Els Papers de Santa Maria de Nassiu

EDUQUEU ELS XIQUETS I NO HAUREU DE CASTIGAR ELS HOMES (PITÀGORES)

19 de març de 2007
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Sant Josep: dia del pare i més coses

Avui, 19 de març, és el dia gran de la ciutat de València (amb la gran Rita). Però quina llàstima de dia gran perquè, tret del tradicional crit que sonarà ara a les 14:00 h "Senyor pirotècnic, pot pegar foc a la mascletà", s’escoltarà molt poquet la llengua del poble -el valencià- en boca d’aquelles i aquells que l’haurien de fer servir per donar exemple. Veritat, senyores i senyors Camps, Barberà, Cotino, Pla, etc.? Però la realitat és la que és.

Dissabte en l’habitual article d’opinió del poeta i professor Manel Rodríguez-Castelló, Es pot tossir ací?, publicada al diari Levante llegíem el que segueix:

Els baixos nivells d´audiència de Canal 9 són els símptomes més
evidents d´una malaltia crònica que començà a manifestar-se en l´època
Fabregat-Lerma, s´accentuà en la de Villescusa-Zaplana i s´allarga en
l´agonia final de no-sé-qui-Camps (em perdonaran que ignore el nom de
l´actual director), convertit ja en descarat instrument de propaganda
del PP. A la invisibilitat calculada del país real i complex que
promociona la cadena (hi ha noms que ni fets a posta) ha respost el
públic amb la mateixa moneda girant-li l´esquena, senyal que els
valencians no som tan babaus com alguns voldrien.
Molts dels potencials espectadors de Canal 9, que exigim uns
mínims de qualitat i bona pedagogia i l´ús digne i normal del valencià,
vam emigrar per refugiar-nos a TV3. Des de la construcció dels
repetidors pagats amb els propis diners, i la posterior conversió a
televisió digital, som centenars de milers els qui la mirem amb més o
menys assiduïtat, perquè no hi ha color. Els amos del corral autonòmic,
en comptes de millorar l´oferta del seu canal per veure de guanyar-se
audiència, optaran pel que han fet sempre: impedir la recepció de TV3.
La indigència de Canal 9 ja els va bé, perquè a fi de comptes els
seus forats pressupostaris els paguem els contribuents, de manera que
continuaran servint gasofa televisiva a un públic minoritari submís i
alliçonat. No ha de prosperar un exemple del que podria ser una
televisió digna i professional, oberta a la realitat del propi país i
del món. Els croats de la llibertat de mercat es salten les seues lleis
a la torera quan els convé, i més en època d´eleccions. Obsedits pels
propis fantasmes, dèbils en el seu monopoli autoritari, faran mans i
mànegues per ofegar la dissidència, fins i tot la tan modesta de veure
la tele que més ens agrade. Si valencians i catalans no parlem la
mateixa llengua, què tenen contra el saludable aprenentatge de llengües
estrangeres? Tossirem quan i on ells ens diguen.

I ja sabeu el que m’ocupa i em preocupa el tema educatiu. Us deixe a continuació l’article d’En Francisco Rodríguez Adrados, Enseñanza y conocimiento, editat al periòdic EL PAIS d’avui. Llegiu-lo i ja em direu si anem per bon camí amb la reforma educativa.


Enseñanza y conocimiento


FRANCISCO RODRÍGUEZ ADRADOS


EL PAÍS – 19-03-2007


No hay efecto sin causa, decía Aristóteles, y toda esa revolución
educativa de que he hablado en un artículo anterior, idealista pero
utopista y en gran medida de malos resultados, tiene unas causas.


He especulado largamente sobre sus causas en mi libro Defendiendo la enseñanza de los clásicos griegos y latinos
y en muchos otros lugares. He hablado del dominio de la enseñanza por
los psicopedagogos y los políticos, con frecuencia alejados de nuestra
cultura; de la sociedad permisiva y las evasiones y desvíos que
propicia; de la demagogia, que hace aparecer como populares causas de
unos pocos; del "presentismo" y el abandono de la historia y los
estudios serios; del deseo bienintencionado (pero frustrado) de retirar
a los chicos de la calle y aparcarlos en un lugar lo menos exigente
posible; de la presión de una internacional igualitaria y acultural, en
conexión con el marxismo; etcétera.


