Si ella creu que SS Benet XVI ha de resar per ella que li ho demane, però que ens deixe tranquils a la resta de ciutadans (que ni ens identifiquem amb la seua manera de governar ni amb la seua manera d’entendre el cristianisme). O és que ja val allò que sempre he escoltat per aquestes terres de Déu: “Senyor, pequé i en eixir a vore a qui fotré”

I passant a una altra cosa vull fer-me ressò d’un titular del Levante-EMV d’ahir : “La deuda valenciana creció 619 millones en 2007 y supone casi el 20% de la de toda España. El endeudamiento de la Generalitat y sus empresas públicas alcanza ya 13.314 millones de euros”. Per solucionar açò si que caldrà que no sols rita sinó també camps resen, i molt, i a moltes santes i sants dels seus. I una dada més: en relació al PIB el nostre deute també és el més alt d’Espanya. És l’11,4% i el més baixet és el d’Euskadi, amb un 1,0%. Evidentment, som els millors en tot!!!!

Però he mirat què diu EL PAÍS en relació a la renda per habitant i he trobat que el PV està per davall de la mitjana de l’estat. Concretament, tenim 21.239 € en dades de 2007. Ens superem: Euskadi, Madrid, Nafarroa, Catalunya, Aragó, Illes Balerars, La Rioja, Cantàbria, Castella i Lleó i Ceuta. I per davall de nosaltres estan Astúries, Melilla, Illes Canàries, Galícia, Múrcia, Castella-La Manxa, Andalusia i Extremadura.

I perquè la informació siga correcta hem d’afegir que el creixement del PIB per a l’any passat ha estat d’un 3,8% de mitjana estatal i nosaltres hem crescut un 3,7%.

I per acabar us deixe a continuació l’article que Josep Sorribes publicava ahir a EL PAÍS, 2011: La Odisea.

2011: La Odisea


JOSEP
SORRIBES


EL PAÍS – 27-03-2008

Como tiene por costumbre decir el presentador de Pasapalabra, tengo
para los 1.214.667 de valencianas y valencianos que concursaron el pasado 9 de
marzo y que demostraron no ser adictos a la niña de Rajoy una buena y una mala
noticia. La buena noticia es que Victoria Esperanza (con V de Valencia),
proclamada triunfalmente en la Plaza de Toros de Valencia en el macromitín del 7
de marzo como la niña de Rajoy, ya será mayorcita (e igual sale de izquierdas)
cuando el PP conquiste el Gobierno de España. Que Dios -a quien tan fácilmente
patrimonializan- les confunda y que se consuman en luchas intestinas en su torre
de Babel. Y que obispos cavernarios, plumillas insidiosos de mala sombra y
agoreros varios se les sumen en la desesperación y la envidia. Por los siglos de
los siglos Amén.

