Els Papers de Santa Maria de Nassiu

Si
la Generalitat y el Ministerio de Fomento se han de poner de acuerdo para el
traspaso de cercanías o la colaboración en la gestión de las infraestructuras,
la prueba de que esta colaboración es, cuanto menos, tortuosa, es la
modernización de la línea ferroviaria Xàtiva-Alcoi. Desde que el trazado estuvo
a punto de cerrarse en 1984 porque se consideraba “deficitaria” las promesas de
mejora del trazado han sido cuantiosas pero se han traducido en realidades
escasas.
De los 63,7 kilómetros de trazado ferroviario entre las capitales
de la Costera y l’Alcoià, sólo el tramo Ontinyent-Agres (de 9,6 kilómetros) se
renovó en 1997. Desde entonces, actuaciones como la variante de Benigànim o la
modernización del resto del trazado son todo un clásico que aparecen cada año en
los presupuestos autonómicos y estatales que nunca llegan a fructificar.
Al
Ministerio de Fomento le corresponde modernizar la línea desde el kilómetro 0 al
8 y desde el punto kilométrico (pk) 23,5 hasta el 63,7. El proyecto se adjudicó
en enero de 2007 a la empresa Ingeniería y Economía de Transportes (Ineco)y
debía redactarse en 9 eses. La actuación incluía “la mejora de la
superestructura de vía [raíles, traviesas y balasto], el acondicionamiento de
las estaciones y los apeaderos o la consolidación de de la infraestructura
existente” por lo que el proyecto incluye “la sustitución del tramo metálico
sobre el río Albaida por un tablero de hormigón”.
No obstante, desde el
Ministerio de Fomento no aclararon ayer una posible fecha de inicio de obras.
“La línea Xàtiva-Alcoi, en principio, está incluida en el proyectado Convenio de
ferrocarriles Generalitat-Fomento, un convenio aún pendiente de negociarse y
firmarse, aunque desde la dirección general de Ferrocarriles de Fomento ya se
están redactando los proyectos de dos tramos de esta línea. El tramo central,
conocido como variante de Benigànim está pendiente de definirse en el diseño del
convenio”, aseguraron fuentes oficiales del departamento que dirige Magdalena
Álvarez.
Por su parte, a la Conselleria de Infraestructuras corresponde
mejorar la línea entre los puntos puntos kilométricos 8 al 23,5 (un total de
15,5 kilómetros) y, de hecho, en enero de 2007 ya tenían finalizado “el proyecto
de mejora de la línea” entre ambas ciudades pero nada más se ha sabido de este
proyecto. La misma suerte ha tenido la licitación de las obras de mejora de la
estación de Albaida, anunciadas por el conseller de Infraestructuras, Mario
Flores, el pasado mes de noviembre y que, casi seis meses después aún no se han
iniciado a pesar de que “desde el Consell consideramos prioritaria la
modernización integral de esta línea, porque puede jugar un papel fundamental en
la comunicación con las comarcas centrales”.
A la solicitud del traspaso de
cercanías se refirió ayer el portavoz de Infraestructuras del grupo socialista
en las Corts, José Antonio Godoy, alertó ayer sobre “el peligro que supone dejar
las cercanías en manos de un Gobierno –el valenciano– que no sabe gestionar ni
el metro”. Según Godoy lo que “verdaderamente tiene que explicar el PP es para
qué quiere la transferencia de las cercanías” ya que, según recordó, “el
conseller de Infraestructuras y Transporte, Mario Flores, ha declarado que, una
vez transferido el servicio, podría adjudicar la gestión de cercanías a una
empresa privada”. En su opinión, “si lo que quiere el PP es adjudicar las
cercanías a una empresa privada, antes debe explicar a qué vienen las prisas
cuando hace 4 meses que el PP votó en las Corts en contra de la transferencia de
las cercanías”.