Els Papers de Santa Maria de Nassiu

EDUQUEU ELS XIQUETS I NO HAUREU DE CASTIGAR ELS HOMES (PITÀGORES)

1 de setembre de 2012
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Carlo Maria, cardenal Martini, ja és amb el Pare Etern

     Ahir a la vesprada m’assabentava de la mort d’un gran home de l’Església, el cardenal Martini, arquebisbe emèrit de Milà, i jesuïta. Massa sabem que l’orde de la SJ no ha d’acceptar càrrecs jeràrquics, però en el cas del cardenal Martini fou per a bé de l’Església i de moltes i molts que no combreguem totalment -per no dir quasi gens- amb les actituds i maneres de fer de l’anomenada Església Catòlica (sobretot de la jerarquia -no tota per sort-). 

     No podia deixar de dedicar-li un apunt breu a aquest gran persona religiosa i de tarannà progressista -no m’agrada fer servir aquesta expressió en termes eclesiàstics perquè considere que l’Església, si no està amb el poble, amb qui pateix, amb el que es troba sol, etc. no té cap sentit, però la faré servir per tal d’aproximar-me millor al que fou i representà en vida Carlo Maria.

     De l’agència EFE us deixe aquesta breu semblança del cardenal (La Vanguàrdia):

Redacción Internacional. (EFE).- El cardenal italiano Carlo María Martini, sacerdote jesuita, ex arzobispo de Milán y considerado siempre como “papable” y uno de los máximos exponentes del ala progresista de la Iglesia católica, falleció hoy a los 85 años en un hospital de la capital lombarda.

Nació el 15 de febrero de 1927 en Orbassano (Piamonte, norte de Italia), en el seno de una familia burguesa.

El 25 de septiembre de 1944 ingresó en la Compañía de Jesús y el 13 de julio de 1952 fue ordenado sacerdote en Chieri, Turín.

Estudió Filosofía y Teología, materia en la que se doctoró en 1958 en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Posteriormente, continuó sus estudios en el Pontificio Instituto Bíblico, del que llegó a ser rector en su condición de estudioso de las Sagradas Escrituras y especialista de la crítica paleográfica del Nuevo Testamento.

Desempeñó este cargo hasta que el 18 de julio de 1978 fue llamado a dirigir la Pontificia Universidad Gregoriana, fundada por San Ignacio de Loyola.

En 1979, el papa Juan Pablo II lo nombró titular de la archidiócesis de Milán, la sede episcopal más grande de Europa y una de las mayores del mundo y el 2 de febrero de 1983 fue creado cardenal.

Desde la sede milanesa, la misma de la que salió Giovanni Montini para convertirse en el papa Pablo VI, Carlo Martini potenció el diálogo entre ateos y creyentes, así como entre las distintas religiones y fue un viajero incansable.

En 1987 se le nombró presidente del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) y, como tal, presidió en Viena en 1990 una Conferencia de obispos europeos centrada en la reestructuración eclesiástica de los países del Este de Europa.

Asimismo, en noviembre de 1991, presidió en la ciudad española de Santiago de Compostela el V Encuentro Ecuménico Europeo, en el que se estudiaron temas de referencia teológica, bíblica y la misión y evangelización en Europa.

El 15 de abril de 1993 abandonó la presidencia del CCEE como consecuencia de las reformas introducidas en el citado organismo, en el que fue sustituido por el cardenal checo Miroslav Vlk.

Como arzobispo de Milán, el 28 de febrero de 1994 recibió el encargo de abrir oficialmente la parte diocesana del proceso de canonización del papa Pablo VI.

Considerado “papable” por antonomasia, en 1996 su nombre se barajó entre los posibles candidatos para sustituir al papa Juan Pablo II ante una recaída de éste a consecuencia de una apendicitis.

En 1998 la Universidad Pontificia de Salamanca presentó el libro del cardenal Martini “Comunicar a Cristo hoy”, una serie de cartas pastorales sobre los medios de comunicación y el diálogo entre la fe y la cultura.

Ese año publicó, junto al semiólogo y novelista Umberto Eco, “¿En qué creen los que no creen?, donde ambos intercambian opiniones sobre asuntos como la esperanza o las limitaciones a la labor de la mujer dentro de la Iglesia.

En 2000 obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales.

El 15 de febrero de 2002, tras cumplir 75 años, Martini presentó su dimisión al papa como arzobispo de Milán, tal y como exige el Código de Derecho Canónico, y el 11 de julio de 2002 fue sustituido por el cardenal Dionigi Tettamanzi.

Desde 1989 era doctor “honoris causa” por la Universidad Pontificia Salesiana de Roma.

Era especialista en lenguas antiguas. Conocía el arameo y el caldeo, además del griego, latín y hebreo. Además de su lengua materna, el italiano, hablaba inglés, alemán, francés, portugués, griego moderno y árabe.

Carlo María Martini es uno de los protagonistas del libro “31 jesuites es confessen” (31 jesuitas se confiesan), publicado en 2003 y escrito por Valentí Gómez y Josep María Benítez, que refleja el pensamiento y la vida de algunos miembros de esta orden mediante entrevistas realizadas a lo largo de diez años.

Aquejado de parkinson, en 2010 promovió, junto al purpurado Roberto Tucci, el portal de internet “www.vivailconcilio.it” para relanzar y dar a conocer a los jóvenes el Concilio Vaticano II.


I del portal catalunyareligió.cat, us deixe dos enllaços més sobre la mort del Carlo Maria Martini:

http://www.catalunyareligio.cat/ca/articles/29608 

http://www.catalunyareligio.cat/ca/articles/29612


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