Pero en el artículo a que aludo añadí algo que creo que es importante.
Algo por lo demás anticipado muchas veces y subrayado ahora por un
artículo muy crítico, "La guerra de los cuerpos: un proyecto para
rematar la enseñanza", de un profesor de Secundaria, Javier Orrico (en La Ilustración liberal, del año pasado). Me ha estimulado a volver a la lid, como al caballo ya viejo al que hace correr el aguijón.


Ya lo he dicho: la razón de todo, en lo profundo, está en la
desatención al conocimiento, que llega a la hostilidad. A que es
sustituido, en determinados círculos, por las entelequias que ya
esbocé, no falsas en sus principios, sí en su absolutismo, en su
parcialidad, en su imperialismo, diríamos. A saber, entre otras, la
enseñanza lúdica, la promoción del "aprender a aprender" y de la
creatividad del alumno, el papel subordinado del profesor: entre
predicador, confesor y frontón en el que rebotan las preguntas.


De un profesor cada vez más alienado, puesto que fue la Ciencia lo que
se le enseñó, lo que iba a enseñar a un círculo de alumnos interesados
y a los que él interesaría más. No le formaron para didacta laico de la
conducta, que se suponía que los padres, la sociedad misma, la
experiencia asimilada inteligentemente, la moral tradicional católica o
no, la lectura y mil voceros más se la enseñarían al niño y al hombre.


Pero antes de profundizar en el tema y en los nuevos ideales (tan poco
liberales, pese al igualitarismo) que buscan sustituir el del
conocimiento arrasando, en opinión de muchos, la enseñanza, antes de
esto contaré una pequeña anécdota.


En primavera de 1984 la Sociedad Española de Estudios Clásicos, en
respuesta a un Libro Verde del Ministerio de Educación, publicó un
"Informe sobre la reforma de las Enseñanzas Medias" que criticaba la
reducción del Bachillerato y el rebajamiento de los niveles. Una
delegación formada por los profesores Laín, Tovar, Fontán y Gil
Fernández, lo más granado de la intelectualidad que dicen, y por mí
mismo, intentó ver al Ministro Maravall, a ver si parábamos aquello.


Nos envió al Director General de Enseñanzas Medias don José Segovia. Y
cuando yo le pregunté que en qué iban a quedar los conocimientos de los
alumnos en la enseñanza recortada que se proponía me contestó más o
menos (llego al centro de la anécdota): "Eso se aprende en las
enciclopedias y la televisión". Pero corto la digresión y vuelvo al
tema.


Orrico se refiere en su artículo a la profesora de Didáctica de la
Universidad Autónoma de Barcelona Pilar Benejam, que en la página web
del Ministerio de Educación resume las conclusiones de un seminario
organizado por el propio ministerio sobre la formación inicial de los
profesores de Bachillerato.


Habla de la LOGSE, de su "teoría educativa actualizada" y señala
críticamente que "de manera inexplicable, gran parte de los profesores,
los políticos y la sociedad en general siguió confiando en que para
enseñar a nivel de secundaria lo realmente importante era una buena
preparación académica". Según ella, la misión del profesor es "ayudar a
buscar información". "El estado de Bienestar es contrario a la
excelencia, la calidad, el esfuerzo, la selección". Etcétera.


En definitiva (y ahora habla Orrico, ¿para qué voy a reformularlo yo?):
se propone que "un mero barniz divulgativo bastará (a los
profesores)… lo importante pasa a ser su formación psicopedagógica,
bien instruidos por los didactas en desplazar los conocimientos del eje
de la enseñanza".


¿Para qué más? El conocimiento era (y es) el gran orgullo de los
griegos y de Occidente. Exige la memoria, sin la cual no hay base para
saber ni organizar nada. Y la inteligencia, para poder criticar y
construir sobre ella. Todo lo demás, sin el conocimiento, es cosa vana,
humo. Y solo se puede enseñar lo que se conoce.


