Els Papers de Santa Maria de Nassiu

EDUQUEU ELS XIQUETS I NO HAUREU DE CASTIGAR ELS HOMES (PITÀGORES)

7 de desembre de 2024
0 comentaris

DISSABTE DE PONT

Hui tenim dissabte de pont, sense rehabilitació.

¡Vamos ganando!

Mientras Feijóo acusa a Sánchez de erosionar la Constitución, y Smith Ortega califica a todo el mundo de hipócrita por no cumplirla, apreciamos con un rotundo jolgorio, y con todo lujo de detalles, de qué son capaces estos partidos cuando se unen. Lo ha logrado quien desde siempre entretejió la unidad de la derecha española, Mayor Oreja, y su Red Política de Valores. Esa quinta cumbre transatlántica fue su modo de celebrar la Constitución el pasado día 2. Y para que todo el mundo aprecie su mensaje, y lo acoja como la buena nueva, han elegido la sala noble del Senado, con la autorización del grupo popular. Es fácil pensar que el grupo socialista dejara abierta la puerta a esa celebración. Si el PP se empeña en hacer el ridículo, pues adelante, que lo haga.

Allí escuchamos a la flor y nata de la internacional fanática, con el serio orgullo de las grandes ocasiones, pero nadie tan poseído como Mayor por el espíritu ceremonial, en el estrado de la sala de plenos del Senado, la histórica, la de verdad, no esa de railite que han hecho para los becarios. Nadie puede negarle a Mayor el gusto por el ritual sagrado. Para el público general ese acto es como una misa en latín, pero para él tiene un intenso sentido secreto. Para eso se eligió el santa santorum del Senado. Desde allí se habló no a los españoles, sino a la España eterna. Se trata de la vieja sala de los próceres, la que representaba bajo la Restauración de Cánovas la persistencia esencial de la patria. La verdad de Mayor también es eterna.

Lo que dijo Mayor debería inscribirse en planchas de bronce. Que por fin la humanidad se va dando cuenta de que la teoría de la evolución es una moda, vino a decir. Como la esclavitud, la democracia, el aborto o la homosexualidad. Que lo único persistente, sustancial, es el relato de la creación en los seis días de la Biblia; que ya lo están confirmando las legiones de científicos, que abandonan en masa la moda adoradora de Darwin. A defender estas ideas lo llama el Sr. Garriga, de VOX, “guerra cultural”. Enfrente están todos los demás, la cultura de la muerte.

Hay formas de comprensión del poder que sólo merecen la sátira. Carece de sentido dialogar con ellas. ¿A quién hablaríamos? Es verdad que debemos tener cuidado con la sátira. No les demos demasiadas ideas a estas inteligencias disparatadas. Acordémonos del irlandés Jonathan Swift: un día dijo que los ingleses comerían carne de niño irlandés si llegaba a tener buen precio en el mercado, y unos siglos después llega Milei y propone liberar el comercio de órganos. Con esta gente hay que tener cuidado. Un sacerdote israelí de hace tres mil años resumió aprisa y corriendo los mitos de la creación disponibles y estos se lo toman al pie de la letra. Son la cultura de la vida.

¿Cómo hablarles a estas gentes? Por momentos, cuando vemos el hieratismo de Mayor Oreja, nos viene a la memoria uno de aquellos muñecos de aquella ventrílocua, Mari Carmen, aquel Rodolfo, que la Wikipedia caracteriza como “el león sensible y delicado”. Pero si presto atención a lo que decía Mayor, recuerdo aquel cuento de Walter Benjamin, el del muñeco y el enano. Trata este cuento de un muñeco automático que juega al ajedrez en medio de una plaza. Gana a todo el mundo, pero es que dentro alberga a un enano avieso y listo, que con un sistema de hilos mueve las piezas. Y he aquí que Mayor Oreja, como el autómata, solo sabe decir: “¡Vamos ganando, vamos ganando!”.

Benjamin aplicó este cuento al marxismo. En realidad, se puede aplicar a todas las ideologías infalibles. La de Mayor Oreja es infalible y algo más. Esto se debe a algo que sabía Benjamin. Ese enano es el símbolo de la teología. Ella habla por la boca de Mayor Oreja. Sólo que hay dos teologías. Una, la mesiánica, que era la de Benjamin, que aspiraba a reparar todas las cosas en su pureza hasta lograr que el tigre pudiera pacer al lado del cordero. Y luego está la otra, la de Mayor; esta sólo sabe eternizar la letra de algo que ocurrió hace tres mil años y proclamar su verdad actual desde el salón de plenos de la España eterna, el Senado de los próceres españoles, sala que por revelación divina le pertenece a Mayor Oreja, aunque nadie lo haya elegido para ello.

Y luego dicen que Sánchez instrumentaliza las instituciones. Lo más curioso es que estos que proclaman que la ciencia es una moda -lo será cuando estemos en el reino de los cielos- y que creen a pie de la letra en la Biblia, son un poquito incoherentes. No tendría nada en su contra si fueran como los amish. Creen en la Biblia, pero no tocan nada que no figure en ella. Van en coche de caballos, se hacen sus vestidos, se construyen sus casas y desde luego son pacifistas. Pero estos seguidores de Mayor, son selectivos. Afirman la creación en seis días, y no la evolución. Sin embargo, de forma incoherente, pasan de creer en la Biblia y construyen misiles balísticos, drones de ataque, bombas de racimo, y cohetes para irse a Marte. Yo, que leo la Biblia a menudo, aún no he encontrado nada de eso en sus libros. Pero ellos son la cultura de la vida. Y van ganando.

Rafael Maluenda
23.01.2010 | 12.38
GATA DE GORGOS
21.05.2010 | 5.29

Us ha agradat aquest article? Compartiu-lo!

Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà. Els camps necessaris estan marcats amb *

This site is protected by reCAPTCHA and the Google Privacy Policy and Terms of Service apply.

The reCAPTCHA verification period has expired. Please reload the page.