Els Papers de Santa Maria de Nassiu

EDUQUEU ELS XIQUETS I NO HAUREU DE CASTIGAR ELS HOMES (PITÀGORES)

20 de setembre de 2008
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CIUTADANIA? SÍ, GRÀCIES

Crec que açò de l’assignatura d’Educació per a la ciutadania donarà molt de joc. Només acaba de començar. Ací teniu titulars de la premsa on podreu fer-vos una idea de què passa i què pot passar… si el TSJV no dicta prompte sentència…

Tres professores para nueve alumnos (LEVANTE-EMV)

Educación envía inspectores a las aulas para controlar el idioma en que se da Ciudadanía (Levante-EMV)

El nivel de inglés en Ciudadanía es más alto que el de la selectividad (EL PAÍS)

Ciudadanía lleva el caos a las aulas (EL PAÍS)

Educación anuncia que también dará en inglés otra asignatura nueva de Bachillerato (LEVANTE-EMV)

Valencia estrena el profesor traductor para burlar la ley (EL PAÍS)

Peralta dice que es poco pedagógico que un profesor explique lo que otro le “sopla” (LEVANTE-EMV)

I perquè tot no siga informació sobre el que, en una setmaneta, ha estat passant als ies del PV, us deixe a continuació dos articles per a l’arxiu: són clars i deixen les coses al seu lloc. Bon dia.



Antiguamente, en los Estados Unidos, un país adelantado del que
proceden grandes inventos, si un empresario o un político se encontraba
falto de ideas, no tenía más que mandar por ellas a la tienda de la
esquina. El establecimiento donde se despachaban estos curiosos
artículos solía tener un cartelito en la puerta, anunciando la
mercancía: “Ideas en venta. Tres por un dólar”. En Minneapolis había
uno muy famoso, el Harold S. Kahn, situado en la Franklin Avenue. No se
vayan a pensar ustedes que se trataba de una broma. En absoluto, cada
idea estaba expuesta de forma práctica con manual de instrucciones y
garantía incluida como cualquier electrodoméstico. También existía la
máquina de ideas o el Plot Robot, una especie de cerebro automático con
forma de calculadora capaz de proporcionar hasta diez mil argumentos
sobre novelas o películas en menos de una hora. Para forrarse, vamos.


Como herencia de esas iniciativas creativas el ser humano ha llegado a
inventar las cosas más peregrinas: escopetas para cazar canguros con el
cañón sinusoidal, para que la trayectoria de la bala pueda seguir los
saltitos del animal -o sea todo lo que una aprendió en el colegio sobre
leyes físicas a tomar por el saco-; bicicletas con ruedas cuadradas;
campeonatos de natación en piscinas sin agua, peines para calvos y un
sin fin de inventos que no se le hubieran ocurrido ni a Mortadelo y
Filemón hartos de copas. Pero ninguno de ellos resultó tan excéntrico
como el que acaba de poner en práctica la Consejería de Educación de la
Comunidad Valenciana con la asignatura Educación para la Ciudadanía.


Resulta que, como era de esperar, el colectivo de profesores -que a
pesar de estar muy baqueteado, mantiene su dignidad- se negó en redondo
al paripé de impartir la asignatura en inglés, como planteaba la
Inspección Educativa. Sólo 11 de los miles de profesores capacitados
para hacerlo accedieron a pasar por el aro. Siempre hay gente para
todo. Pero con ese número no se podía ni empezar. Así que para suplir
esa carencia, a alguna lumbrera del Departamento de Educación se les
ocurrió otra idea más genial todavía. La cosa en cuestión consistiría
en que la asignatura fuese impartida conjuntamente por un profesor que
daría la clase en castellano o valenciano, y por otro que iría
repitiéndosela a los alumnos en inglés, o sea una especie de traducción
simultánea, sólo que con los chavales desternillándose en los pupitres,
como en una película de Mr. Bean. Y la Delegación del Gobierno
impertérrita, oigan, asegurando que es una iniciativa para mejorar el
conocimiento de las lenguas. Como lo oyen. Vamos, que lo de la escopeta
sinusoidal y lo del peine para calvos se quedaría en una simple
novatada de colegio. Si el profesor Bacterio fuera real y no un
personaje de cómic, se iban a enterar estos aficionados de la consellería de lo que vale un peine.

MENOS QUE DIOS, PERO MÁS QUE LOS HOMBRES (PUBLICO)

ANTONIO AVENDAÑO

Deberíamos estar hablando de lengua, de matemáticas y de fracaso
escolar, pero estamos hablando de Educación para la Ciudadanía. Y lo
estamos haciendo porque la derecha española de la misma España arropa,
alienta y respalda a una extravagante minoría de católicos integristas
y jerarcas eclesiásticos derrotados por la Historia que piensan de sí
mismos lo que pensaba el papa Inocencio III, defensor de la idea de que
un papa es menos que Dios, pero más que los hombres. Naturalmente,
Inocencio III simulaba estar haciendo teología pero el muy cuco estaba,
en realidad, haciendo política. Eso les ocurre a los objetores de EpC
cuando desafían las leyes aprobadas por los hombres: que creen estar
defendiendo los derechos de Dios, pero en verdad están defendiendo
anacrónicos privilegios arrasados hace largo tiempo en toda la Europa
moderna. Pero no ganarán. Esta vez no, pues incluso en España, esta
vez, la mayoría de los católicos son gente normal, gente preocupada por
la Lengua y las Matemáticas.


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