Si no passa res, encetem setmana de rehabilitació (fisio i logopèdia). La fisio l’he feta aquest matí. La logopèdia la faré a la vesprada.
Opinión
Desde una perspectiva geológica el cambio climático que está permitiendo la dinámica meteorológica reciente se produjo hace unos 11.000 años con el inicio del actual interglaciar (el Holoceno), que es la época en curso del período Cuaternario. El Cuaternario es el tramo final de la era Cenozoica y se caracteriza por ciclos de variaciones de temperaturas que han llevado a fluctuaciones en la cubierta glaciar de altas latitudes entre un 10 % y un 30 % de la superficie terrestre. El presente interglaciar ha pasado por diferentes intervalos de temperatura y humedad, además del reciente calentamiento global. El registro geológico recoge la evidencia de estos episodios.
Un componente importante del registro paleoclimático está recogido en la naturaleza y organización de algunos tipos de sedimentos. Hace dos años tuve la oportunidad de analizar estratigráfica y sedimentológicamente los testigos de los sondeos efectuados para las obras de construcción del túnel pasante del AVE en Valencia. Todos ellos, en el abanico costero o delta del río Turia, contienen litologías, estructuras y facies organizadas de forma análoga a la de los sedimentos depositados durante las inundaciones del 29 de octubre pasado.
Estos materiales presentan las fracciones de rocas detríticas de los sistemas aluviales. A diferencia de los ríos permanentes, nuestras ramblas presentan, normalmente, menos caudal pero concentrado en avenidas muy enérgicas. Una forma de medir esta energía, a parte de la velocidad del flujo, es la capacidad para acarrear partículas de gran tamaño, incluyendo grandes bloques que raramente transportarían los ríos permanentes. La funcionalidad de las ramblas se caracteriza por la irregularidad en la descarga pluvial en la zona y por una mayor pendiente del substrato. En nuestro caso, la irregularidad pluviométrica es propia del clima mediterráneo mientras que la mayor pendiente se debe a la constitución geológica del substrato. La rambla del Poyo es un cauce encajado en materiales de mayor antigüedad, pues se desarrolló como parte de una red de drenaje en el Pleistoceno Superior, en un momento en el que el nivel del mar estaba más bajo. El conjunto de sus tributarios de cabecera se halla en las Sierras de Santa María, de Chiva y de los Bosques y en poco más de 15 km desciende 850 metros con un 5 % de pendiente media. Aquí discurre sobre materiales mesozoicos, básicamente calizas y dolomías con poca cobertura vegetal. En Chiva el cauce está situado a unos 350 metros de altitud y desde aquí hasta el circuito de Cheste (a menos de 100 metros de altitud), está emplazado sobre materiales detríticos del Mioceno, más blandos y fácilmente erosionables. Desde el circuito de Cheste hasta Catarroja la rambla discurre con muy baja pendiente (0,14 %) sobre conglomerados y limos del Pleistoceno. El día 29 de octubre el flujo extraordinario del barranco del Poyo desbordó en Chiva formando una lámina de agua y sedimentos sin confinar que se dirigió hacia el ESE. Debido a la baja pendiente en su recorrido tuvo a las infraestructuras humanas como únicos obstáculos de su progresión. Por la rapidez del fenómeno y la corta duración en el tiempo se trata de lo que se denomina inundación repentina o flash-flood en inglés. En la misma fecha también se produjo un flujo repentino en la Rambla Castellarda, segundo afluente del Turia por la izquierda. En este caso no desbordó los límites del cauce y, además, debido al ensanchamiento y profundización del mismo a causa de la extracción de sedimento en antiguas graveras se produjo un encharcamiento que facilitó la separación de parte de la carga sedimentaria de la corriente depositándose en pocas horas hasta 2 metros de espesor de gravas. El resto continuó rambla abajo con el limo y la arcilla en suspensión como una corriente densa de barro.
Una separación de la fracción fina debió también producirse por el desconfinamiento y pérdida de energía de transporte durante la avenida de la rambla del Poyo a partir del Circuito de Cheste.
Por la lectura del registro de sedimentos del Holoceno en los sondeos de túnel pasante de la vía del AVE en Valencia, la inundación causada por esta dana ha sido un proceso más de los muchos parecidos que han construido el abanico costero del Turia sobre el que está edificada la ciudad de Valencia. El caso es común a los de otras ramblas próximas, como la del Carraixet, Escarihuela o la misma del Poyo. Hemos vivido esta misma situación durante varios miles de años y viviremos con este tipo de fenómenos mientras se prolonguen las condiciones climáticas del actual interglaciar. Entendiendo esto, hemos de ser conscientes de que socialmente tenemos la suficiente inteligencia y capacidad para poder prevenir y minimizar este tipo de riesgos.
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