Els Papers de Santa Maria de Nassiu

EDUQUEU ELS XIQUETS I NO HAUREU DE CASTIGAR ELS HOMES (PITÀGORES)

23 de febrer de 2008
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En campanya electoral

Als polítics dels dos partits que es disputen la presidència del govern no els importa massa l’educació. Eixim a una llei educativa per govern pràcticament. Si el PSOE posa l’Educació per a la ciutadania, el PP la treu. Si el PP pensa a reduir el fracàs escolar (amb el programa ÈXIT… promet un post al voltant d’aquest programa) al PV, el PSOE diu que obrirà de 7 del matí a 8 de la vesprada durant 11 mesos a l’any els centres educatius, etc.
Doncs arran d’aquest fet és bo que llegiu i reflexioneu al voltant del text publicat a EL PAÍS d’ahir per Miguel Ángel Goberna, catedràtic d’Estadística i Investigació Operativa de la Universitat d’Alacant. Ací el teniu:

Apuntes
Educación y elecciones


MIGUEL Á. GOBERNA

EL PAÍS – 22-02-2008

No debería sorprendernos, aunque nos duela, que la educación esté ausente del
debate electoral, puesto que constituye un problema menor para la mayoría de
nuestros compatriotas. Así lo atestigua el barómetro del CIS de diciembre de
2007, según el cual la educación ocupa la novena plaza en las preocupaciones de
los españoles, tanto si se contabiliza una sola respuesta de los encuestados (en
cuyo caso son prioritarias la economía, la vivienda, el paro, la calidad del
empleo, las pensiones, la inseguridad ciudadana, el terrorismo y la emigración,
por ese orden) como si se contabilizan tres respuestas (precediendo entonces a
la educación el terrorismo, el paro, la economía, la vivienda, la emigración, la
inseguridad ciudadana, la calidad del empleo y la clase política). Este desdén
por la educación (no importa su incidencia a largo plazo en la economía, el paro
o la calidad del empleo, según se ha podido ver en Irlanda, los países nórdicos
y los tigres asiáticos) podría deberse a la percepción de que las cosas van
razonablemente bien, pero también al desánimo ante un mal que se antoja
irremediable, dado que los políticos, incapaces de alcanzar consensos, no saben
hacer otra cosa que zarandear sin descanso el sistema educativo.

(segueix més avall)

Repartidas como están las competencias educativas entre órganos legislativos y
administraciones de ámbito estatal, autonómico y local, los políticos de todos
los colores, y con ellos los pedagogos de salón que les asesoran, se esfuerzan
por convencernos de que "el sistema educativo español no solo lo hace bien, sino
que lo hace muy bien" (Mercedes Cabrera, ministra de Educación). De ahí que
afirmen que los resultados negativos cosechados por nuestros quinceañeros en las
sucesivas encuestas PISA sobre lectura, matemáticas y ciencias experimentales
solo son ligeramente inferiores a los de sus coetáneos europeos, ocultando la
vergonzosa defección de las autonomías con peores resultados (encabezadas por la
valenciana) y la violación de los protocolos por buena parte de las restantes,
que sesgan las muestras para mejorar sus resultados en la evaluación.
A ellos se ha dirigido Arturo Pérez Reverte en su desgarrada carta
abierta Permitidme tutearos, imbéciles (ABC 23/12/2007): "No
quiero que acabe el mes sin mentaros -el tuteo es deliberado- a la madre. Y me
refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la
enseñanza pública en los últimos 20 o 30 años. De cuantos hacéis posible que
este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía. De
vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el
griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis inteligente, la
capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas. De
quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure
entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de
comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los
públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en
todas las materias evaluadas".
Antonio Muñoz Molina envía también sus saludos a los pedagogos (El
libro ilimitado, Babelia, EL PAÍS 15/12/2007): "La enseñanza pública se
deteriora irreparablemente en España gracias a una conspiración de ignorancia
tramada desde hace años por la chusma política y la secta pedagógica y las
autoridades ya tienen un culpable: el franquismo. Quién si no. (…) A los
expertos, a los gurús de la jerga psicopedagógica y a los enchufados no les
cabía la menor duda: los que alertábamos sobre la degradación de la enseñanza
nos habíamos vuelto de derechas y no sabíamos nada, no entendíamos de nada.
Ellos sí que entendían: a la vista están los resultados".
Tampoco se muestra complaciente con políticos y pedagogos Luis Leante
(Blog del IES El Plá de Alicante, 4/1/2008): "Cuando hace ocho años Philip Roth
publicó esta Mancha acusadora, algunos pensaban que nuestro sistema
educativo nunca podría llegar a los niveles de los norteamericanos. Siglos de
tradición humanística, sentido común y cierta dosis de esperanza nos hacían
pensar así. Pero en menos de una década, la crítica que la novela hace al
sistema educativo norteamericano es como un eructo de bebé comparado con la
cloaca social en que se ha convertido la enseñanza en nuestro país, y
especialmente en algunos de nuestros reinos de taifas. Leyes, contraleyes,
decretos y contradecretos; jefes, jefecillos, tontucios y tontos del culo han
copado los puestos de la sala de control y la nave de enseñanza cruza los
rápidos del siglo XXI gobernada por aquellos que en el aula fueron profesores
mediocres y en los despachos enmoquetados son déspotas, resentidos,
prevaricadores, amiguistas, mafiosos, clientelistas, presuntos delincuentes y
fabricantes de leyes que perpetúen y legitimen sus delitos".
Puede que no seamos muchos los preocupados por la educación en España,
pero nuestra preocupación es tan genuina y profunda que quizás merezcamos que
los programas electorales y los debates entre candidatos dediquen algún
parrafito a la bagatela educativa, no vaya a ser que pierdan algún voto: si casi
todo el mundo civilizado permite optar a los alumnos de menos de quince años
(diez en Alemania) entre la escuela profesional y el instituto (llámese
gymnasium, lycée, grammar school o college
preparatory high school), ¿por qué no aquí, permitiendo aprovechar las
clases y ampliar el ridículo bachillerato español de dos años? ¿Por qué algunos
se rasgan las vestiduras ante esta propuesta (que juzgan discriminatoria, por
interés o capacidad) mientras guardan silencio ante la segregación social
auspiciada por esa anomalía europea que es la concertación de centros privados?
¿Mejorará la calidad de la enseñanza con la eliminación de los exámenes
prácticos en los concursos de acceso a cuerpos docentes, de modo que ya no se
sabe si el futuro profesor de inglés lo habla o no o si el de matemáticas sabe o
no resolver problemas?
¿Guarda relación esa medida con los futuros másteres de educación
secundaria, que permitirán convertir en profesor a un poste de telégrafos?


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  1. Als polítics nostres i forasters els importa un rave l’educació. Això, sembla, que no dóna vots. Els qui ens dediquem a l’ensenyament sabem de què parlem, veritat? Aules prefabricades, pressupostos justets, problemes a resoldre diaris i mitjans escassos… Damunt, la percepció social que els mestres no en fem ni brot, tenim vacances de reis i encara ens paguen massa. Malgrat tot, l’ensenyament t’ha d’agradar si t’hi vols dedicar. Els alumnes s’ho valen.

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