…no creo revelar ningún secreto al afirmar que no simpatizo con los principios ideológicos del Partido Popular…rechazo su política que presentan como de estímulo al esfuerzo y al trabajo, pero que acompañada del desmantelamiento de los servicios públicos, no es más que la muerte de la igualdad de oportunidades, que permitirá medrar a sus vástagos sin competencia, eliminando de su sacrosanta máxima del imperio del mercado que proclama el triunfo de los mejores, a miles de candidatos potencialmente más capaces. …dicho esto, os aseguro que me duelen la avalancha de casos de corrupción, y que rechazo alegrarme de los que manchan a populares, que desearía que las decisiones de nuestros políticos, tras confrontaciones ideológicas razonables y razonadas, tuvieran como fin mejorar la vida y la convivencia de la ciudadanía
…y puestos a aclarar ideas, no olvidemos que para que alguien se corrompa, es necesario que además de estar en un despacho con capacidad de tomar decisiones con transcendencia económica, haya sujetos con el dinero suficiente para ahogar escrúpulos y acallar conciencias…la corrupción de parte de la clase política no nace por generación espontánea.
…una reflexión de Sor Juan Inés de la Cruz en su poema “Hombres Necios…” lo expresó con meridiana claridad.
¿O cuál es más de culpar, aunque cualquiera mal haga: la que peca por la paga o el que paga por pecar?
…así pues, admitiendo las artimañas de los poderosos capaces de corromper, no
vamos a exigir que ningún partido asegure que no tendrá corruptos, pero desde
luego sí que reclamaos que su expulsión sea inmediata, que se colabore con la investigación, que no
se hagan cómplices destruyendo pruebas,que se endurezcan las penas,que
se impida la prescripción de los delitos, y que se arbitren los medios para el retorno
del dinero usurpado a la ciudadanía.