La jornada de un profesor de secundaria |
Un profesor de Educación Secundaria tiene una jornada de 37,5 horas semanales repartidas en 18 lectivas, 3 de guardia, 3 dedicadas a labores de tutoría y/o laboratorio, 1 para reunión de departamento, 5 para otras actividades -reuniones de coordinación, tareas de mediación, atención a padres, biblioteca, claustros, consejo escolar, planificación y realización de actividades extra-escolares, elaboración, aplicación y evaluación de distintos planes (transición Primaria-Secundaria, lectura, autoprotección?), cursos de formación, etcétera- y 7,5 para la preparación de las clases. En estas últimas tiene que elaborar y adaptar materiales, elegir la didáctica más apropiada para cada grupo, controlar la libreta de cada uno de sus alumnos (entre 180 y 270 adolescentes), confeccionar y corregir exámenes, confeccionar adaptaciones curriculares…). Es evidente que el número de horas consideradas por la Administración para todo este trabajo es insuficiente, ya que supone dedicar 25 minutos semanales a realizar todas estas actividades por cada una de las 18 horas de clase, o, lo que es lo mismo, entre 2,5 y 1,66 minutos semanales por alumno. Y ahora, para tratar de reducir el déficit de la Generalitat -que cuenta entre sus más curiosas decisiones el concertar el Bachillerato con la enseñanza privada, cuando ya no disponía de dinero para ello- decide aumentar las horas lectivas del profesorado. Como cualquier profesor está en este momento realizando 37,5 horas semanales de trabajo, si se nos suman 3 horas lectivas más, pasaremos a 40,5 horas (sin contar las de preparación de estas 3 horas más de clase). Eso sí, la consellera insinúa que estas horas se realizarán a costa de otras que actualmente realizamos. ¿A cuáles se refiere: tutoría, extra-escolares, atención a padres, preparación de clases, labores de mediación?? Y todo ello con un recorte del sueldo (50% en los sexenios), despido de interinos (y/o reducción de su salario) y una reducción drástica de los programas de apoyo. Enrique Carbonell. Valencia |
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