Els Papers de Santa Maria de Nassiu

EDUQUEU ELS XIQUETS I NO HAUREU DE CASTIGAR ELS HOMES (PITÀGORES)

16 de gener de 2009
2 comentaris

GARCIA-GASCO i OSORO

Cardenal-arquebisbe de València i arquebisbe nomenat per a València. Prendrà possessió el pròxim 18 d’abril. Però qui és l’actual -per mesos- i el pròxim arquebisbe de València? Tenen alguna cosa en comú: tots dos són de la “corda” de Rouco Varela, tots dos són “forasters” i, pel que sé, no parlen la llengua del poble, cosa no gens estranya perquè al Pv hem tingut un president que no parlava la llengua del poble i no ha passat res. De tota manera Levante-EMV ens il.lustrava diuemenge amb dos articles: un d’Alfons Garcia i l’altre de J. Morán. Tots dos ens diuen maneres de fer d’aquests dos sants homes. Els podeu llegir tot seguit. I sobretot fixeu-vos en quina ha estat fins ara l’actuació de Carlos Osoro Sierra pel que fa a l’asturià:

Prohibió

el uso del asturiano

La Santa Sede nombró
ayer a arzobispo Carlos
Osoro administrador
apostólico de Oviedo. El
administrador diocesano
tiene su potestad limitada,
pero no el apostólico. Osoro
cesará como administrador
apostólico el 18 de
abril, día en el que tomará
posesión de la sede levantina.
También cesaría si antes
de esa fecha es nombrado
un nuevo arzobispo de
Oviedo. Lo llamativo de
este segundo nombramiento
es que no ha sido simultáneo
con el primero.
Por otra parte, el Gobierno
del Principado deseó
ayer «toda suerte de
aciertos y éxitos» a Osoro
como nuevo titular de. Valencia.
En un comunicado,
el ejecutivo regional expresa
que durante sus siete
años en Asturias Osoro ha
dejado «buena impronta»,
ya que «ha sido una persona
trabajadora, comprometida
y muy leal con las
instituciones, en particular
con el Gobierno del Principado
». Finalmente, Bloque
por Asturies acusó de «hipocresía
» al nuevo arzobispo
de Valencia por manifestar
que estudia valenciano,
mientras que «prohibió
el asturiano en las celebraciones
religiosas». preservándose
de rozaduras y
tensiones excesivas, así
como su adecuada visión y
movilidad.”

De tota manera ací no acaben les “inquietuds” eclesiàstiques. Llegiu també aquest article de Juan G. Bedoya, Rouco bate a Cañizares, (EL PAÍS). Bon dia.

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El cardenal de los

grandes eventos

6/7 endomingo
11 de enero de 2009


Los grandes acontecimientos, actos masivos y

construcciones monumentales que
han marcado el

gobierno de García-Gasco al frente de la diócesis de Valencia

le han valido la respuesta en la calle pero no han sido
suficientes

para lograr un efecto similar entre el clero, del que

sólo ha obtenido frialdad.


Alfons García, VALENCIA

FOTO: AVAN

Ha estado 16 años en Valencia,

pero Valencia no ha

pasado por él».

El juicio
sobre

Agustín García-Gasco (Corral

de Almaguer, Toledo, 1931) lo

realizaba el pasado jueves, día

del nombramiento de Carlos

Osoro como nuevo arzobispo

de la diócesis, un sacerdote que

ha trabajado al lado del cardenal

bastantes años. La afirmación,

en opinión del periodista

encargado de trazar esta crónica

de la era Gasco, no es del todo

exacta.

Don Agustín puede haber

mostrado demasiado poco interés

por las señas de identidad valencianas

—empezando por la

lengua, despreciada como forma

de comunicación y cultura—,

pero ha entendido algunos

rasgos de ese magma invisible

que debe fluir por el ahora florido

lecho del viejo Turia. Como

es el gusto por lo monumental y

espectacular, diría uno, aún a

riesgo de ahogarse en el tópico.

Pero ahí están las fallas, posiblemente

el mejor resumen sin

palabras de la esencia valenciana.

¿Y qué fue, si no, el magno

altar para las 26 horas de visita

de Benedicto XVI en 2006?

¿Qué fue, si no, aquella exagerada

—e inflada en cifras— concentración

en torno a los monumentos

de vidrio y hormigón

blanco de Calatrava? ¿Qué fue,

si no, la multitudinaria peregrinación

de marzo de 2001
a la

plaza de San Pedro, el centro de

la Cristiandad, para asistir a la

beatificación más masiva hasta

entonces: la de 233 «mártires de

la Guerra Civil»? ¿Qué son, si

no, los templos grandiosos que

ha impulsado en los nuevos barrios

de la capital, como el dedicado

al fundador del Opus

Dei o el proyecto fallido del

Centro ecuménico de Oliva?

O fue una cadena de casualidades

o el prelado entendió

algo, porque estos hechos no se

han dado en otras diócesis españolas.