Eso sí, la didáctica tiene que ser impartida, precisamente, por los
conocedores de las distintas materias, partes varias de un mismo
conocimiento.


Ahora hablo yo y propongo: este ideal del conocimiento debe seguir
siendo el central, quitando adherencias que estorban y aun
imposibilitan la labor del profesor.


Y rápidamente quiero insistir en que el panorama español se repite más
o menos en otros países, donde grupos semejantes o iguales a los
nuestros acaparan el poder educativo -frente al profesorado. En mi El reloj de la Historia
ofrezco un amplio panorama de esas ideas y otro de los defensores de la
Ciencia, la competitividad, la responsabilidad, la excelencia, la
cultura a secas.


Me limito a citar a Jacqueline de Romilly, helenista de primera fila y
miembro de la Académie Française, defensora de nuestra tradición
cultural, amiga mía y autora de un libro esencial, L’enseignement en détresse.
Me basta con citar los títulos de algunos capítulos, en traducción
española: "La corriente invasora de la ignorancia" (con el elogio del
esfuerzo), "El igualitarismo contra la emulación", "La politización",
"La urgencia práctica o la cultura".


Parece como si estuviéramos en un mismo país. En realidad, hoy todo el
mundo tiende a ser un mismo país, con sus glorias y sus derrotas. Ojalá
estas sean pasajeras. El hombre siempre se repone al final, sale a
flote de sus peores momentos.


Me queda por tocar, entre otros, un tema. ¿En qué medida la mentalidad
igualitaria de que hablo tiene relación con el partido socialista? O
bien, ¿se busca crear un hombre gregario y sin crítica, como algunos
dicen?


El igualitarismo es algo hoy generalizado, pero tiene variantes, como
ya entre los griegos, como siempre. Hay la igualdad de oportunidades,
que todos favorecen, al menos de palabra; hay la igualdad en la
ignorancia. Teóricamente, habría la igualdad de los sabios.


Pues bien, es cierto que ciertas corrientes pedagogizantes han
infiltrado a los gobiernos socialistas, en cierta medida a todos, es un
fenómeno universal. Hacen presión insistente y hábil, tienen algunas
razones de partida, pocas de llegada.


Pero quiero insistir en que el partido socialista era, en sus orígenes,
humanista y culto. Lean a Fernando de los Ríos. Recuerden a Jules
Marouzeau, el gran latinista y bibliógrafo francés, un socialista.
Recuerden la labor cultural de socialistas y republicanos durante la
segunda República española y el plan de Bachillerato de la misma. No es
impensable que el socialismo gire, que intente hacer compatible lo que
solo en apariencia es incompatible.


Y quiero terminar diciendo que la invasión psico-pedagógica de que
hablo, mezcla de una cultura separada de la nuestra y de deseo de
expansión y poder, es algo cuyo gran despliegue tuvo lugar tras la
segunda guerra mundial, no antes. Siguió la desorientación o temor de
los políticos. Y el descubrimiento de que la enseñanza podía
aprovecharse políticamente, descubrimiento del sueco Palme.


Los profesores estaban en otra onda, seguían en la brecha. O se
rendían, según los casos. Íntimamente, pocos han sido los convencidos.


En estas estamos. Esperando a que la sociedad recobre la fe en el
conocimiento, patrimonio ahora de los especialistas. Pero amado también
por más seres humanos de los que a simple vista parece.




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  1. Què en la direcció d’ensenyament no saben buscar la màxima eficiència de destriar el grà de la palla.

    I què això els l’importa un pitu en general a tots aquest xarramuqes. Els què els interesa és transmetre la seua visió ideològica espanyola de l’Estat i Santiago cierra Espanya i punt.

  2. Està feta per fer-li la propaganda al Partit Popular de forma sectaria i partidista.

    Per augmentar i justificar aquestes despeses propagandístiques, alhora que invertir i fer de laboratori experimental en programes tele-escombraires i per veure si són utils a les privades per a la seua lluïta per l’audiència.

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