El PP calla; la Iglesia otorga
Dos semanas han pasado desde que
Ronald Koeman entró en ebullición y el Valencia CF estalló como un volcán.
Quince días, con sus correspondientes noches, son mucho tiempo para que nadie
del PP haya abierto el pico culpando a Zapatero de una de las crisis más
convulsas que ha vivido el club en su ya larga historia. Ni Zaplana, tan callado
últimamente, ni el siempre ocurrente González Pons, ni la fogosa Rita, ni el
histriónico Pujalte, ni el bocazas de Ricardito Costa… Nada. Teniendo en
cuenta la propensión enfermiza de los peperos a responsabilizar a ZP de todos
los males habidos y por haber, su silencio respecto a la situación del VCF
resulta ensordecedor. De manera que, siguiendo, sensu contario, sus perversos
razonamientos, si Zapatero es inocente, Rajoy es reo.
Más aún: a nada de
cuanto acontece en el VCF es ajeno el PP. Para Camps, el club es una conselleria
más; para Rita, otra concejalía. De delegado de ambos ejerce Jesús Wollstein,
auténtico comisario político del partido en el VCF, cuyos éxitos o fracasos
amenazan con pasarle factura electoral al presidente de la Generalitat, a la
alcaldesa de Valencia y, por elevación, al mismísimo Rajoy. Porque lo que es el
PSPV, nada tiene que ver en el desbarajuste de Mestalla. Despejado a córner Juan
Ignasi Pla, xoto hasta la médula y, por ende, gran consentidor de Juan B. Soler,
los que ahora cortan el bacalao en Blanqueries están fuera de toda sospecha.
Joan Lerma, como es bien conocido, bebe los vientos por el Levante UD; Mari
Tere, en estímulos futbolísticos, debe vibrar, como mucho, con la Selección
española. Es decir que, en lo concerniente al VCF, los sociatas, ni pinchan, ni
cortan. Todo el protagonismo, para bien o, como en este caso, para mal, lo asume
el PP.
En cambio, si que habría que esperar un posicionamiento al respecto y
exigirle una responsabilidad a Don Agustín -co?mo le llaman sus fans-. El
flamante cardenal, que siempre ha chupado cámara cuando los éxitos del VCF, debe
salir ahora a dar la cara. Si sacó pectoral en los triunfos, ahora debería
asumir sus culpas en los fracasos. Hay que saber estar a las duras y a las
maduras. Y Su Eminencia Reverendísima, tan parlanchín y entrometido últimamente
en asuntos terrenales, está tardando en marcarse una pastoral solemne, una
epístola a los fieles o una simple homilía dominical, dedicada a iluminarnos
sobre la situación tan delicada que vive el VCF. Hay posicionamientos que
resultan imprescindibles. Y silencios que son muy elocuentes. Como los de Camps,
García Gasco and company, en torno al culebrón del VCF. Que digan algo.
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El del Atlhetic de Bilbao és un altra assumpte i hauriem de fer una lliga mediterrànea i de l’Heukalerria per a tal qüestió com diu l’il.lustre Carod Rovira.
Per que el País Valencià (actual Comodidad Valenciana) que jo sapia no pertany als Països Catalans parlant en propietat ni de forma imaginaria doncs és un desproposit e incorrecció que ens fa retrocedir anar-nos s’en a orris promulgat al segle XX i derivat per la nit de la dictadura i al socaire dels des governs del PP i PSOE.