Como la política de

«grandes eventos» es casi ya
una

marca local.

No podemos asegurar que en

los últimos años Valencia haya

sido más católica (las estadísticas

de asistencia a misa o de vocaciones

dicen lo contrario),

pero sí que la
Iglesia ha estado

mucho más visible. Incluso alguien

dirá que recuperando

aquel papel de fuerza viva que

perdió en los años posteriores al

innombrable Concilio Vaticano

II. «El capellán de palacio» fue

el calificativo que un clérigo de

lengua afilada puso a García-

Gasco por sus frecuentes visitas

al Palau en el que reinaba entonces

Eduardo Zaplana.

El cardenal entendió pronto

los signos que venían de la Santa

Sede, dijo adiós al estilo del

Concilio Vaticano II y abrió las

puertas a los nuevos movimientos

católicos (Opus Dei, Camino

Neocatecumenal), tan queridos

por el Papa Wojtila.

El perfil de los colaboradores

más directos de los que se rodeó

—muy neocon diríamos si

aquí pisáramos Massachusetts

y no Massarrochos— encaja

con ese cambio, lo que obviamente

no fue bien entendido por

un sector importante del clero,

amamantado en seminarios sesenteros

donde las ideas progres

del Concilio dominaban. Para

otros curas, con menos carga

ideológica, simplemente su arzobispo

quedaba detrás de una

barrera demasiado alta. Y un

día, el obispo auxiliar Rafael Sanus,

cansado de ese ambiente y

de ser la sotana de las lamentaciones

de los olvidados, dio un

paso adelante y dijo que se iba.

«Ha sido un hombre del poder

», replica el interlocutor que

abría esta crónica. Se refiere a

sus tratos con el Vaticano y a su

voluntad de intervenir en el poder

político (la vida pública, en

versión eufemística), muy en la

línea también de los nuevos modos

de entender la
Iglesia que

desprendía Juan Pablo II. Ahí

queda la
Universidad Católica

San Vicente Mártir, para ofrecer

una formación contra el «laicismo

» dominante.

Y ahí queda su imagen en

púrpura en el altar de la plaza

de Colón de Madrid el 28 de diciembre

de 2007, al lado de los

cardenales Rouco Varela y Cañizares,

los jefes del episcopado

español. Él, inferior en el escalafón,

hizo notar su presencia

con el verbo apocalíptico: el

aborto, el divorcio express y las

ideologías que pretenden manipular

la educación de los jóvenes,

clamó, conducen a «la disolución

de la democracia».

Y si los adversarios plantan

cara, pues mejor dos tazas: ante

el desparpajo de los Jo no t’Espere

y las centenares de solicitudes

de apostasía recibidas en

el Palacio Arzobispal, previa

concentración en las puertas,

respuesta negativa y cientos de

recursos en la Audiencia Nacional

y el Tribunal Supremo, pese

al coste que pueda implicar.

Nada igual se ha visto en otra

diócesis.

García-Gasco lo ha alcanzado

casi todo en la carrera eclesial:

arzobispo de una de las diócesis

grandes, un gran hito como

un encuentro mundial católico

—y con el Papa, además—, consideración

de la Santa
Sede hasta

el punto de incluirlo en el colegio

cardenalicio. Si echó en falta

algo fue peso en Añastro, la

calle madrileña donde se encuentra

la
Conferencia Episcopal

(CEE). Nunca obtuvo cargos

importantes en los órganos

importantes de los obispos más

que los que le correspondían

como representante de la provincia

valentina. Incluso cuando

en 2008 pasó a presidir una

de las comisiones con más nombre

(la heredera de la antigua Inquisición)

fue por la muerte del

prelado que ocupaba el puesto,

el auxiliar de Madrid Eugenio

Romero Pose.

El cardenal renovó las estructuras

del arzobispado —el

moderno edificio de la calle Avellanas

es la mejor muestra— y,

en esa línea de la presencia pública,

levantó un importante

aparato de comunicación (en

otros tiempos también se decía

propaganda) que ya querrían

para sí algunas instituciones políticas.

¿Y ahora qué? Pues habrá

que ver qué relación entabla con

el sucesor. Si acepta un discreto

segundo plano o quiere alargar

su influencia desde el retiro en

su nueva casa del Seminario.

Las cruces de Osoro

Carlos Osoro también ha tenido sus «cruces» en la
diócesis de Oviedo. Son tres «casos» que han marcado buena
parte de los años precedentes. La asociación Lumen Dei, la
comunidad de Los Cabos y el de un monasterio cisterciense

J. Morán, GIJÓN

FOTO: EFE

Tres asuntos diocesanos

delicados —Lumen Dei,

Los Cabos y Valdediós— han alcanzado

su apogeo en 2008, el

Año Santo de la
Cruz, cuya clausura

presidirá el arzobispo Osoro

mañana en la
Catedral. Han

sido las otras cruces del Año

Santo, tres problemas que Osoro

también ha querido clausurar

antes de su partida a la sede de

Valencia, para la que ha sido

nombrado este jueves. Se trata

de asuntos que Osoro ha conducido

casi en solitario, y que

surgieron por iniciativa suya, y

después se transformaron en

conflictos abiertos.