La mala noticia es la concatenación de dos malas noticias.
La primera es que el PP ha aumentado su ventaja en esta trista i dissortada
terra. Ha conseguido dos escaños más, ha aumentado su porcentaje de voto en
casi un 5% con relación a 2004 y con 1.411.052 votos (el 51,72% ) ha roto
su techo electoral. El PSPV-PSOE ha retrocedido posiciones en el 61% de los
municipios, mientras que el PP ha mejorado sus resultados en 8 de cada 10
municipios. El mapa político-electoral resultante del 9 de marzo muestra un país
casi tan azul como el Mare Nostrum donde solo unas cuantas islitas rojas dejan
constancia de las exiguas mayorías de izquierda.
La segunda mala noticia -concatenada con la primera- es que como gustaban
en decir los romanos tempus fugit , o sea, que 2011 (la próxima cita
electoral) está a la vuelta de la esquina. No hacía falta que el letrista del
hermoso bolero (Reloj, no marques las horas…) pusiera tanto empeño. El
tiempo, como variable subjetiva, puede hacerse eternamente largo o puñeteramente
corto pero, a los efectos que nos atañen, el péndulo no atiende a razones ni
esperanzas. Visto lo cual, digo yo, algo habrá que hacer. Por el bien propio y
porque la ya larga coexistencia de los socialistas andaluces con las mieles del
poder tiene toda la pinta de estar agotándose a la carrera. Esta vez, el
lamentable descalabro de Izquierda Unida, la lección de madurez política
(ironías de la historia) de los socialistas vascos y catalanes y las retrógradas
posiciones del PP (aunque camufladas por un populismo de última hora realmente
eficaz) han dado como afortunado resultado una victoria suficiente de la
izquierda. Muchos tenemos la esperanza de que los próximos cuatro años sirvan
para consolidar y avanzar en un proyecto plural en el que las libertades se
impongan a los mercenarios del alma y del bolsillo. Pero las cosas siempre
pueden ir a peor y hay que aplicarse.
Y aplicarse sobretodo, nosotros y aquí, de La Sénia al Segura. No es
fácil comprender el éxito del mensaje conservador. Ni vivimos de lejos en
el mejor de los mundos ni nuestros avezados gobernantes dan muestras de gran
finura. Pensamiento vacío, populismo barato y humo, mucho humo. Pero ganan y,
por si fuera poco, aumentan su ventaja. Dejo a sociólogos y aficionados a la
psicosociología colectiva la penosa tarea de la explicación de la falla. Yo, más
humildemente, me quedo con una evidencia no por repetida menos veraz: el triste
papel de quienes dicen representar el progreso para nuestro país. Y es
que, excepciones aparte, que las hay, el hombre es un animal de costumbres y en
la oposición se vive razonablemente bien. La inercia del reposo de la que habla
Manuel Peris o el epicúreo dolce far niente.
Ya andan los quinielistas ejerciendo su oficio: que si Alarte, que si
Puig, que si se espera un tercero en liza… Creo que se han equivocado de
restaurante, de menú y de chef. La cuestión no es decidir -por la vía orgánica,
faltaría más- quién nos va a conducir de nuevo a la derrota, sino saber qué
grado de conocimiento y aceptación tienen los Alarte, Puig o quien sea por parte
de la población, que es la que decide. En lugar de seguir los
procedimientos ordinarios, quizá no estaría de más aplicar aquellos de a
grandes males, grandes remedios.
Supongo que en los estatutos de marras existirán soluciones para
situaciones de emergencia. Y esta lo es. Nadie me ha dado vela en este entierro,
pero ello no empece para que -en nombre, si me lo permiten, de los votantes de
izquierda- reclame un urgente congreso extraordinario o similar donde además de
fijar las líneas programáticas se establezcan mecanismos ágiles y
efectivos para llevar a cabo el imprescindible casting, pensando, si no
es mucha molestia, en su capacidad de sintonía con el personal. Cuanto antes
tengamos candidatos (al menos a la Generalitat y al Ayuntamiento de
Valencia) mejor. Y, ya puestos, podrían cerrar Blanquerías durante un mes por
reformas y aprovechar para ventilar y aligerar el local de peso muerto.
Mi corazón me pide sumarme al carro de Mayo de 1968 y, con vistas al
2011, aplicar el famoso eslogan: sed realistas: pedid lo imposible. Ganar
el 2011 sería realmente una Odisea para la que harían falta varias
docenas de Ulises. Pero, al menos, podemos aspirar a un cambio brusco de
tendencia y a una derrota dulce que haga abrigar fundadas esperanzas para el
2015. Qué menos.
De mi infancia recuerdo en nebulosa la leche en polvo, los portaviones
americanos, la tómbola de D. Marcelino, la riada, las películas de indios y
vaqueros de los cines del barrio, la omnipresencia de las Torres de Quart… La
juventud la consumí con la transición y con la esperanza de los ochenta. En la
supuesta madurez, he tenido que buscar oxígeno en mis entrañas (y en la amistad)
para soportar tanta mentira y miseria humana y ver como deshacían el país, mi
país. Quizá los dioses del Olimpo me permitan volver a ver un país más libre,
con menos complejos, que valore más su lengua, su cultura y su patrimonio. Que
acoja la savia de propios y ajenos. Que sepa traducir a los tiempos actuales el
clásico ideal del humanismo. Quizá me deparen tal dicha. O quizá no.


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