Hui celebrem l’epifania del Senyor, el dia dela Reis Mags. Farem bondat a la residència i demà, de nou, reprendrem les sessions de rehabilitació a la UCV sant Vicent Màrtir.
Opinión | tribuna
Queridos Reyes Magos:
Desde hace ya mucho tiempo, en estas fechas en que comienza el año, os escribo mi carta, con la ilusión de que la magia de los personajes de fantasía sea auténtica y pueda hacer posible la realización de mis sueños. Pero quiero ser más ambicioso, quiero solicitaros que unáis vuestra magia para comenzar a erradicar el hambre en el mundo. En pleno siglo XXI más 1.300 millones de personas son pobres y 24 mil personas mueren cada día de hambre en el mundo. El 75 % de estos fallecidos son niños menores de cinco años. Es decir que 18 mil niños y niñas de entre uno y cuatro años mueren de hambre cada día.
La poesía de Miguel Hernández siempre nos lo recuerda: «Tristes guerras si no es amor la empresa. Tristes, tristes. Tristes armas si no son las palabras».
Los conflictos armados son una de las principales causas del hambre y de la muerte. La población, que muy a menudo practica la agricultura de subsistencia, no puede cultivar. La guerra destroza los sistemas de agua y saneamiento Muchos centros de salud quedan inutilizados. Desterrad del poder a los causantes como Putin y Benjamín Netanyahu.
El cambio climático es otra de las causas importantes del hambre en el mundo. Haced que las personas, las empresas, los gobiernos del mundo luchen contra este fenómeno. En los últimos años, el cambio climático está agravando los efectos de las sequías. Además, añade nuevos factores de riesgo ya que también provoca inundaciones inesperadas que destrozan la vida de las personas. Lo hemos sufrido en mi tierra. Desterrad, también, a los gobernantes inútiles que nos desgobiernan
Queridos Reyes Magos:
Quiero un Estado que no ejerza apoyo a ninguna organización religiosa. Quiero un Estado laico. No quiero un Estado que fomente las expresiones religiosas de parte de su pueblo. No quiero un Estado que pueda tener acuerdos con confesiones religiosas. El artículo 16.3 de nuestra Constitución, con el que, obviamente no estoy de acuerdo, dice: «Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones». Yo sencillamente reclamo el respeto y la consideración para los que no tenemos creencias religiosas.
Con la declaración de la Segunda República Española, el concordato con la iglesia se derogó, teniendo por primera vez en la historia de España un estado laico con total separación entre iglesia y estado.
Quiero, por último, queridos Reyes, que erradiquéis la mentira en la política y en los medios de comunicación. Porque quien la utiliza para conseguir sus objetivos como instrumento calculado de acción colectiva, es un corrupto. La verdad es un derecho. Quien miente no es honesto y la honradez no es un valor añadido, es tan esencial que sin ella nada tiene sentido.
El hábito de mentir se ha generalizado de tal manera que corremos el riesgo de minimizar su propia naturaleza. La mentira consciente, premeditada es el factor fundamental de la calumnia, de la injuria, de la corrupción. Desterrad también a los mentirosos.
Este año mi carta está escrita desde el corazón de un viejo, que cree en el socialismo democrático y que ha visto como pasaban, en mi vida, las luces y las sombras. Sed generosos conmigo y que en este 2025 desterrad las guerras, a los fascistas, a los inútiles, al cambio climático y conseguid un Estado verdaderamente laico. Sé que como siempre os he pedido mucho, tal vez demasiado, pero sabed que en este largo camino de mi vida me he portado bien, muy bien.
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