Els Papers de Santa Maria de Nassiu

Estimado Sr. Cristóbal Montoro:

Por la presente le ruego que tome constancia de que renuncio voluntariamente a la cuota personal que me corresponde de los 26.000 millones que España prestó en su momento a la República Helénica y que Ud., con la abnegación que le caracteriza, declaró a la opinión pública española que hará todo lo posible por recuperar en beneficio nuestro y de la nación. Le agradezco su abnegación y el interés que le mueve, pero desearía que no me tuviera en cuenta y que mi parte quedará en manos del pueblo griego. Después de lo mucho que nos ha legado la cultura helénica (consiguió, entre otros muchos logros, dar forma verbal al concepto de Ética), es lo mínimo que puedo hacer por este atribulado país que ha caído en manos de prestamistas sin escrúpulos. No es una limosna. Nada de lo que consigamos hacer en su favor colmará, de hecho, nuestra deuda con Grecia.

Confío, por el contrario, en que Ud. haga todo lo posible para que las instituciones bancarias españolas, con las que su Gobierno tan generoso se ha mostrado permitiendo de ese modo a sus dirigentes subsanar las pérdidas derivadas de largos años de pésima gestión, devuelvan pronto tales ayudas. Sepa que, por mi parte, no pienso renunciar a la modesta cuota personal que me corresponde y cuento en cambio con que se agregarán los correspondientes intereses de mercado. Ni más, ni menos.

Con la esperanza de que esta petición llegue a sus manos y sea admitida, se despide muy atte.

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