El caso de Lumen Dei (LD) ha

sido el de mayor calado, pues el

problema de esta asociación

fundada por el jesuita asturiano

Rodrigo Molina (1920 -2002)

recibió incluso la atención del

Papa Benedicto XVI, que en diciembre

de 2008 confirmó al arzobispo

emérito Fernando Sebastián

como comisario pontificio

al frente de LD para reconducir

la asociación. Lumen Dei

cuenta con unos 600 miembros

—entre sacerdotes, hermanas y

matrimonios— que trabajan

principalmente en obras sociales

de Latinoamérica.

La intervención del Vaticano

en la asociación Lumen Dei se

produjo a raíz de denuncias sobre

desórdenes morales y económicos

que involucraban a superiores

de la asociación, la cual

cuenta en Asturias con dos comunidades

de hermanas, una en

Gijón y otra en el Palacio Episcopal

de Oviedo, establecida en

abril de 2007 por invitación del

propio Osoro.

Según ha podido saber este

periódico, dicha comunidad

desaparecerá el próximo día 15

de enero, cuando la hermanas

abandonen el Palacio, con lo

que finalizará una relación tan

directa entre el arzobispo y la

asociación intervenida por la

Santa Sede.

Sin embargo, el propio comisario

acaba de difundir una

carta en la que explica cómo «algunos

miembros de Lumen Dei,

arrogándose una autoridad y

una representatividad que no

tienen —matiza el texto que ha

remitido el comisario—, os

aconsejan salir de Lumen Dei

para luego constituir con ellos

una nueva asociación». Y agrega:

«Ese proyecto es una verdadera

burla de la autoridad del

Papa».

COMUNIDAD DE CREACIÓN.

En cuanto a Los Cabos, es el

caso de una comunidad de vida

y de creación artística que Osoro

creó en 2003, bajo la dirección

del cantautor Luis Alfredo

Díaz Britos (Uruguay, 1952) y

de su esposa, Monserrat Pons.

Osoro cedió para ello el antiguo

colegio de Los Cabos, en

Pravia, propiedad de la familia

Armada.

La comunidad llegó a contar

con unos 20 miembros, procedentes

en su mayoría de varios

países latinoamericanos y su trabajo

mantenía Producciones La

Raíz —sello discográfico de Britos—,

David Radio o la organización

del Multifestival David,

entre otras actividades.

Los lazos entre Osoro y la

comunidad de Los Cabos se estrecharon

más en enero de

2006, cuando los miembros del

grupo formularon en una capilla

de la Catedral
compromisos

de obediencia al Arzobispo y de

servicio a la diócesis que el dirigía.

«Nunca me habéis desobedecido»

Sin embargo, la comunidad

fue disuelta por Osoro en mayo

de 2008, después de que varios

ex miembros se quejaran de que

«nos invitaron a trabajar para

el Señor, pero trabajábamos

para otro señor».

El pasado mes de noviembre

Osoro cesó a Díaz Britos como

responsable del área diocesana

de comunicación y nuevas tecnologías.

Finalmente, el caso de Valdediós

(Villaviciosa), monasterio

cisterciense desde hace ochos siglos,

comenzó con el intento de

Osoro y del prior, Jorge Gibert,

por solucionar el problema de

un cenobio con sólo cuatro

miembros y sin perspectivas vocacionales.

Pero Gibert y Osoro discrepan

profundamente cuando el

arzobispo plantea al prior entregar

el monasterio a la
Comunidad

de San Juan, una congregación

francesa fundada en

1975.

Tras los informes que Osoro

remite a la
Santa Sede, la Congregación

para los Institutos de

Vida Consagrada determina que

el 26 de enero sea suprimido

Valdediós como monasterio del

Cister.


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  1. Poc es pot dir davant la nefasta actuacio de qui no te mes capacitat, i el que es mes greu no te respecte del que xafa i les seues tradicons.
    Podria tractarse-me de purità si en lloc de dir Asturià com a llengua, li diem Bable, per que no te el perquè d’anar lligat el nom de la llengua al gentilici (es diu aixi veritat?). A mes que bable es una paraula que sempre ma paregu bella.
    I despres l’ipocresia de que estga aprenent valencià, per a nosaltres no es tanta, pero crec que li interessa o en cuatre dies no podra ixir del cap i casal. Pero crec que encara se’ls agreuja mes, sobretot al Osoro per que deu de ser tant analfabet que fins i tot dubtaria jo del seu Llatí i “Mera” que jo no tinc ni idea.
    Tambe es veritat que per arrivar a BLAURA o el pegues un trompada o no hi arrives, igual la d’ell es aprendre per obligacio la llengua que tindria que aprendre per devocio.
    Ai Àngel que’l nostre Senyor ens pille confessos i Combregats!!!!!

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